Las zonas más turísticas del Mediterráneo empujan el crecimiento de España en 2017
BBVA Research ha presentado recientemente el informe ‘Situación España’, que revisa al alza las previsiones de crecimiento de nuestro país. Según esta publicación, se espera que España cierre el año con un crecimiento del 3,3% del PIB. El empuje del turismo en Baleares y Canarias, el buen comportamiento de la inversión en Andalucía y Murcia y un repunte de las exportaciones en comunidades como Asturias están detrás de esta mejora de las previsiones. Así lo refleja el Observatorio Regional, publicado hoy por el Servicio de Estudios de la entidad financiera.
A pesar de las revisiones, las comunidades que lideran el crecimiento se mantienen estables con respecto a la última publicación del Observatorio Regional, hace ahora tres meses. Baleares, Canarias, Madrid, Murcia y Andalucía continúan liderando la recuperación. Mientras, las comunidades del noroeste siguen mostrando, en términos generales, un menor dinamismo.
Las cinco comunidades autónomas que están empujando el crecimiento del PIB español han mostrado una progresión cercana al 1% trimestral durante los primeros seis meses del año.
Estos resultados se deben a diversos factores. En primer lugar, el consumo de los hogares ha disminuido menos de lo esperado y, aunque la tendencia continúa a la baja, se ha observado un cierto rebote en comunidades como La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha, Baleares y Canarias. Por otro lado, tal y como se preveía, la inversión en maquinaria y equipo continúa al alza en el primer semestre, lo que podría anticipar mejoras en el sector industrial, sobre todo en Navarra o Castilla-La Mancha.
Turismo y comercio, claves para el empleo
El aumento del empleo sigue siendo mayor en el este de España y las regiones insulares. La fortaleza del turismo, los servicios comerciales y la construcción continúan siendo claves para la generación de nuevos puestos de trabajo. De hecho, en comunidades como Baleares o Canarias, estos sectores explican un 60% y un 50%, respectivamente, de las nuevas afiliaciones.
En 2018, la desaceleración será más evidente en las comunidades insulares y el este peninsular.
“El entorno continúa siendo favorable para el crecimiento, particularmente para las comunidades más abiertas, que podrán aprovechar la mejora del crecimiento en Europa”, aseguró Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal de BBVA Research. Tanto unas perspectivas de mayores exportaciones de bienes como de incremento en la inversión en maquinaria y equipo podrían beneficiar especialmente a las comunidades del Norte de España, y en menor medida a Cataluña, Madrid y La Comunitat Valenciana.
Respecto a las perspectivas sobre el consumo interno, estas se mantienen favorables a pesar de que se espera cierta moderación del crecimiento. Lo anterior como consecuencia del debilitamiento de algunos estímulos vigentes hasta 2016, como la rebaja fiscal y los incentivos a la compra de vehículos, del agotamiento de la demanda embalsada durante el período de crisis y de un menor impacto de las caídas en los tipos de interés y en el precio del petróleo.
Finalmente, diversos factores hacen pensar que la recuperación que se ha iniciado en el sector de la vivienda se consolidará durante los próximos trimestres. En particular, las expectativas de bajos costes de financiación, la recuperación del empleo, los todavía bajos precios después del ajuste observado durante la crisis y el mantenimiento de la demanda extranjera, apuntan a un crecimiento de las ventas durante los próximos dos años. Las regiones que más se beneficiarían de lo anterior son aquellas con áreas urbanas con reducida sobreoferta (Madrid, Cataluña) o expuestas a la demanda externa (Comunitat Valenciana, Andalucía).
Un escenario no exento de riesgos
Los riesgos a este escenario que plantea BBVA Research, pasan por la incertidumbre sobre cómo se desencadenará la salida del Reino Unido de la Unión Europea, o por accidentes que se puedan producir durante el proceso de normalización de la política monetaria del BCE. En ambos casos, las comunidades insulares y del levante serían las más afectadas dada su mayor exposición a la demanda británica y el relativamente superior nivel de apalancamiento que presentan.
Otro de los riesgos es la posible desaceleración en el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo. Por un lado, existe incertidumbre sobre la capacidad del turismo para continuar creando empleo. “Tras cuatro o cinco años de fuerte crecimiento de visitantes, algunas zonas empiezan a mostrarse saturadas a lo que se puede sumar la recuperación de algunos mercados competidores. Pero, España continúa bien posicionada para seguir atrayendo visitantes por lo que se espera que la desaceleración sea progresiva”, ha indicado Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research. Según el Observatorio Regional de BBVA Research, esta presión de la demanda se está trasladando a incrementos de precios, que si no se acompasan con una mejora de la calidad en el servicio, podrían ralentizar la demanda y, por tanto, la creación de empleo.
Por otro lado, la tasa de paro muestra un elevado grado de heterogeneidad entre comunidades autónomas. Mientras que en cuatro comunidades del sur peninsular el desempleo se mantendrían por encima del 20% en 2018, en Baleares, País Vasco, Navarra o Aragón podría bajar del 10%, muy cerca de las cifras previas a la crisis. Si debido a estos bajos niveles de paro, comenzara a producirse una falta de encaje entre la demanda y la oferta de empleo, la creación de puestos de trabajo podría ralentizarse.