Trucos y consejos para reciclar en casa y contribuir con la sostenibilidad
A medida en que la recogida de residuos se amplía, los hogares deben adoptar pequeños sistemas domésticos de gestión de sus desechos que permitan separarlos y facilitar su reciclaje. Ayudan los cubos de distintos colores para vidrio, plástico y cartón, o las cajas de diferentes tamaños para pilas, móviles o pequeños electrodomésticos.
Año 2018. Nadia es una vecina de Villa Urquiza, en Buenos Aires, con dudas sobre cómo reciclar en casa. Para aclarárselas la visita Yamil Minakowski, director general de Reciclado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA). El resultado es un vídeo subido al canal de Youtube de prensa del GBCA en el que se ve cómo Nadia tiene en casa dos tipos de bolsa: una negra, para 'residuos húmedos' no reciclables como restos de comida, pañales o papeles y cartones sucios; otra verde, para reciclar, donde se deposita papel, cartón y plástico limpios, vidrio y metal.
La importancia de seleccionar los residuos
Conforme la recogida selectiva de residuos se va ampliando, reciclar en casa implica adoptar un pequeño y sencillo sistema doméstico de gestión de desechos. Este debe permitir separarlos y facilitar su llegada al punto de recogida correspondiente. Así lo aconseja José Pérez, consejero delegado de Recyclia. Esta es una entidad administradora de las principales fundaciones medioambientales españolas dedicadas al reciclaje de residuos electrónicos y pilas.
Reducir los residuos a través de un consumo responsable
Pero antes de meternos en entrar con la segunda y tercera de las famosas ‘3 erres’, reutilizar y reciclar, conviene recordar que la base de todo radica en la primera: reducir. Dicho de otro modo, no es solo depositar cada residuo en el contenedor correcto sino tratar de no generar tantos, ya sea evitando el desperdicio alimentario, la comida envasada o las bolsas de plástico. Hábitos donde entraría también el conocido como ‘residuo cero’ o ‘zero waste’, que remite a los principios que aspiran a reutilizar los productos para que no vuelvan a la naturaleza en forma de residuos o basura.
Residuos más comunes en el hogar
Entre los residuos más comunes en el hogar se encuentran:
- Envases de plástico: botellas de agua, envases de alimentos, productos envasados.
- Papel y cartón: periódicos, revistas, cajas de cartón, papel de embalaje
- Residuos orgánicos: restos de alimentos, cáscaras de frutas y verduras, posos del café
- Envases de vidrio: botellas, frascos de alimentos y envases de productos.
- Residuos electrónicos: pequeños aparatos, baterías y cables.
- Envases de metal: latas de refrescos, envases de alimentos enlatados.
- Ropa y textiles: ropa usada, cortinas y otros textiles desechados.
- Residuos de jardín: restos de podas, hojas y plantas desechadas.
- Pilar y baterías: pilas de botón, pilas recargables y baterías desechadas.
- Residuos de limpieza: envases de productos de limpieza, trapos, envases de detergentes.
Adopta un recopilador para reciclar
Es muy práctico utilizar distintos cubos de colores para diferenciar lo que irá al contenedor amarillo (envases), azul (cartones) y verde (vidrio). Si hay falta de espacio, se pueden sustituir los cubos por bolsas de tela colgadas en la pared. Además de todo eso, Pérez tiene en casa un recopilador de pilas: una caja de cartón que Ecopilas (que gestiona los residuos de pilas y baterías) ofrece gratuitamente a aquellos particulares y lugares públicos que lo soliciten a través de la iniciativa Adopta un recopilador. Solo para España.
Pérez insiste en los aspectos de seguridad en lo que a electrónica se refiere: "Debemos seguir las pautas que señale el fabricante cuando el producto acaba su vida útil". Pide que nadie intente despiezar ningún aparato, más allá de quitarle las pilas, y que se lleve al punto de reciclado lo antes posible. Mientras, transitoriamente, "hemos de buscarle un sitio adecuado en casa", apunta.
El consejero delegado de Recyclia ha optado, en su hogar, por una caja de cartón de tamaño mediano en la que va depositando pequeños electrodomésticos, cables o mandos a distancia que ya no funcionan. "Cuando tengo un volumen suficiente, los llevo al punto limpio". Cómo explica Ecoembes, encargada en España de la gestión de residuos de los contenedores amarillos y azules, los puntos limpios son lugares, fijos o móviles, donde se recogen y almacenan temporalmente, de forma separada, aquellos residuos que podrían ser grandes o peligrosos si se arrojasen en los contenedores convencionales.
Recomendaciones para el reciclaje de los residuos orgánicos
La Fundación Aquae alerta de que el aceite de cocina usado "puede ser un gran problema para las plantas de tratamiento de residuos". Mientras que "verterlo por el desagüe o fregadero es también muy peligroso por la dificultad de separarlo del agua, lo cual dificulta las tareas de las depuradoras". Lo ideal es almacenarlo en un envase, siempre de plástico, y llevarlo a un punto limpio o a algún contenedor específico. "Si lo hacemos, contribuimos a recuperarlo para fabricar biodiesel y jabones", apunta.
¿Y qué ocurre con el resto de residuos orgánicos? Por ejemplo en la Unión Europea, desde 2024, es obligatorio que todos los estados miembros dispongan de contenedores específicos para su recogida selectiva, según la Directiva Marco de Residuos de la UE. Quién aún no los separe en casa lo hará en tres años como máximo, y muchos guardarán el cubo correspondiente bajo el fregadero. Un clásico que suele ocasionar malos olores. ¿Un consejo para mitigarlos? Dejar secar los posos del café y esparcirlos sobre la basura.