¿Qué supone registrar un contrato de arrendamiento?
El registro de un contrato de alquiler en la Cámara de la Propiedad u organismos autonómico similar no es obligatorio, pero sí resulta beneficioso para ambas partes en determinados aspectos.
Los contratos de arrendamiento son acuerdos privados entre las partes en los que propietario e inquilino determinan las condiciones del alquiler y no hay obligación de registrarlo en ningún organismo. Sin embargo registrarlo en el organismo autonómico dispuesto por cada Comunidad Autónoma para ello tiene una serie de consecuencias.
El registro es gratuito y favorece a ambas partes en diversos aspectos, llegando a ser obligatorio para obtener ciertas ayudas o ventajas fiscales y de otra índole. Muchos de estos aspectos dependen de la Comunidad Autónoma, que es quien tiene competencias en esta materia, por lo que pueden variar de una a otra.
Aspectos legales
Más allá de que el contrato sea válido independientemente de su registro o no, hay una serie de aspectos legales que sí son diferentes por el hecho de que el contrato esté registrado.
El registro del contrato permite al propietario acceder a un mecanismo más rápido y efectivo de deshaucio en caso de impago de la renta por parte del inquilino. En estos casos la falta de pago podrá dar lugar a la resolución del arrendamiento, sin más exigencia que un previo requerimiento notarial o judicial y no será necesaria una sentencia declarativa.En el momento en que se registra el contrato en el organismo correspondiente también queda allí depositada la fianza. Eso supone una garantía para el inquilino a la hora de que, llegado el momento de su finalización o rescisión, pueda recuperarla sólo con el documento que acredite su término.
Además, en caso de venta del piso durante la duración del contrato, si el contrato de alquiler tiene una duración inferior a cinco años el comprador está obligado a mantener al inquilino ese periodo de tiempo, esté o no inscrito. Pero en los contratos superiores a cinco años, si no están registrados, el comprador sólo debe mantener al arrendatario los cinco primeros años, mientras que si está registrado, debe mantenerlo la totalidad del plazo del contrato.
Ventajas fiscales y otras
Los jóvenes que viven alquilados tienen la posibilidad de beneficiarse de una deducción el IRPF. Para la deducción en la cuota estatal no requiere el registro, pero para la cuota autonómica las comunidades sí pueden exigir que el contrato de alquiler esté registrado.
De igual manera algunas Comunidades exigen el registro del contrato para incluir esos pisos en las bolsas de alquiler, que ofrecen a los propietarios una serie de garantías legales a la hora de arrendar sus propiedades.