Test de estrés a la banca europea: más severo que en años anteriores
El pasado 31 de enero, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) anunció el lanzamiento de un nuevo test de estrés que realizará la banca de la zona euro a lo largo de este año. Desveló asimismo los escenarios macroeconómicos bajo los cuales llevará a cabo dichas pruebas de resistencia. El escenario adverso implica una desviación del 8,3% con respecto al PIB estimado para la UE en 2020, el más severo de todos los ejercicios realizados hasta la fecha, para la zona euro. La EBA espera publicar los resultados el 2 de noviembre de 2018.
Los test de estrés de la banca son pruebas que miden la resistencia de las entidades financieras para soportar distintas situaciones macroeconómicas. A raíz de la crisis financiera internacional de 2007, se han convertido en una herramienta relevante de supervisión.
Las pruebas de resistencia a la banca europea que se llevarán a cabo a lo largo este año, serán las sextas que realiza la Autoridad Bancaria Europea después de las llevadas a cabo en 2009, 2010, 2011, 2014 y 2016. Los resultados se conocerán el próximo 2 de noviembre. Como novedad principal, el test de estrés incorporará por primera vez el impacto de la nueva normativa de contabilidad (IFRS 9). No se incluye, al igual que ya ocurrió en 2014, un umbral para aprobar el test, ya que los resultados del ejercicio se incorporarán en el Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (SREP) que el Banco Central Europeo (BCE) realiza a las entidades periódicamente, y que determina el capital que exige a cada una.
En esta edición, 48 bancos participarán en las pruebas de estrés, todos ellos con un volumen de activos superior a los 30.000 millones de euros. Esto supone analizar el 70% de activos del sector bancario de la UE. Del total, cinco bancos son españoles: BBVA, Santander, Caixabank, Sabadell y BFA (holding de Bankia).
Escenarios macro
La Autoridad Bancaria Europea ha anunciado los escenarios macroeconómicos sobre los cuales se realizarán los test de estrés. El escenario base está en línea con las previsiones de crecimiento a cierre de diciembre, publicadas por el Banco Central Europeo. Por su parte, el escenario adverso está diseñado para garantizar un nivel adecuado de severidad en todos los países de la UE. Las tasas implícitas de crecimiento del PIB real de la UE en este escenario serían de -1,2%, -2,2% y + 0,7%, en 2018, 2019 y 2020, respectivamente. En general, implica una desviación a la baja de un 8,3% del PIB de la UE previsto para 2020 (frente al 7,1% del ejercicio de 2016). Se trata del escenario más severo para la zona euro de todos los ejercicios de la EBA realizados hasta el momento.
En concreto, este escenario adverso asume la materialización de cuatro riesgos sistémicos que, en este momento, constituyen las principales amenazas para la estabilidad del sector financiero europeo. Estos riesgos son:
- Un incremento considerable de las primas de riesgo en los mercados financieros globales y su contagio a los países europeos, que conduciría a un endurecimiento de las condiciones financieras.
- Bajas tasas de crecimiento nominal, consecuencia de la disminución de la actividad económica en la Unión Europea. Esto afectaría, en particular, a los sistemas bancarios que tengan desafíos estructurales pendientes de resolver.
- Incertidumbre respecto a la sostenibilidad de la deuda pública y privada en un entorno de mayor incertidumbre política y aumento de las primas de riesgo.
- Riesgos de liquidez en el sector financiero “no bancario” que pueda contagiarse a todo el sistema financiero en general.