Vivir más y mejor gracias al ‘big data’
“Transformar el ‘big data’ en salud”, fue la premisa que BBVA OpenMind quiso acercar al público invitado en la sede del banco en Barcelona, durante la presentación de su nuevo libro ‘Hacia una nueva ilustración’. Esta edición analiza hacia dónde están llevando los grandes avances científicos y tecnológicos de la última década y su impacto sobre las condiciones de vida de la Humanidad.
En el encuentro se debatió acerca de cómo la gestión del ‘big data’, junto con la aplicación de la inteligencia artificial, permitirá una mejora de la salud tanto física como financiera de las personas. Todo ello se trató de la mano de Daniel Martín Jones, científico de datos en Client Solutions Advanced Analytics & Open Innovation BBVA y del Dr. José María Mato, director general de los centros de investigación en biociencias bioGUNE (Bilbao) y biomaGUNE (San Sebastián), galardonado en 2014 con el premio Nacional en Medicina Gregorio Marañón y autor en BBVA OpenMind.
Xavier Llinares, director territorial de BBVA en Catalunya, dio la bienvenida al evento. En su intervención, explicó que desde que la entidad inició su transformación tecnológica, identificó la gestión de los datos (‘big data’) como una oportunidad para dar mejores soluciones a los clientes y ayudarles en la toma de las decisiones financieras más adecuadas, importantes para su tranquilidad y para su salud. “En BBVA la innovación forma parte de nuestro modelo de negocio y de nuestra estrategia empresarial”, añadió.
La salud financiera contribuye a la felicidad
La importancia de tener una buena salud financiera para mantenerse sano mentalmente y feliz en la vida fue una de las principales ideas argumentadas por Daniel Martín Jones, para quien el ‘big data’ y la inteligencia artificial son claves.
El experto en 'data' de BBVA definió la salud financiera como “un estado en el que una persona, o unidad familiar, puede cumplir completamente con sus obligaciones financieras, puede sentirse seguro con respecto a su futuro financiero y es capaz de tomar decisiones de vida encaminadas al bienestar y al disfrute de la vida. En este sentido, la buena salud financiera proporciona un estilo de vida confortable que favorece la felicidad general de las personas y, con ello, la salud física y mental”.
En su opinión, la salud financiera comporta que “los gastos sean inferiores a los ingresos; disponer de liquidez y de capacidad de ahorro a largo plazo; que el nivel de endeudamiento sea sostenible en un marco de garantía crediticia; tener los seguros adecuados y hacer una buena planificación de los gastos”.
En cualquier caso, la salud financiera, a su juicio, “no depende solo de los ingresos, sino de la capacidad de administrarlos, y en esta administración es donde el ‘big data’ tiene un gran papel”.
“En el análisis de los datos de millones de personas se pueden detectar cuáles son las variables más importantes dentro de la salud financiera de los individuos y así generar modelos que aporten las mejores soluciones, con propuestas personalizadas que ayuden en la toma de decisiones en función de cada caso y con un lenguaje sencillo”, añadió.
El científico de datos afirmó también que “esta conjunción de datos permite predecir cómo será la salud financiera de una persona en un plazo determinado de tiempo, tanto a corto, como a medio o largo plazo.”
De este modo, aseguró que “el ‘big data’, la inteligencia artificial y la economía conductual pueden servir, en base a ello, para establecer un diálogo con las personas a través de los móviles y ayudarles a establecer los mecanismos de actuación más adecuados para poder tener una mejor salud financiera y, por tanto, una mayor felicidad”.
Además, según Jones “podremos prevenir riesgos ante un futuro cada vez más incierto”. Asimismo, “revolucionará nuestras vidas, porque automatizará muchas decisiones del día a día”.
“Los datos lo son todo en la ciencia”
El Dr. José Mato, por su parte, destacó que “para mantener e incrementar la esperanza de vida sin que crezca el gasto en salud de forma descontrolada, resulta necesario aumentar la eficiencia de los sistemas nacionales de salud. Para ello la aplicación de las nuevas tecnologías, el ‘big data’ y la inteligencia artificial serán determinantes”.
El ‘big data’ y la inteligencia artificial, en su opinión, “ayudarán al diagnóstico, pronóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades en múltiples áreas. Ello debería modernizar los sistemas nacionales de salud, que aún funcionan con esquemas antiguos, y liberar tiempo para que los médicos puedan hacer mejor su trabajo y desarrollen los aspectos humanos de la atención médica”.
Explicó también el Dr. Mato que “la creciente disponibilidad de datos clínicos proporcionan una oportunidad única para hacer posible que la atención con precisión del paciente se convierta en una realidad clínica”.
A su modo de ver, “la medicina de precisión se basa en la disponibilidad de datos de pacientes y voluntarios sanos a gran escala. Pero para que la medicina de precisión cumpla sus promesas, cientos de miles de personas deben compartir sus datos genómicos, metabolómicos, sus registros de salud y sus experiencias”.
Insistió en que “habrá que esperar años para tener resultados, pero si no lo hacemos ahora será muy difícil mantener y elevar la esperanza de vida de la población”.
Facilitar o no los datos propios para su tratamiento
En el transcurso del coloquio entre los dos expertos, moderado por Enric Sierra, subdirector de La Vanguardia, parte del público asistente expresó la preocupación por la privacidad de los datos.
Al respecto, el doctor José María Mato aseguró que “debe haber un equilibrio entre la necesidad de conocer la realidad de la sociedad y el derecho a la privacidad individual. Es cierto que conocer los datos de una persona puede suponer cierto riesgo pero también aporta beneficios a la sociedad. Las personas, por tanto, deben decidir si ayudan a la sociedad con la aportación de sus datos o no”, puntualizó.
Daniel Martín Jones, añadió que en BBVA prima la privacidad de los datos personales. “Los datos pertenecen a los clientes, que son los que deciden si los facilitan o no para su tratamiento. A día de hoy la mayoría de clientes nos dan permiso para su utilización, que se realiza siempre de forma agregada y anónima y con el único objetivo de ofrecer un valor añadido a través de una oferta más personalizada".