Voluntarios de BBVA Seguros 'prendieron' la Navidad en el Preventorio de Sibaté

Más de 40 mujeres y hombres, todos funcionarios de BBVA Seguros y liderados por su presidente, Milton Micán, se llenaron de energía para dedicar una jornada de solidaridad y amor al prójimo y de paso ayudar a un grupo de niñas a vivir de manera anticipada la Navidad.

A 27 kilómetros al sur de Bogotá, en el municipio cundinamarqués de Sibaté, está la Fundación de Prevención Infantil, un preventorio para niñas con edades que oscilan entre los cinco y los 14 años, donde las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María las atienden brindándoles los cuidados de alimentación, salud y vivienda, y formándolas a través de docentes en educación primaria y secundaria.

Todo estaba listo. A las 8:30 de la mañana, el Día de las Velitas, un  grupo de niñas que dibujaban en sus tiernos rostros amplias sonrisas y miradas de esperanza, se aglomeraron en el patio principal para recibir al equipo de voluntarios de BBVA. "¡Hermana, hermana!", gritaban las pequeñas. La alegría había invadido aquel enorme claustro rodeado de árboles y espesa vegetación. El sol ya brillaba presagiando una excelente jornada.

Al encuentro del grupo también marcharon varias hermanas de la comunidad, que descendieron por las gradas que desembocan en el centro de esta especie de monasterio, el cual inició su servicio social en 1987 atendiendo hijas de enfermos de lepra. Este año la obra está celebrando sus primeros 30 años de asistencia continua y de apoyo a cientos de niñas que han pasado por sus aulas.

Luego de las presentaciones formales, las niñas entraron en confianza y pronto fluyó la comunicación espontánea entre los visitantes y las pequeñas anfitrionas; ellas no tardaron en demostrar a sus interlocutores viveza, alegría, madurez y candor al mismo tiempo. Entre juegos y risas, actividades lúdicas y carcajadas se fueron develando tristes y desgarradoras historias, detrás de cada niña.

“Es una gran oportunidad venir hasta este sitio a hacer una ‘pausa activa’ en donde hemos aprendido del amor, del sacrificio, de la lucha diaria, como por ejemplo, en ese ejercicio de las sillas donde Sonia, una de las niñas que vive aquí se ganó el primer puesto aplicando una estrategia impresionante e inteligente. Es impresionante, el aprendizaje obtenido de esta experiencia, con tan poquito irradian felicidad, tranquilidad, amor y paz”, dijo el presidente de BBVA Seguros, Milton Micán, al realizar un  balance de la jornada donde fueron donados elementos de cocina y recreativos para el preventorio, así como pijamas y otros utensilios de primera necesidad para las niñas.

Historias marcadas por el abandono de sus padres, la indiferencia, la desidia, o simplemente la falta de recursos que precipitaron el ingreso de las niñas al preventorio; ingreso que, en buena parte de los casos, se perpetua en el tiempo hasta cuando ellas se hacen mayores de edad y deben abandonarlo, la mayoría de las veces con final feliz.

A pesar de las circunstancias, los miembros del equipo de BBVA Seguros recibían ante una nueva historia desgarradora, una nueva lección de superación; pese a lo duro de la vida de muchas de ellas, cada niña se muestra fuerte, alegre, soñadora con una gran capacidad para olvidar los dolores y enfrentar el futuro con optimismo.

Este comportamiento extraordinario, denominado por los psicólogos cómo resiliencia se convirtió en el protagonista de toda la jornada; ese talento, don o “capacidad de los seres humanos para absorber las perturbaciones, superar situaciones traumáticas o adversas sin alterarse significativamente  y adaptarse al entorno”, dejó a todos deslumbrados.

Más allá de esta actividad donde se combinaron varios aspectos de la solidaridad y de apoyo a una comunidad, la visita del BBVA Seguros a la Fundación de Prevención Infantil se erige como un homenaje, a esas niñas dotadas por sus educadoras con la capacidad resiliente de entregarlo todo partiendo de nada.