Vivienda, agua y saneamiento: cuestión de justicia social
Más de 1.600 millones de personas en el mundo viven en casas sin condiciones adecuadas, según Naciones Unidas: en muchos casos, sus viviendas necesitan mejoras tan básicas como acceso a agua potable o a sistemas de saneamiento. En América Latina, esa es la realidad de más de 100 millones de personas que están expuestas a más enfermedades, especialmente en el contexto actual. Por eso, en un nuevo número de su revista digital Progreso, la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) pone el foco en este ámbito de la justicia social y en el papel de la financiación para cerrar esta brecha.
“Durante la pandemia, la vivienda se ha convertido en la primera línea de defensa de las familias. Es el refugio para cuidar la salud y evitar la propagación del virus en las comunidades”, asegura la directora de Operaciones de Hábitat para la Humanidad de América Latina y el Caribe, María Teresa Morales. Según ella, para combatir esta desigualdad, las familias de bajos ingresos necesitan un modelo de microfinanzas que incluya el diseño de productos financieros y no financieros “centrados en las necesidades, prioridades y capacidades de estas personas”.
Prueba de ello son los programas que la FMBBVA ha desarrollado junto a esta ONG en Perú, República Dominicana y Panamá, en línea con su modelo de Finanzas Productivas, enfocado en el progreso de las personas de bajos ingresos. En 2020, más de 21.500 personas han accedido a alguna de estas iniciativas, que cuentan también con la colaboración de water.org, la ONG especializada en dar acceso a agua y saneamiento, con la que la FMBBVA trabaja desde 2017.
Según la responsable de Instituciones financieras de water.org, Jessica Jacobson, la organización ha firmado alianzas con más de 175 entidades en todo el mundo: “A través de ellas hemos logrado desembolsar 6,8 millones de créditos para agua y saneamiento, beneficiando a más de 31 millones de personas en 13 países distintos”. En sus palabras, la alianza con la entidad de la FMBBVA en Perú (Financiera Confianza) “ha permitido desarrollar productos de calidad enfocados en la demanda financiera de las familias con estas necesidades básicas, diseñar estrategias de marketing tanto para el público interno (asesores de crédito) como para la población beneficiada, y evidenciar sus ventajas”. En 2020, más de 4.700 peruanos accedieron a esta iniciativa conjunta. Para la Fundación, el objetivo ahora es replicar esta labor en el resto de países en los que está presente, en línea con el acuerdo de colaboración que ambas instituciones firmaron en 2019.
Iniciativas verdes para construir, reconstruir y mejorar
“En Hábitat para la Humanidad estamos en la búsqueda constante de prácticas de construcción y materiales innovadores accesibles para las familias que atendemos y que a la vez sean más sostenibles con el ambiente”, señala la directora de Operaciones de Hábitat para la Humanidad América Latina y el Caribe. Ese fue el punto de partida para crear el producto Eco Vivienda, un programa en alianza con Banco Adopem, la entidad de la FMBBVA en República Dominicana. A través de esta iniciativa, las familias de bajos ingresos pueden mejorar su vivienda por fases con materiales locales sostenibles y tecnologías que faciliten el uso eficiente del agua y la energía.
En su entrevista a Progreso, Morales concluye: “Es tiempo que reconozcamos, como humanidad, que todos estamos interconectados, que la individualidad nos hace más vulnerables y que debemos hacer un esfuerzo para impulsar modelos económicos más inclusivos donde los indicadores de desarrollo sostenible sean responsabilidad de todos”. Una responsabilidad que en la Fundación Microfinanzas BBVA parte de su propósito de mejorar la calidad de vida de las personas en vulnerabilidad en la región más desigual del planeta.