¿Qué tomar en cuenta para invertir en bolsa?
Invertir en bolsa es una tarea relativamente simple, pero que requiere estar bien informado para no tropezar con obstáculos desagradables en el camino. Lo primero es conocer cuáles son nuestras expectativas.
Por ejemplo, si se busca un retorno atractivo en un plazo de uno o dos años, la bolsa puede ser una buena opción. En cambio, si la idea es obtener retornos en plazos muy cortos, es mejor optar por un producto financiero tradicional de tasa fija. Por eso, antes de cualquier inversión, se debe tener claro el plazo y los retornos que se espera recibir en ese lapso, así como los niveles de riesgo que se está dispuestos a tolerar: bajo, moderado o alto.
Un detalle muy importante es que en Perú las únicas empresas que tienen autorización para invertir de manera directa en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) son las Sociedades Agente de Bolsa (SAB). Por esa razón, tome en cuenta que las SAB siempre tendrán que actuar de intermediarias.
Mejor acompañado que solo
La primera recomendación es elegir una Sociedad Agente de Bolsa que ofrezca una asesoría financiera integral que permita definir un portafolio de acciones que calce con nuestro perfil de inversionista. “En todo momento hay que ser consciente de que no es posible tener control absoluto sobre las fluctuaciones del mercado, por lo que un asesor ayuda a mantener el foco en los factores sobre los que podemos tener mayor dominio”, comenta Jorge Ramos, gerente general de BBVA Continental Bolsa SAB. Sobre los gastos que conlleva una inversión bursátil, tenga en mente que las comisiones de la SAB, de la BVL y de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) tienen un costo aproximado del 1,3% de la inversión.
¿Montos pequeños o grandes?
En realidad, no existe un monto mínimo para colocar en el mercado bursátil, pero cantidades por debajo de los 10 mil soles pueden acarrear comisiones variables más altas. Sin embargo, si uno es principiante y quiere aprender poco a poco cómo funciona la bolsa, no es descabellado empezar con un monto relativamente pequeño. Es usual que un portafolio tienda a la diversificación con, por lo menos, cuatro o cinco acciones. De esta manera, el cliente evita estar expuesto al riesgo único de una empresa.
Seguimiento desapasionado
Es recomendable realizar un monitoreo de las inversiones, pero sin caer en obsesiones o manías que lo alejen de su horizonte final. Si uno decide moverse al ritmo de las turbulencias del mercado financiero puede hacer cambios bruscos en la composición de su portafolio y perder los objetivos a largo plazo. Por objetivos nos referimos a los límites de ganancias o pérdidas. Es decir, si en dos años esperaba ganar un 25%, pero el objetivo se consiguió antes del plazo, lo lógico es vender para asegurar las ganancias. En paralelo, si las pérdidas llegaron al límite de las expectativas, la venta también sería la sugerencia. Para ir afinando la estrategia, es una buena alternativa tener reuniones trimestrales con nuestro agente de bolsa para evaluar el comportamiento de nuestro portafolio.
En resumen, conocer nuestro perfil de inversionista, asesorarnos bien y tener cabeza fría nos puede deparar una experiencia placentera en bolsa y obtener interesantes dividendos.