Steven Pinker y Peter Singer, Premio Fronteras del Conocimiento por sus estudios sobre el progreso humano y la consideración moral de los animales
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales ha sido concedido a Steven Pinker (Universidad de Harvard) y Peter Singer (Universidad de Princeton) por haber llevado a la esfera pública debates tan relevantes como la función de la racionalidad, el conocimiento científico y los valores del humanismo, así como la consideración moral de los animales, con un gran impacto e influencia en el modelado de la cultura y el marco legal del presente.
"Steven Pinker ha compaginado logros muy destacados en psicología cognitiva evolucionista con análisis sumamente perspicaces de las condiciones del progreso humano. Su visión de este progreso ofrece una perspectiva optimista anclada en la razón, la ciencia y el humanismo”, detalla el acta del jurado.
Sobre Peter Singer, el jurado destaca que “marcó un punto de inflexión al extender y fundamentar la ética aplicándola al dominio de los animales, con notables consecuencias para la legislación internacional sobre el bienestar animal y el progreso moral”.
Steven Pinker: el mundo es mejor de lo que creemos
La mayoría de las personas, explica Steven Pinker, construyen su imagen de la realidad a partir de las noticias –generalmente una sucesión de crímenes, conflictos y catástrofes terribles con las que les inundan todos los días a través de los medios de comunicación. “Son un sondeo aleatorio de las peores cosas que han ocurrido en el planeta Tierra en un día cualquiera. Esto alimenta nuestro sesgo de disponibilidad, es decir, lo que es fácilmente accesible a nuestra mente es lo que pensamos que es más común o recurrente, y por ello al leer continuamente sobre ataques terroristas, hambrunas y guerras, pensamos que se están incrementando. Pero si cambias tu percepción del mundo, pasando de las noticias a los datos, descubres que en realidad la situación del mundo es mucho mejor de lo que creías”, afirma Pinker.
Steven Pinker, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales.
Las cosas buenas, añade, “suelen lograrse gradualmente, como que cada día 137.000 personas se liberan de la pobreza extrema. Al mismo tiempo, hay muchas cosas que no ocurren, como por ejemplo todas las regiones del planeta donde no hay una guerra en estos momentos, que no están recogidas en las noticias, pero sí pueden visibilizarse con datos”.
La defensa de la racionalidad humana como motor del progreso es precisamente la temática de los tres últimos libros publicados por Steven Pinker (‘Los ángeles que llevamos dentro: El declive de la violencia y sus implicaciones’; ‘En defensa de la Ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso’; y ‘Racionalidad: Qué es, por qué escasea y cómo promoverla’), que se han convertido en un éxito editorial en todo el mundo. En ellos documenta los avances que se han logrado a lo largo de los últimos siglos en todos los principales indicadores de bienestar.
“Lo que he pretendido demostrar es que el progreso es un fenómeno real, medible, que claramente se refleja en los datos sobre las principales tendencias históricas sobre la condición humana a escala mundial”, explica Pinker. “Pero el progreso no es una fuerza de la naturaleza, sino que se puede atribuir al impacto de los ideales fundamentales de la Ilustración: podemos usar el conocimiento para mejorar el bienestar humano a través de la ciencia”.
La racionalidad, para el psicólogo galardonado, importa no sólo “porque nos ayuda a tomar las mejores decisiones en nuestra vida personal”, sino que además es relevante "para la sociedad en su conjunto porque impulsa el progreso moral”, reflejado en mejoras como la abolición de la esclavitud y avances en los derechos de las mujeres y los homosexuales. Una conclusión que Pinker comparte plenamente con Peter Singer: “Los datos que he presentado en mis libros muestran que nuestra preocupación por los demás se ha expandido a toda la humanidad, y estoy plenamente de acuerdo en que también debería continuar extendiéndose a todos los seres sintientes”.
Peter Singer: ampliar la consideración moral a otras especies
Para Peter Singer, “la frontera de nuestra especie no es una distinción moralmente crucial”, ya que los demás animales con los que compartimos el planeta también pueden sufrir placer y dolor. “El hecho de que los animales no pertenezcan a la especie ‘Homo sapiens’ no hace que su dolor sea menos importante, desde el punto de vista ético, que el dolor de un miembro de nuestra especie. El dolor es dolor, y es igual de malo, sea cual sea el ser que lo sufra”. Este es el argumento central sobre el que se fundamentó ‘Liberación Animal‘, el libro de Singer que hace ya casi cinco décadas removió los cimientos de la ética al ampliar el perímetro de la consideración moral a otras especies.
Esta obra, traducida a más de 30 idiomas, ha logrado un amplísimo impacto internacional que, tal y como ha señalado el jurado del Premio Fronteras del Conocimiento, ha tenido “notables consecuencias para la legislación internacional sobre bienestar animal y el progreso moral”. El propio Singer destaca que muchas de las prácticas que describió en la primera edición del libro, como por ejemplo “mantener gallinas en jaulas de alambre tan pequeñas que ni siquiera pueden estirar las alas, o mantener terneros o cerdos en establos demasiado estrechos para que puedan darse la vuelta o caminar más de un paso”, hoy son ilegales en toda la Unión Europea y en algunas zonas de Estados Unidos, como California, así como en otros países.
Peter Singer, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales.
Al mismo tiempo, en el ámbito del uso de animales para la experimentación científica, el filósofo galardonado destaca que hoy “hay más controles y de nuevo la Unión Europea ha sido líder en este ámbito: no está permitido testar cosméticos en animales en este territorio”.
Sin embargo, aunque se han logrado avances significativos, Singer considera que todavía queda “mucho camino por recorrer”. El mayor reto, en su opinión, es mejorar el bienestar animal con respecto a la cría y matanza comercial de animales para la alimentación, porque sigue siendo el ámbito principal donde se produce un abuso injustificable de los animales. “Si nos limitamos a los vertebrados terrestres”, señala Singer, “estamos hablando de entre 70.000 y 80.000 millones de animales producidos cada año. Y si incluimos también al pescado, añadiríamos otros 120.000 millones al total”.
En este sentido, Singer mantiene la esperanza de que la tecnología pueda permitir el desarrollo de productos de origen animal a través de cultivos celulares que produzcan carne sin provocar el sufrimiento de ningún animal, con la ventaja adicional de reducir la amenaza del cambio climático. “Las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria cárnica”, señala, “son muy significativas, y si podemos sustituir la carne por alimentos de origen vegetal, o por carne celular, reduciremos drásticamente las emisiones de gases y nos daremos más tiempo para evitar ese punto de inflexión en el que el clima de todo el planeta sufra daños irreparables durante siglos”.