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Finanzas personales Act. 21 feb 2018

Vivir de alquiler vs. comprar un piso

El debate sobre si es mejor vivir de alquiler o adquirir una vivienda es muy antiguo, pero lo cierto es que se va actualizando según van cambiando las diversas variables que condicionan la toma de una decisión que, al menos una vez en la vida, se hace cualquier persona. Han pasado ya unos años desde que el mercado inmobiliario sufriera una importante crisis y es un buen momento para actualizar los pros y los contras de ambas posibilidades.

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Situación personal

Antes de precipitarse a tratar de discernir los factores externos que pueden llevar a recomendar acerca de si es más conveniente comprar o alquilar, se debe tener en cuenta el factor de la situación que atraviesa cada persona. La sola eliminación de las circunstancias de cada uno pone en riesgo cualquier sesuda consideración posterior que se pueda realizar.

Hay tres circunstancias que deberían llevar a descartar directamente la posibilidad de la compra de una vivienda:

  • Es bastante frecuente que durante los primeros años de la vida profesional, antes de que se dé un cierto asentamiento, exista la posibilidad de una considerable movilidad geográfica si se quiere ir progresando profesionalmente. El hecho de que un trabajador no sea dueño de su destino geográfico invita a que en lugar de atarse a la inversión en un bien inmueble se decida por un alquiler, que es una opción que aporta una mayor flexibilidad.
  • Si no existe un hábito de ahorro por parte del decisor, tanto si los ingresos son suficientes como si son cuantiosos para pensar en comprar un piso, lo ideal sería decantarse por el alquiler hasta que se cambie y se consolide dicho hábito.

Un entorno cambiante

A diferencia de otros países de características socioeconómicas similares, en España siempre ha existido una considerable preferencia por la compra sobre el alquiler. Hasta la pasada década en España solamente vivía de alquiler alrededor de un 15% de la población. En contraposición a esta cifra tan baja, en Alemania se opta por el arrendamiento en más de un 50% de los casos.

Sin embargo, hoy en día aproximadamente uno de cada cuatro españoles viven ya de alquiler en España, un dato aun así muy alejado del alemán. Las dos razones principales para ese incremento en los arrendamientos tienen que ver con la crisis económica que han sufrido las familias en la última década y con un cierto cambio en la mentalidad de los más jóvenes que se incorporan al mercado laboral, los cuales privilegian destinar sus ingresos a gozar de otras experiencias antes que verse atados de por vida a una vivienda concreta.

Pros de la compra de una vivienda

  • A día de hoy las hipotecas que se pueden contratar en el mercado son muy competitivas debido a lo bajos que están los tipos de interés.
  • En el caso de que cambien las circunstancias personales del dueño de la vivienda, hoy en día es más sencillo que antes alquilarla porque existe una mayor demanda de alquiler.
  • La vivienda en propiedad se convierte en un enorme activo a modo de plan de jubilación llegado el momento del retiro.
  • Después de sufrir una pérdida media de valor del 35% durante la crisis económica, los precios llevan meses subiendo poco a poco y eso permite pensar que las viviendas se irán revalorizando con el paso del tiempo.
  • La propiedad de un inmueble permite realizar cambios y mejoras en el mismo a gusto del propietario.
  • Proporciona una sensación de seguridad muy valiosa.

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Contras de la compra de una vivienda

  • Se requiere disponer de inicio del 20% de valor de la casa puesto que ya nadie ofrece hipotecas por valor de más del 80%. Se necesita tener ahorrado también alrededor de un 12% extra para los gastos iniciales (notario, registro, impuestos…)
  • El coste de la vivienda se incrementará vía hipoteca en muchos casos si suben los tipos de interés.
  • Vivir en una casa en propiedad puede tener implicaciones negativas en cuanto a la flexibilidad si se necesita cambiar de ciudad o apretarse el cinturón severamente.
  • Supone una serie de importantes desembolsos recurrentes como los gastos de comunidad, el pago del IBI, las derramas comunitarias, el seguro del hogar, las reparaciones y el mantenimiento por el paso del tiempo, entre otros.
  • Se puede llegar a tener importantes problemas en el caso de no poder hacer frente a la hipoteca, pudiéndose llegar en último término a la pérdida de la vivienda.

Pros del alquiler de una vivienda

  • Ofrece una gran flexibilidad para cambiar de piso si se modifican las circunstancias personales del arrendatario.
  • Se puede acceder a beneficios fiscales mediante la deducción de alquiler contemplada en la Declaración de la Renta.
  • No se incurre en gastos como el pago de la comunidad de vecinos, derramas, los seguros de hogar, el mantenimiento del inmueble o el pago del IBI.
  • Posibilidad económica de vivir en la zona deseada, hecho al que generalmente no se podría acceder si se quisiera comprar una vivienda.
  • El precio del alquiler se mantiene estable durante el periodo que dura el contrato independientemente de lo que suceda con el precio del dinero.

Contras del alquiler de una vivienda

  • Los alquileres tienen fecha de caducidad por contrato y no tienen por qué ser renovados por el arrendador, lo que puede conllevar la necesidad de buscar frecuentemente un nuevo arrendamiento. Este aspecto implica pérdida de tiempo, incremento de gastos — entre los que destaca la mudanza— y sensación de provisionalidad.
  • No se pueden hacer cambios o reformas en la vivienda sin el consentimiento del dueño del inmueble.
  • La vivienda no será nunca del arrendatario por muchos años que se pague el alquiler.
  • En el caso de que el arrendador permita realizar cambios o reformas, los gastos asumidos por el arrendatario no son recuperados al dejar de alquilar la casa.

Como queda reflejado, tanto la compra como el alquiler tienen sus ventajas e inconvenientes, y ninguno es por definición mejor que el otro. Por ello es muy importante no sólo tener claros los conceptos expuestos sino tener en cuenta tanto la situación personal de cada persona a la hora de tomar la decisión y el estilo de vida que prefiere llevar a futuro.