Unión del Mercado de Capitales: por la integración de los mercados
La Unión de Mercado de Capitales (CMU) es el proyecto insignia de la Comisión Europea para movilizar capital en Europa. Su principal objetivo es trabajar por unos mercados de capitales más integrados, lo que puede tener consecuencias positivas tanto en términos de estabilidad como de crecimiento. Pilar Soler, de BBVA Research, explica los objetivos y proyectos futuros del CMU.
El pasado septiembre se cumplían tres años desde la presentación de este proyecto y, durante este tiempo, se han presentado numerosas iniciativas enfocadas a diferentes aspectos de los mercados de capitales.
Por un lado, se ha avanzado mucho en conseguir fuentes alternativas de financiación para las pequeñas y medianas empresas. Esto se ha llevado a cabo, por ejemplo, incidiendo en reformas en el régimen de capital riesgo o los requerimientos para que las empresas puedan acceder a los mercados de capitales.
En un segundo bloque se sitúan las medidas destinadas a ampliar la oferta de inversión y de ahorro para los inversores minoristas, donde se incluye la reciente propuesta para el producto paneuropeo de pensiones.
Por último, un tercer bloque de reformas con el objetivo de conseguir un sistema bancario más robusto. Entre otras, la reforma del marco de titulizaciones o los nuevos requerimientos para el tratamiento de los activos improductivos en los avances bancarios.
¿En qué es necesario incidir en el futuro?
Pese al esfuerzo legislativo que se ha hecho en los últimos años, aún queda camino por recorrer para tener una verdadera Unión del Mercado de Capitales. Aún faltan propuestas por presentar y las que ya se han presentado pueden requerir de un cierto tiempo adicional antes de que se puedan ver consecuencias tangibles. En su conjunto, todos estos factores podrían hacer que el plan inicial de la Comisión de tener una CMU plenamente operativa para 2019 se retrase.
A pesar de ser un proyecto positivo, la Unión de Mercados de Capitales no puede crecer solo. Es necesario adoptar otras reformas institucionales que le permita seguir avanzando hacia una mayor integración como, por ejemplo, completar la unión bancaria con el fondo de garantía de depósitos único o seguir trabajando hacia una mayor armonización en regulación y supervisión de los mercados de capitales.
Por último, es importante tener en cuenta las consecuencias que la salida de Reino Unido de la UE va a tener sobre este proyecto. Pero lejos de suponer una traba, debería considerarse como un incentivo para seguir trabajando hacia unos mercados de capitales plenamente integrados en la UE, lo que permitiría disfrutar de todas sus ventajas.