Un índice para medir la inflación en tiempo real y otros usos de ‘blockchain’
Trazar la cadena de suministro de los productos ecológicos, facilitar la relación de las administraciones públicas con los ciudadanos o agilizar los trámites aduaneros de todo un país y los controles COVID. Son proyectos ya implantados por empresas y gobiernos, en los que la tecnología de cadena de bloques contribuye a la transición hacia un modelo económico más sostenible, eficiente y seguro.
La tecnología ‘blockchain’, que permite realizar transacciones e intercambios digitales de valor con un alto nivel de seguridad, trazabilidad y transparencia, lleva tiempo prometiendo revolucionar un gran número de procesos y transacciones digitales. En esta fase todavía predominan los proyectos piloto que buscan casos de uso en los que poder aplicar con éxito la tecnología. Sin embargo, cada vez se ven más aplicaciones reales con resultados prometedores.
Uno de los ejemplos más recientes es Truflation, un índice elaborado de forma independiente para medir la inflación en tiempo real. Cada país calcula su inflación basándose en el Índice de Precios al Consumo (IPC), que monitoriza cómo evolucionan los precios de los bienes y servicios que consumen sus ciudadanos. Aunque la metodología para recoger los precios puede variar de país a país, suele incluir encuestas, consultas telefónicas o visitas físicas a las tiendas por parte de los organismos públicos encargados de calcular el IPC. Habitualmente (como en España, México, Francia o Estados Unidos) el cálculo se realiza cada mes.
Truflation, en cambio, mide diariamente la variación de la inflación de Estados Unidos, utilizando para ello los precios actualizados del mercado que recogen diferentes proveedores de datos: la propia base de datos del Bureau of Labor Statistics que elabora el IPC estadounidense, agregadores comerciales como Nielsen, instituciones como la Universidad Estatal de Pensilvania y casi 100 millones de códigos de artículos. De esta forma, el indicador sigue la evolución de la inflación en tiempo real y de forma precisa.
Pero el potencial de esta tecnología va más allá de las iniciativas independientes, y está siendo aprovechado por empresas y gobiernos para aumentar la seguridad y transparencia de sus servicios.
Trazabilidad, servicios públicos y COVID-19
Carrefour ha anunciado que utilizará ‘blockchain’ para trazar el recorrido de sus productos bio, desde su producción hasta su venta en las tiendas. Alcampo lo está usando ya para trazar el recorrido de sus huevos camperos. La tecnología de cadena de bloques permitirá que los consumidores de estos productos tengan información transparente y exhaustiva sobre su procedencia y métodos de producción.
Estonia, uno de los países más avanzados en digitalización de los servicios públicos, apoya su gobernanza en ‘blockchain’. El ciudadano facilita su información personal solo una vez y las diferentes administraciones públicas toman los datos que necesitan cuando deben realizar algún trámite. Esto no impide que la persona sea dueña y tenga pleno control sobre sus datos: cualquier intento no autorizado de acceder a ellos es inválido y constituye un delito penal. De esta forma, ‘blockchain’ permite llevar a cabo un control férreo de la privacidad que se ejerce de manera automatizada. Esta tecnología también beneficia al sistema de salud estonio, que la utiliza para garantizar la seguridad de los registros sanitarios de los pacientes.
Siguiendo con el ámbito sanitario, también hay aplicaciones para afrontar la pandemia de COVID-19: en verano de 2021, la plataforma de viajes Amadeus llegó a un acuerdo con IBM para utilizar su Digital Health Pass, una aplicación basada en tecnología de bloques que permite a las empresas verificar con rapidez datos sanitarios de empleados, clientes y visitantes. De esta forma, se evitan los cuellos de botella en los controles COVID-19 al acceder a estadios deportivos, conciertos o aeropuertos, como los que llegaron a causar colas de hasta seis horas en el aeropuerto londinense de Heathrow en julio de 2021. Como en el caso de Estonia, las empresas establecen qué fines y condiciones rigen la cesión de los datos. Los usuarios los administran directamente en una ‘billetera’ digital encriptada y controlan cuáles de ellos comparten.
Finanzas, exportación y sostenibilidad
BBVA lleva cinco años explorando el potencial innovador que tiene la tokenización de activos para causar un impacto transformador en los mercados de capitales y en cualquier intercambio de valor o información. La entidad ha sido pionera, por ejemplo, en aplicar ‘blockchain’ a los préstamos sindicados: en 2019 recibió el premio ‘The Banker Tech Award’ por el proyecto Arion, iniciativa para aplicar la cadena de bloques a la fase de negociación de estos préstamos, con la emisión de diversos proyectos piloto con clientes a través de esta plataforma.
Además, el banco es miembro del consorcio español Alastria, del europeo Inatba, es accionista de la empresa de ‘software’ ‘blockchain’ R3 y participa en el grupo de trabajo del euro digital y en el Digital Currency Governance Consortium del Foro Económico Mundial.
BBVA Suiza es el primer banco en desplegar un servicio de compraventa y custodia de bitcoin y ether.
El potencial de ‘blockchain’ para impactar en cómo los activos digitales se almacenan y comercializan resulta atractivo para su aplicación en pagos, financiación y cadenas de suministro. “El concepto se encuentra todavía en una fase muy temprana, y hay muchas cuestiones sobre la mesa: gestión de las bases de datos abiertas, papel de los depositarios, compensación de las posiciones de riesgo, etc”, explica Alicia Pertusa, responsable de Estrategia de Client Solutions de BBVA.
No obstante, la amplia experiencia del banco en el estudio de la cadena de bloques ha llevado a que BBVA Suiza sea el primer banco en desplegar un servicio de compraventa y custodia de bitcoin y ether. “Nuestro producto está enfocado a un perfil de cliente de banca privada que busca diversificación en este tipo de activos”, continúa Pertusa. “Nuestra mayor ventaja para estos perfiles es que podrán tener integrada la gestión de su portfolio tradicional con el digital, en un banco con presencia internacional, regulado y con más de 150 años de historia”.
La capacidad de esta tecnología para programar y ejecutar automáticamente grandes volúmenes de transacciones hace que algunos países estén empezando a utilizarla para gestionar su logística internacional. Egipto ha incorporado Advanced Cargo Information (ACI), un sistema de información basado en ‘blockchain’, al portal digital que conecta todos los puertos del país y gestiona la logística de sus operaciones de importación, exportación y tránsito. ACI ayuda a automatizar el proceso aduanero de las mercancías que entran en Egipto, lo que reduce el tiempo de tramitación y los gastos de las empresas exportadoras. El ministro de Finanzas de Egipto, Mohamed Maait, afirmaba que “esta nueva tecnología simplificará en gran medida el comercio de las empresas de todo el mundo con Egipto, y ayudará a cumplir el plan del Gobierno de crear el centro logístico más avanzado de la región”.
Y un ejemplo aplicado a la sostenibilidad. Los mercados del agua son un mecanismo para vender o arrendar derechos de uso de agua, normalmente bajo el control de la Administración Pública. El próximo que tendrá lugar en Queensland (Australia), a mediados de 2022, utilizará la plataforma ‘blockchain’ Water Ledger para mejorar la gestión y transparencia de estas transacciones.
Ya en 2020, un proyecto piloto de la empresa Civic Ledger demostró que esta plataforma reduce los tiempos de negociación entre las partes de meses a días, ya que las transacciones de la cadena de bloques se realizan en solo unos segundos. Además, muestra el último precio negociado en tiempo real. Ahora, esta aproximación se utilizará en un mercado real para afrontar los retos que plantea la escasez de este recurso fundamental. “Es vital que, a la hora de tomar decisiones sobre la gestión del agua, utilicemos solo los datos más precisos y confiables, y la tecnología ‘blockchain’ nos ayuda a hacerlo”, explicaba Katrina Donaghy, CEO de Civic Ledger.
Proyectos en marcha que muestran el potencial de ‘blockchain’ para ayudar a la transición de la economía y la sociedad hacia modelos más sostenibles, eficientes y seguros.