Cómo vivir una Navidad diferente sin gastar mucho dinero
Cenas, regalos, salidas de ocio… Es fácil dejarse llevar por la vorágine de los gastos tradicionales de las fechas navideñas. Sin embargo, hay formas de disfrutar de estas vacaciones de una forma menos consumista y más responsable con las finanzas.
Un estudio sobre el consumo navideño realizado por Deloitte revela que el gasto medio de cada español durante estas navidades será de 633 euros. Mantenerse al margen de los estímulos que rodean a unas fechas en las que cualquier tradición significa un desembolso de dinero: las cenas de Nochebuena y Nochevieja, las comidas de Navidad y Año Nuevo, Papá Noel, los Reyes Magos…es todo un reto. Pero ¿se puede disfrutar de unas buenas vacaciones navideñas sin gastar tanto?
La mejor manera de afrontar los gastos es planificar y comprar con antelación lo que se vaya a necesitar. El primer paso, en este caso, sería organizar un presupuesto navideño donde anotar todos los gastos con anticipación, dividiéndolos por partidas e incluyendo los más pequeños (sí, los envoltorios para los regalos y los adornos navideños, también cuentan). Una vez que se tenga la suma total, lo ideal sería empezar a ahorrar cuanto antes, reservando una cantidad de dinero determinada para cada partida hasta llegar a la cantidad calculada. De esta forma, se llegará con mucha más tranquilidad a la Navidad y se evitarán sufrimientos en enero.
Sin embargo, si no se ha hecho esta previsión, no está todo perdido. Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a pasar el bache.
Unos regalos diferentes
Según van creciendo, los niños acumulan juguetes que dejan de usar y que acaban amontonándose por la casa. A lo mejor ha llegado el momento de recurrir al clásico trueque como una solución para hacer espacio en los armarios y conseguir juguetes y otros objetos a buen precio. Internet cuenta con muchas plataformas que facilitan este intercambio como Creciclando o QuieroCambiarlo. Puede que sea la ocasión de probar estas alternativas a favor de un consumo más responsable, en vez de gastar el dineral de todos los años en juguetes y otros regalos.
Si se quiere salir de compras, en estas fechas es habitual que los comercios ofrezcan descuentos y ofertas. No está de más echarles un vistazo y aprovecharlos.
Huir de la cena tradicional
En Navidad hay alimentos que invariablemente suben por lo que, si se quiere disfrutar de un menú tradicional, siempre hay que comprar los productos frescos con antelación y congelarlos. Si no se hace así, las consecuencias para el bolsillo son nefastas. Según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el que esperó hasta el último momento en 2016 para comprar besugo, lo hizo un 60% más caro y algunos tipos de marisco, como las ostras y almejas, sufrieron un incremento el año pasado de un 3,5% y un 10,6% respectivamente.
Ante este panorama, si no se ha sido precavido, es preferible eliminar los alimentos más cotizados del menú e innovar con otro tipo de recetas en las que estén presentes otros productos más asequibles e igualmente sabrosos.
Tarjetas y aplicaciones
La tarjeta de crédito puede aliarse con el ahorro ya que permite aplazar determinados gastos, pero hay que tener muy claro cuál es el estado de las finanzas personales y no abusar de esta práctica para no perder el control del dinero. En esta tarea, las aplicaciones móviles, como las de los propios bancos, son una ayuda para informarse al momento de cuál es el estado de las cuentas y permiten al usuario tener muy presente el gasto que se realiza en cada momento y los intereses que conlleva cada aplazamiento.
Para mantenerse al día, en el Centro para la Educación y Capacidades Financieras se encuentra disponible toda la información relevante sobre educación financiera en el mundo.