Todo comienza con un 'clic'
Hoy todo comienza con un clic y ese mismo clic es la distancia que tenemos a todo lo que podamos imaginar. La tecnología ha cambiado las formas en las que hacemos las cosas, cómo nos comunicamos, en la que compramos, en la manera de informarnos y hasta la manera de trabajar.
Debo reconocer que pertenezco a una generación privilegiada. Sí, soy parte de la generación que vivió la transición AI/DI (antes de internet y después de internet), vivimos la revolución de las pequeñas cosas, cosas tan esenciales como comunicarnos o simplemente poder disfrutar nuestra música preferida.
Desde temprana edad me incliné hacia la música y cerca de cumplir 15 años empecé a tomar clases de batería. Me involucré de una manera tal, que pasaba horas frente al receptor de radio, intentando grabar canciones en casetes de cinta; por supuesto que coincidir con las que me gustaran y poder grabarla completa sin interrupciones del locutor, valían varias clases adicionales. Hoy tenemos horas de música disponible todo el tiempo y el acceso a toda una biblioteca abundante, vídeos de clases virtuales actualizadas y dictadas por los mejores referentes. En esos años este lujo de la inmediatez era impensable y hoy, accedemos a lo que necesitamos en el momento, con una extensa variedad de opciones y contenido de calidad, muchos de ellos gratis.
Este pequeño ejemplo, pero a la vez significativo, puede dar la pauta de cómo la tecnología ha cambiado nuestra vida. Si observamos, encontramos que muchas de las cosas que hoy nos parecen normales, en su momento representaban verdaderas odiseas. Estamos viviendo la era digital, en la cual es inaceptable vivir sin datos de acceso a internet, vital para cumplir nuestras tareas.
Trabajo con datos y, como nadie, soy consciente de la enorme cantidad que diariamente generan los dispositivos conectados a internet, dispositivos que actúan como sensores y que desde un simple clic nos conectan de forma instantánea con el mundo entero. Estos son los que nos cuentan con precisión las necesidades o mejor aún, las preferencias de nuestros clientes, dándonos así la gran oportunidad de proveer soluciones adecuadas y coherentes para cada uno de ellos. Una vez más, la tecnología es la gran facilitadora que nos permite tomar decisiones rápidas que impacten de manera positiva en nuestros clientes.
Personalmente, esto es un desafío diario, inspirado en el propósito del banco, ya que vivimos en la era de las oportunidades y más allá de nuestro rol tradicional, tenemos el privilegio de poder generar más valor si sabemos identificarlas.
Para quienes como yo, han vivido el recorrido desde el antes y el después, probablemente se sorprendan ante cada nuevo adelanto. Hoy llevamos hasta el banco en el bolsillo, con las infinitas posibilidades que eso representa. Creo que esta era de disrupción y de cambio de paradigmas es un desafío para nosotros, quienes nos vemos obligados a pensar de forma más ágil, y para las empresas, que deben embanderarse con la innovación para acompañar estos procesos de cambio.
Material de la campaña publicitaria 'La Revolución de las pequeñas cosas'. - BBVA
En BBVA Paraguay impulsamos la campaña llamada 'La revolución de las pequeñas cosas', para generar conciencia sobre las grandes oportunidades que se nos presentan gracias a la tecnología, y así poder sacar el mayor provecho de ellas. Nosotros como banco nos valemos de la misma para desarrollar canales que nos acerquen al día a día de nuestros clientes, siendo ellos los que eligen cómo, cuándo y dónde conectarse con nosotros.