Ya está aquí 'Internet of Things'
Internet of Things (IoT) está a punto de cambiar la realidad empresarial tal y como la conocemos. Desde hace unos años se está hablando de la irrupción definitiva e irreversible de IoT no sólo en hogares y ciudades inteligentes, sino especialmente en las grandes corporaciones y en las mayoría de las industrias.
Todos los sectores van a verse afectados en mayor o menor grado: desde el retail a la banca pasando por las telecos, las eléctricas, la industria automovilística, el turismo, las plataformas logísticas o las compañías dedicadas al transporte, tanto de viajeros como de mercancías, con especial impacto en la industria aeronáutica y aeroespacial.
Banca y seguros, según Cisco, va a ser la cuarta industria más impactada por IoT después de la manufacturera, el comercio retail y los servicios de la información. Casi el 58% de los CEOs y CIOs de banca ven IoT como algo estratégico en su organización mientras que consideran esta tecnología como la cuarta con más impacto disruptivo, sólo por detrás de movilidad, big data y open APIs.
Ningún sector va a quedar al margen de esta primera transformación, que podríamos llamar casi post-digital, que llega después de años de espera y de la apuesta sostenida de las grandes corporaciones tecnológicas como Intel, Cisco, IBM, Red Hat, Microsoft, Google o Apple. Un factor clave en el despegue y consolidación de IoT ha sido el abaratamiento de los costes de producción, conexión y almacenamiento masivo de datos procedentes de los dispositivos físicos (hardware, sensores, beacons, wearables, etc.) También ha sido determinante la puesta en el mercado de plataformas tecnológicas muy avanzadas y específicas para implantar IoT horizontalmente prácticamente cualquier organización para coordinar dispositivos, procesos y personas.
Impacto de Internet of Things en la industrias y las grandes corporaciones
Cisco, uno de los grandes impulsores tecnológicos del paradigma Internet of Things, estima que el impacto económico de IoT alcanzará los 19 billones de dólares en 2020 mientras que General Electric, prevé un incremento en el PIB global de entre 10 y 15 billones de dólares vinculado a la aplicación efectiva de IoT en las empresas y el sector productivo.
Por su parte, Gartner en su Ciclo del Hype de las Tecnologías Emergentes con más impacto esperado, sitúa en la cima a Internet of Things junto a wearables, vehículos autónomos y machine learning - el aprendizaje de las máquinas como forma primitiva de inteligencia artificial.
De hecho, y a pesar de que IoT es de por sí una tecnología “transformadora”, los grandes avances que están por llegar a la Industria y a la vida de las personas, van a ser considerablemente mayores debido a la coincidencia en el tiempo con la madurez de otras tecnologías aceleradoras y disruptivas como la inteligencia artificial, blockchain, APIs, fabricación aditiva, mejoras en la tecnología biométrica o la adopción masiva de los wearables en el mercado.
El gran impacto disruptor de Internet of Things va a venir de la mano de esta gran convergencia tecnológica: la tormenta perfecta para un cambio de paradigma a nivel industrial, financiero y comercial.
Internet of Things e Inteligencia Artificial: la tercera ola de Internet es la ola de los datos
Si en 2020 el 40% del volumen de datos generados a nivel mundial proceden de la comunicación entre dispositivos, como prevé IDC ¿Cuanto conocimiento podría extraerse de esa enorme cantidad de datos si las propias máquinas pudieran aprender de ellos gracias a la aplicación de técnicas de Machine Learning?
Según IDC para 2020 alcanzaremos a nivel global los 50 billones de GB de datos almacenados, de los que una parte mayoritaria será generada por los más de 40.000 millones de dispositivos inteligentes conectados a Internet (móviles, ordenadores, sensores, wearables, coches, maquinaria industrial, balizas, etc.). Internet of Things es ante todo una enorme fuente de datos que pueden convertirse en conocimiento mediante las tecnologías y procedimientos adecuados.
Para darnos cuenta de la estrecha relación entre IoT e Inteligencia Artificial, nos basta ver como IBM ha unificado su plataforma de IoT con Watson, su sistema de computación cognitiva, denominándola desde hace unos meses IBM Watson Internet of Things.
Al margen de las tecnológicas, unas de las primeras industrias en dar el paso han sido las energéticas, que gracias del uso de contadores inteligentes instalados en los hogares generan información constante en tiempo real y ayudan a mejora la eficiencia energética y reduce los costes tanto del consumidor final como de la empresa suministradora de electricidad.
Este uso combinado de IoT e análisis de datos también ha ayudado a compañías como Boeing o Airbus a ser cada día más eficientes y seguras, monitorizando mediante cientos de sensores multitud de componentes de sus aviones. De este modo se pueden crear modelos avanzados y predecir situaciones anómalas antes de que se produzcan y al mismo tiempo, se mejora el rendimiento, seguridad y robustez de los propios aviones.
De hecho, cada vez es más evidente que una de las grandes aportaciones de IoT es la generación de volúmenes ingentes de datos que convenientemente analizados sirven para conocer mejor al cliente, a la empresa, al entorno y al mercado e incluso a predecir y modelar el comportamiento presente y futuro de cualquiera de ellos.