Bailando con zancos para dejar atrás la pobreza
Rafael Yanes trabajaba como electricista en la República Dominicana hasta que perdió su empleo. Tras dos años en paro, decidió hacer realidad una idea que rondaba su cabeza desde el día en que vio “una obra de teatro sobre gente grande”. Se subió a unos zancos y, a fuerza de ilusión y equilibrio, empezó su carrera como animador de fiestas y eventos.
Rafael necesitaba una pequeña ayuda para poner en marcha su negocio y, lo que en otros lugares del mundo no habría supuesto más que un trámite, se convirtió en un obstáculo casi insalvable en un país donde el 80 % de los adultos no tiene acceso a la financiación formal, según datos del Global Findex del Banco Mundial.
Sin embargo, en el Banco Adopem encontró la solución a su problema. La entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en República Dominicana le concedió un pequeño préstamo de 2.500 pesos (apenas 50 euros) y Rafael pudo poner en marcha Zancos X-tremo.
Lo que empezó como una aventura casi personal se ha convertido en un pequeño negocio de espectáculos para cumpleaños, fiestas navideñas, bodas y eventos de empresas y colegios, que proporciona empleo a 12 personas.
Y Rafael, transformado en un auténtico emprendedor, ha descubierto que el éxito de cualquier negocio es “demostrar tu profesionalidad”. Como hacen en cada actuación los artistas de su pequeña compañía, que entrenan a diario y han realizado cursos de baile para perfeccionar sus movimientos y habilidad sobre los zancos.
A ese primer crédito que recibió en 2012 le han seguido otros siete. Más de 30.000 pesos (aproximadamente 590 euros) que han permitido a este joven luchador y creativo comprar materiales de mayor calidad.
El próximo objetivo de Rafael es tener un local propio donde instalar su negocio y comprar una máquina de coser para confeccionar el vestuario de las actuaciones.