Tres productos de ahorro más seguros
Hoy día, ya no sólo los ahorradores por convicción se deciden por productos bancarios seguros, quien más y quien menos se apunta a las opciones más conservadoras para invertir sus ahorros y conseguir cierta rentabilidad.
Los productos a largo plazo tampoco son los elegidos, ya que nunca se sabe cuándo puede llegar a necesitar el dinero. Suele decirse que, los productos bancarios, cuanto más líquidos y flexibles mejor.
¿Qué ofrecen los bancos? ¿Se están adaptando a este cambio de intereses de sus clientes? Los bancos también necesitan pasivo, así que ofrecer productos de ahorro financiero que se adaptan a las necesidades del mercado. Por eso, los principales productos de ahorro que se comercializan, y los que más se contratan por los inversores más enemigos del riesgo, son los depósitos, fondos de inversión en renta fija (para los que se animan a invertir a largo plazo) y las cuentas remuneradas.
Los depósitos bancarios siguen siendo los reyes del ahorro seguro: rentabilidad asegurada, plazos para todo tipo de gustos en función del producto y una liquidez más o menos flexibles, dependiendo de si el producto le penalizaría por cancelar el producto antes de tiempo con la merma de los intereses o, sin embargo, le permitiría recuperar su dinero sin ningún tipo de cargos.
Además, son un producto seguro gracias a la garantía de la inversión que ofrece el Fondo de Garantía de Depósitos de hasta 100.000 euros, en el caso de que la entidad bancaria quebrase.
Para un ahorrador que cuenta con una cifra que oscile entre los 5.000 y los 10.000 euros para invertir, otra buena opción podrían ser los fondos de inversión en renta fija. La renta fija no ofrece tan buena rentabilidad como la renta variable, pero teniendo en cuenta que está obteniendo resultados negativos en estos últimos meses, la opción de invertir en renta fija a largo plazo, para aquellos que no necesiten disponer de su dinero en un plazo breve de tiempo (al menos unos 3 ó 5 años), la rentabilidad podría ser superior al 4 por ciento en algunos casos.
Y, como siempre, las cuentas remuneradas siguen siendo el producto de ahorro más socorrido para aquellos que no tienen tanto capital como para invertir en los dos productos anteriores. La rentabilidad inicial puede llegar al 4 por ciento, las entidades bancarias parece que están contentas con el resultado de estos productos entre sus clientes, y nada parece indicar que se producirán revisiones a la baja en el tipo de interés.
Son instrumentos líquidos, una magnífica oportunidad para ver crecer nuestros ahorros, y con una gran variedad de productos para elegir.