TTIP: los retos geoestratégicos del acuerdo
Hasta ahora, mucho se ha dicho sobre las posibles consecuencias – positivas y no tan positivas – que el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. pueden tener para la Unión Europea. De lo que no se ha hablado tanto es de las repercusiones a nivel geopolítico que este acuerdo supone para ambos lados del Atlántico.
Desde la segunda Guerra Mundial, Europa y EE.UU. han trabajado para crear una sólida alianza. Los avances realizados a través del Plan Marshall, la fundación de la OTAN y las relaciones económicas con la UE han dado como resultado un periodo de cooperación transatlántica sin precedentes. Esta asociación es fundamental para afrontar los retos globales que ahora tenemos delante.
El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, conocido como TTIP, puede suponer una nueva oportunidad para estrechar relaciones entre Europa y los Estados Unidos. Por eso, es necesario analizarlo desde el plano político, además del económico.
¿Es bueno o malo para los ciudadanos?
El TTIP aporta beneficios a ciudadanos a uno y otro lado del Atlántico. ¿Cómo? A través de dos ejes:
- Beneficios a través del Comercio: la Asociación Económica
Es el mejor camino para que la UE y EE.UU. creen un mercado único más integrado y más grande, que ofrezca a sus ciudadanos un camino hacia un futuro económico más brillante en una economía mundial que se globaliza rápidamente.
Así, la mejora del acceso a los mercados y la cooperación regulatoria estimularán la eficiencia económica y el empleo. Pero el TTIP apunta más alto, hacia el establecimiento de unas nuevas reglas para el comercio y la inversión, con un especial foco en el comercio y propiedad intelectual digitales, y en la armonización de las regulaciones para la creación de negocios globales.
Desde el punto de vista estratégico, el tratado transatlántico ofrece la oportunidad de fortalecer la posición de Europa y del Eje Atlántico. El TTIP es la apuesta de la UE y EE.UU. para luchar por mantener su liderazgo político en un mundo que mueve su centro de gravedad económica al este, hacia Asia.
- Beneficios a través de una Alianza para la Seguridad
A menudo, la percepción general es que los principales retos que enfrentamos hoy son económicos. Pero EE.UU. y la UE también comparten el desafío de combatir los desastres humanitarios, el terrorismo yihadista, la proliferación nuclear o la crisis de los refugiados que huyen de países en guerra.
Las amenazas globales necesitan soluciones globales y la mejor forma de garantizar nuestra seguridad es encontrar una manera de cerrar estrechas alianzas. Y la realidad es que Europa y EE.UU. son más fuertes cuando trabajan unidas.
Esto es de vital importancia, sobre todo teniendo en cuenta que el TTIP promueve el modelo occidental: el libre mercado y la iniciativa individual en contra del modelo de economía planificada.
En la mayoría de los casos, los mercados abiertos y una mayor seguridad van de la mano. Sin embargo, a veces, Europa tiene que estar preparada para dar prioridad a la seguridad sobre la economía, como sucede en el caso de las sanciones a Rusia por la crisis de Ucrania.
Como conclusión, en esta etapa del proceso de negociación del TTIP, Europa debe aprovechar para mejorar y fortalecer la asociación transatlántica. El TTIP es una oportunidad única para fortalecer la competitividad de la economía transatlántica y mejorar las vidas de los individuos en uno y otro bloque. El mayor reto al que se enfrenta la UE es mantener el impulso político en marcha. Y para ello tiene ahora una gran oportunidad: una ventana de tiempo que debe aprovechar.