¿Qué son los 'swaps' y cómo funcionan? ¿Cuál es su finalidad?
Un 'swap' es un acuerdo de intercambio financiero en el que una de las partes se compromete a pagar con una cierta periodicidad una serie de flujos monetarios a cambio de recibir otra serie de flujos de la otra parte. Estos flujos responden normalmente a un pago de intereses sobre el nominal del 'swap'.
La finalidad de un 'swap' es convertir un esquema de pagos en otro de una naturaleza diferente, más adecuada a las necesidades u objetivos de los participantes, que pueden ser tanto clientes minoristas como inversores y grandes empresas.
Un cliente particular podría por ejemplo decidir hacer un 'swap' para transformar los pagos variables de su hipoteca ligados al euríbor por unos pagos a tipo de interés fijo. De esta forma reduciría el riesgo de subidas inesperadas en la cuota.
Las grandes empresas emiten títulos de deuda o bonos para financiarse en los que pagan un tipo de interés fijo a los inversores y en muchas ocasiones contratan un 'swap' para transformar esos pagos fijos en otros variables ligados a los tipos de interés de mercado. Las razones son diversas y generalmente van encaminadas a optimizar la estructura de deuda.
Asimismo este tipo de producto puede ser útil para una empresa que emite bonos en divisa extranjera y prefiere convertir esos pagos a su moneda local a través de la contratación de un 'cross-currency swap'. Este tipo de 'swaps' de divisas pueden formalizarse con motivo de un préstamo o de ingresos en divisa que es necesario pasar a moneda local o viceversa.
La finalidad de un 'swap' es convertir un esquema de pagos en otro de una naturaleza diferente.
Un 'swap' se define técnicamente a partir de los siguientes factores factores:
- Fecha de comienzo y fecha final del 'swap'.
- Nominal: cantidad sobre la que se calculan los flujos de ambas partes.
- Tipo o margen de interés de cada parte contratante.
- Índice de referencia para la parte variable.
- Periodicidad o frecuencia de pago.
- Base de cálculo de cada parte: forma en la que se calculan los intereses, definiendo básicamente como se contabilizan los días entre dos fechas.
En el 'swap' más común se paga un tipo de interés fijo a cambio de recibir un tipo de interés variable. Este tipo variable está ligado a la evolución de algún índice siendo en Europa el más común el euríbor.
El mercado de 'swaps'
El mercado de 'swaps' representa cerca del 80% del mercado global de productos derivados, alcanzando 320 trillones de dólares americanos a final de 2015. Al ser productos generalmente adaptados a la necesidad del cliente, y no fácilmente estandarizables para negociarlos en una cámara o ‘exchange’, han sido siempre considerados un mercado Over The Counter (OTC). Sin embargo, es uno de los mercados más grandes, líquidos y competidos del mundo.
A pesar de estas características, no han escapado a la digitalización en los últimos años y un gran porcentaje de los contratos más comunes se negocian electrónicamente a través de plataformas como Bloomberg, Tradeweb o las específicas de cada bróker.
El mercado de 'swaps' está en un proceso de importantes cambios regulatorios en busca de mayor transparencia, acceso a la información y reducción del riesgo sistémico.