Voluntariado BBVA Continental: Navidad a 4000 metros de altura
En estas épocas del año es bueno recordar que más allá de los regalos, las cenas navideñas o las celebraciones, lo más importante de la Navidad es compartir amor con los seres queridos y con aquellos que más lo necesitan. Así lo entendió el Voluntariado BBVA Continental, que llevó ayuda y muchas alegrías a la comunidad altoandina de Michiquillay en Cajamarca.
El pueblo altoandino de Michiquillay se encuentra ubicado en la provincia de Celendín en el departamento de Cajamarca, exactamente a 3950 metros sobre el nivel del mar. Es aquí donde, desde hace 3 años, los colaboradores del Voluntariado BBVA Continental se dirigen para llevar una celebración navideña a todos los miembros de las 15 comunidades que conforman el pueblo. Durante tres días, el grupo de colaboradores - integrado por voluntarios de Lima y Cajamarca – reparten alegría a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.
La clásica chocolatada navideña es solo el inicio. Mientras se van repartiendo los panetones y las tazas de chocolate caliente se convierten en un abrigo en las alturas, la mejor postal del día empieza a dibujarse. Ver a las familias del Perú altoandino disfrutar de las actividades navideñas entre sus seres queridos y amigos, se convierte en un momento que alumbra más que el celeste cielo cajamarquino.
‘’Se repartieron más de 1500 juguetes entre los niños de las comunidades. Esta iniciativa del Voluntariado BBVA Continental es muy valorada no solo porque se lleva ayuda material, sino porque sirve para compartir experiencias y llevar alegría a los niños que usualmente no reciben este tipo de visitas’’, explicó Esther González, representante del área de Talento y Cultura del banco y una de las promotoras de esta actividad.
Adicionalmente, los voluntarios de BBVA Continental llevaron más de 450 panetones que fueron entregados a las familias de Michiquillay. ‘’Esta es una manera de ayudar a muchos compatriotas. Es un granito de arena para contribuir a que pasen unas mejores fiestas de fin de año. Sin embargo, la intención del voluntariado es compartir tiempo y cariño con ellos, lo que vale mucho más que la ayuda material’’, agregó Esther González.
La navidad es de los niños
El Voluntariado BBVA Continental también organizó una actividad navideña en Lima. Esta vez la sede central del banco se transformó en el escenario de una serie de shows relativos a la Navidad que tuvieron como invitados especiales a más 450 niños del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF)
Por segundo año consecutivo, el banco y sus voluntarios agasajaron a niños en situación de vulnerabilidad, muchos de ellos sin padres, sin apoyo familiar y obligados a trabajar en las calles de la ciudad. Los chicos pudieron disfrutar de un espectáculo navideño y una chocolatada, y también recibieron juguetes donados por los voluntarios y colaboradores de BBVA Continental.
Hijos de empleados que integran el programa ‘Líderes Juveniles’ del banco también se sumaron al evento para contribuir con la organización y ayudar en las actividades dedicadas a los niños, pudiendo así tener una experiencia más cercana a los valores de la entidad financiera.
Las actividades del Voluntariado BBVA Continental son solo un ejemplo de cómo las buenas acciones pueden ayudar a tener una mejor sociedad, y lo mejor de todo es que no solo suceden en Navidad. A lo largo del año el grupo de voluntarios del banco ha podido realizar actividades como limpiezas de playas y visitas a albergues de perros, demostrando que pequeñas acciones pueden lograr grandes cambios. A nivel corporativo también, con eventos como la Semana del Voluntariado, que se celebró en todos los países del Grupo BBVA. Y este 2019 las actividades continuarán.