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Educación financiera Act. 03 feb 2017

Tecnología NFC, pagos por proximidad con el móvil

La tecnología NFC, Near Field Communications, es una tecnología que permite la comunicación a corta distancia entre dos disposivos electrónicos de manera inalámbrica. Esta tecnología no es nueva, dado que comenzó a usarse en el año 2003, pero desde comienzos de este año, se están produciendo importantes avances en el segmento de apertura de nuevos canales de pago por proximidad en el móvil basados en esta tecnología.

Las características principales de este sistema se basan en la velocidad de transmisión de datos y en el corto alcance de la transmisión entre los dispositivos. A partir de una separación superior a los 20 centímetros, esta comunicación no funciona, por lo que para interceptarla se hace bastante complicado. Además, se permite el envío y recepción de datos en simultáneo a una velocidad de transmisión elevada, por lo que esta tecnología es muy adecuada para la realización de transacciones económicas seguras.

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Qué requisitos técnicos son necesarios

El requisito principal es que nuestro teléfono móvil cuente con la tecnología NFC incorporada o que dicha tecnología sea adoptada por las propias tarjetas de débito o crédito. Esta tecnología se está incorporando progresivamente en todos los smartphones de última generación, encabezados por los teléfonos de Google y Nokia, seguidos del resto de fabricantes. En segundo lugar, necesitamos que los comercios y sites habituales de micropagos incorporen estas tecnología como medio de pago.

Sin ir más lejos, en España se ha realizado ya una experiencia piloto de pago en Sitges que ha resultado muy satisfactoria y en Málaga, se ha lanzado una experiencia piloto con 50 usuarios para poner en marcha esta tecnología incorporado ya este sistema de pago por proximidad en sus autobuses.

El último movimiento que se ha producido en la combinación de estos servicios de micropagos basados en la tecnología NFC, se ha llevado a cabo en EEUU con el acuerdo entre American Express y su plataforma de pagos por internet y Google con su terminal Nexus One para incluir este sistema de pagos en todos los comercios que acepten las tarjetas de AmEx.

Qué problemas tiene esta tecnología actualmente

A nivel tecnológico, sólo falta que los grandes operadores de teléfonos y los principales servicios de pago hagan una apuesta seria por implementar este servicio.

Las tarjetas de débito y crédito tienen una penetración adecuada, pero si revisamos los datos, podemos comprobar que la explosión de las tarjetas en España se produjo a partir del año 2000 en adelante. En esta tesitura, la barrera de la edad en los servicios financieros es una barrera importante para el colectivo de nuestros mayores y por tanto, un sistema de pago basado en tecnología de smartphones excluye automáticamente a un segmento amplío de la población.

El segundo problema, es el impacto de la carencia de efectivo y las trazas de dichos pagos. Hoy por hoy, las tarjetas tienen un gran uso pero gana por goleada su faceta de disposición de efectivo en cajeros frente al propio pago con la tarjeta. A pesar de que nos parezca absurdo, muchos usuarios prefieren pagar en efectivo sacando antes dinero del cajero por el mero hecho de mantener la privacidad que otorga el pago en efectivo, sea de la cuantía que sea.

En este maremagnum, nos encontramos con la irrupción de un nuevo servicio de pago que necesita inicialmente que el usuario cuente con un teléfono de última generación, y a la vez, necesita definir unos protocolos claros de seguridad y movimientos de dinero, ya sea vinculación directa con una cuenta corriente, con el crédito de una tarjeta o con un sistema de recarga de dinero en el sistema de pagos.

¿Realmente los usuarios demandan nuevos canales de pago?

En el fondo, la tecnología NFC sólo sirve para sustituir la actual tarjeta de crédito o débito por el móvil pero no aporta ninguna novedad sustancial en el canal de pago. Es decir, un método de pago seguro por la red sí sería novedoso pero los métodos sustitutivos tienen que luchar con la propia barrera del usuario final. Esta barrera es tan sencilla como escoger si quiero llevar mis tarjetas encima o no, pero no se puede plantear esta disyuntiva si ya tengo incorporado el sistema de pagos en el móvil.