TEDxMadrid desde dentro

El pasado sábado 10 de septiembre se celebró la octava edición de TEDxMadrid. La capital española acogía este evento patrocinado por Blue BBVA, con el lema #Trust como bandera. “Lo primero que hacemos es definir un concepto, y luego nos preguntamos, dentro de ese gran tema rector, de qué se debería hablar, qué ideas necesita la ciudad y el momento que vivimos”, afirma Antonella Broglia, promotora de TEDxMadrid. Es a partir de ese concepto general desde donde se empiezan a desgranar las diferentes variables que se pueden tratar, en un proceso en el que el último paso es la elección del ponente.

“Por ejemplo, ‘trust’ nos lleva a pensar en robótica, en datos, en fiarse de los datos o de las máquinas… y si de esta reflexión se decide hablar de inteligencia artificial aplicada al arte, entonces pensamos quién sería el ponente más apropiado para eso”, explica Broglia.

Con esta filosofía, TEDxMadrid ha buscado ideas en torno a la confianza desde muchos prismas posibles: la confianza que depositan los padres en las personas que cuidan a sus hijos, la de los jóvenes en nuevos sistemas de transacciones financieras como el blockchain o el fiarse de la generosidad de las personas para poder dar la vuelta al mundo. Historias que hablan de confianza que, bien contadas, pueden despertar el interés del oyente.

El arte del buen speaker

Asistimos a los ensayos previos a la puesta de largo del TEDxMadrid. Una sala a oscuras de Matadero Madrid con un único foco de luz que ilumina un círculo rojo en el suelo. El equipo encabezado por Antonella escucha a uno de los conferenciantes y le da los últimos consejos. El trabajo de los ponentes empieza mucho antes. “Primero pedimos que expliquen la idea clave en media página de texto y después se trabaja a un guion índice. Se debate y el ponente desarrolla el guion palabra por palabra”, revela Antonella Broglia.

El formato de las charlas es una de las claves del éxito de los millones de visualizaciones de los vídeos TED: discursos muy trabajados, máximo de 18 minutos para explicar ideas en ocasiones algo complejas, una estética con pocos artificios y un apoyo visual mínimo y sencillo. Un verdadero reto para los conferenciantes, que en algunos casos se enfrentan a su primera charla a este nivel. “Es tiempo y dedicación. Todo el mundo es un buen orador. Los introvertidos también”, afirma la responsable del TEDxMadrid.

Un altavoz para hacer llegar tu mensaje

Es el caso de Angélica Dass, fotógrafa y activista que ha vuelto a participar en TEDxMadrid después de una primera aparición en 2013.  “Tengo un poco de pánico escénico, aunque tenía experiencia en otro tipo de conferencias”, relata la brasileña después de haber realizado su ensayo. “Impone. Mi mayor dificultad es controlar los nervios”. Miedo que superó con su intervención en 2013, con la que ha conseguido cerca de millón y medio de reproducciones. Además, su charla fue elegida como una de las mejores de ese año en Europa y la llevó incluso a participar en una conferencia en su país ante más de 6.000 personas. “Mi trabajo ya era muy conocido antes de participar en TEDxMadrid, pero sí me ha ayudado a contar la historia detrás de mi trabajo y los porqués”, añade.

Los vídeos de TED y sus franquicias TEDx por todo el mundo tratan temas muy diversos y bajo diferentes puntos de vista. Pero tienen varios aspectos en común que explican parte de su éxito. “Los ponentes deben tener la voluntad de dar prioridad a la charla en su agenda y dedicar tiempo a preparar.  Esa es la clave”, sentencia Broglia. “Las TEDx no son conferencias sectoriales. No es una conferencia tecnológica o de Internet o de emprendimiento. Es de ideas y se basa en la interdisciplina”, añade. Ideas que merecen la pena ser contadas, tal y como reza su lema.