Top mundial y español de las ‘smart cities’ o ciudades inteligentes
Londres, Nueva York y Ámsterdam son, por este orden, las ciudades más inteligentes del mundo. Así lo recoge el ‘Índice IESE Cities in Motion’ en el que se han analizado 174 ciudades de 80 países. Para ello se han tenido en cuenta nueve dimensiones clave para el desarrollo de estas urbes: economía, capital humano, cohesión social, medio ambiente, gobernanza, planificación urbana, proyección internacional, tecnología y movilidad y transporte.
El objetivo del Índice IESE Cities in Motion (ICIM), una investigación desarrollada por sexto año consecutivo por el Centro de Globalización y Estrategia de la escuela de negocios IESE, es dar las claves para crear ciudades más habitables y respetuosas con el medio ambiente. Una condición que, según Carlos Navares, director de la unidad de negocio de Eficiencia Energética de la consultora Grupo CMC, responde a “un modelo de ciudad orientado fundamentalmente a las personas”.
Nueva York y Londres a la cabeza
En las seis ediciones del ICIM el primer puesto en el ranking siempre ha estado ocupado por Londres (Reino Unido) y Nueva York (Estados Unidos). En esta ocasión la capital británica encabeza la lista debido a los buenos resultados obtenidos en las dimensiones de proyección internacional (puesto 1), capital humano (1), movilidad y transporte (3) y economía (12). Sin embargo, le falta mejorar en cohesión social (45) y medioambiente (34), posiciones en las que sube puestos cada año “gracias al trabajo que se está realizando para convertirla en una ‘smart city’ en todos los sentidos”, según recoge la investigación de IESE.
Nueva York le debe su segundo lugar en la clasificación a los buenos resultados obtenidos en capital humano (puesto 3), planificación urbana (2) y movilidad y transporte (5). Su talón de Aquiles es el mismo que el de Londres: cohesión social (137) y medioambiente (78).
En ambas dimensiones son las ciudades europeas las que destacan. Zúrich (Suiza) es la que mayor calificación obtiene en cohesión social. Algo que ha conseguido gracias a indicadores como una baja tasa de homicidios y criminalidad. Esto le ha supuesto contar con uno de los índices de felicidad más elevados del mundo y haber obtenido la máxima valoración como entorno favorable para el desarrollo de la mujer.
En cuestiones de medioambiente, las ciudades mejor posicionadas son Reikiavik (Islandia) y Wellington (Nueva Zelanda), gracias a los bajos índices de polución y contaminación que ostentan. Reikiavik también sobresale por las fuentes de agua renovables que posee. “La reducción de las emisiones de CO2 es clave en el desarrollo de ciudades inteligentes. De hecho, los objetivos 2020 establecen que de cara al próximo año se reduzcan en un 20% las emisiones de CO2 y que el 20% de la energía proceda de energías limpias y renovables”, recuerda Navares.
El lugar de las ciudades españolas
En cuanto a las ciudades españolas, Madrid y Barcelona son las mejor valoradas, en el puesto 24 y 28 respectivamente. Aunque se mantienen estables, la primera ha perdido dos puestos en dos años, mientras que la segunda los ha ganado. De la primera destaca la plataforma MINT (Madrid INTeligente), con la que los ciudadanos pueden informar al Ayuntamiento a través de su móvil de incidencias sobre la gestión y mantenimiento de los servicios públicos y, de esta manera, conseguir una ciudad más sostenible. De Barcelona se pone en valor la gestión del tráfico con ‘big data’ y su participación en el proyecto europeo C-Mobile para desarrollar sistemas inteligentes de transporte cooperativo.
Las ciudades españolas destacan en las categorías de movilidad y transporte así como en cohesión social
“Al igual que sucede con los edificios y las infraestructuras, la movilidad en las ciudades inteligentes se caracteriza por una mayor eficiencia y seguridad, así como por su creciente sostenibilidad, medioambiental y energética”, describe Carlos Navares. “El coche autónomo va a tener una influencia radical en la transformación del modelo de movilidad en las ciudades. Este nuevo tipo de vehículos es también un elemento altamente disruptivo desde el punto de vista de la energía, con cambios fundamentales como el que implica la carga de sus baterías”.
Madrid y Barcelona no son las únicas que aparecen en el índice ICIE. Valencia se sitúa en el puesto 61, seguida de Sevilla (76), Málaga (80) y Palma de Mallorca (88). Mientras, Zaragoza, A Coruña, Murcia y Bilbao ocupan las posiciones 101, 102, 105 y 107 respectivamente. En líneas generales, las ciudades españolas destacan en las categorías de movilidad y transporte así como en cohesión social; mientras que todas, excepto Palma de Mallorca, están mal consideradas en cuanto a su proyección internacional.
Este indicador demuestra que hay ciudades que están haciendo los deberes para ser más sostenibles. En este sentido, Navares apunta que en las ciudades inteligentes no caben sistemas que sean silos de información, bases de datos aisladas: “Ya se trate de un sistema de gestión de la iluminación o de gestión de aguas, los silos son contrarios al concepto de ‘smart city’. La transversalidad de las plataformas y la capacidad de compartir toda la información de cada uno de los sistemas es un requerimiento que se encuentra en el núcleo de las ciudades inteligentes”, concluye.