Una sólida Garbiñe Muguruza supera a Sevastova y alcanza los octavos de final del Open de Australia
Garbiñe Muguruza completó su mejor partido en este Open de Australia 2017 para colarse en los octavos de final del primer Gran Slam de la temporada. La española superó, con solidez y buen tenis, en dos sets (6-4, 6-2) a la letona Anastasija Sevastova y se medirá en la siguiente ronda a la rumana Sorana Cirstea.
Comenzó la letona muy sólida en su tenis y sorprendiendo a Garbiñe de salida rompiendo su saque a las primeras de cambio. Un 2-0 de inicio que obligaba a la española a una rápida reacción que llegó justo a renglón seguido. Rotura y confirmación con su servicio para colocar las tablas (2-2) y apagar la efervescente salida de Sevastova.
Un cambio de tendencia que hizo daño a la número 33 del mundo. Garbiñe aumentaba sus prestaciones, aprovechaba los errores de Sevastova y lograba hilar otra rotura con juego al saque para colocarse por encima (4-2) en el electrónico de la Margaret Court Arena.
El partido se jugaba al son de Garbiñe. Volea sin dejarla botar, error de su rival, resto implacable y derechazo marca de la casa para sumar su quinto juego consecutivo. Sevastova, superada en casi todos los aspectos, encontró algo de luz con una rotura a Garbiñe que solo alargó un poco más el set. La española no falló al servicio y cerró la primera manga (6-4) tras 37 minutos.
Garbiñe Muguruza, durante su partido ante Sevastova | Foto: EFE
Garbiñe no baja el pistón
La segunda manga comenzó en la línea de la primera. Garbiñe movía sin piedad a su rival, que aumentaba peligrosamente su número de errores de no forzados. Un cóctel que solo traería alegrías para la española que rompió de inicio y volvió a confirmar ese break al servicio. El 71 % de acierto con el primero fue un arma clave para vencer a la letona.
Muguruza estaba imparable, dominando cada momento del partido y sin dejar que su rival se levantara de la arena. Sus pies se movían a una velocidad endiablada, mientras que sus raquetazos maduraban poco a poco lo inevitable, su victoria final.
Un triunfo que llegó por la vía rápida, 6-2. Sevastova miraba desesperada al otro lado de la pista pidiendo algo de carrete, pero nunca llegó. Solo le quedó felicitar a la española y recoger su bolsa para marcharse a vestuarios.
Todo lo contrario que una Garbiñe que festejó su pase a octavos de final donde se enfrentará a la rumana Sorana Cirstea, que se deshizo unas horas antes de a estadounidense Alison Riske por 6-2 y 7-6.