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Social 15 jun 2022

Tecnología y libertad: claves para crear empleo en los países menos desarrollados

En los países menos desarrollados el 90 % de los empleos son informales. Allí más de 160 millones de menores de edad se levantan cada día para ir a trabajar. Transformar el mercado laboral y mejorar la vida de las personas más vulnerables depende de una digitalización accesible e inclusiva y de fortalecer el emprendimiento y la cooperación.

Tecnología y libertad: claves para crear empleo en los países menos desarrollados

Nunca en la historia había habido tanto bienestar y riqueza en el mundo. Es habitual escuchar este tipo de afirmaciones, apoyadas en la reducción de la pobreza lograda durante las dos primeras décadas del milenio y el periodo de relativa paz vivido tras las turbulencias del siglo XX. Pero la pandemia, primero, y las tensiones geopolíticas, después, han vuelto a mostrar la fragilidad de los logros sociales alcanzados en el pasado.

Las crisis de la COVID-19, los precios de la energía, el sistema alimentario y, de forma más prolongada, el cambio climático golpean de forma más intensa a los países en vías de desarrollo. Las debilidades estructurales y la pobreza incrementan la vulnerabilidad de la población ante cualquier evento negativo. Sin embargo, la situación actual no es irreversible. Tal como quedó demostrado en las décadas anteriores, es posible transformar las economías poco desarrolladas para cerrar la brecha de la desigualdad. Y buena parte de esa transformación gira alrededor del empleo.

Tecnología y libertad: claves para crear empleo en los países menos desarrollados

Trabajo infantil e informal

El lugar de un niño está en la escuela o jugando en el parque con sus amigos. En cualquier familia de clase media o alta, esto está fuera de toda duda. Ni siquiera se plantea otra opción. Sin embargo, más de 160 millones de menores no lo hacen, ya que se levantan cada día para trabajar. Algo menos de la mitad lo hace de hecho a tiempo completo, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (ILO). La mayoría de estos niños vive en países poco desarrollados de Asia y África.

Además de la prevalencia del trabajo infantil, el mercado laboral de los países menos desarrollados (una categoría de la ONU bajo la que se encuadran 46 naciones y el 12 % de la población mundial) se caracteriza por la elevada informalidad. De acuerdo con el informe Present and future of work in the LDCs de la ILO, cerca del 90% de los trabajos en estos países es informal. Es decir, son empleos no regulados por contrato y que no otorgan ningún tipo de protección social a los trabajadores.

De acuerdo con el informe, esta situación está directamente ligada con la elevada vulnerabilidad social y económica de los países menos desarrollados. Esta es el resultado de la baja capacidad de producción asociada con la falta de capacidades humanas, una infraestructura inadecuada y una capacidad limitada para acceder y utilizar tecnologías. Además, subraya la ILO, la debilidad de las instituciones, en particular de las laborales y los sistemas de protección social, también multiplica esta situación de vulnerabilidad.

Derechos, transición energética y tecnología para romper el círculo

Transformar el mercado laboral, uno de los pilares de la sostenibilidad social, es el mejor trampolín de transformación para los países en vías de desarrollo. Al tiempo que se fortalece la economía, se reduce la desigualdad, se mejora la calidad de vida de las personas y se fortalece la sociedad que, poco a poco, va dejando de ser vulnerable. Para lograrlo, el informe de la Organización Internacional del Trabajo profundiza en una serie de palancas de cambio.

'Podcast': El cambio climático impacta en la desigualdad de género

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  • La digitalización. El acceso a la red global y a las tecnologías digitales tiene el potencial de mejorar casi todos los sectores de la economía. Esta digitalización debe llegar acompañada de mayores inversiones en capital humano y conocimientos para avanzar hacia el empleo decente, productivo e inclusivo.
  • Las instituciones y las leyes laborales. Para abandonar la informalidad y mejorar la competitividad de los países menos desarrollados también es necesario crear nuevos marcos legales e institucionales que garanticen derechos, como la libertad sindical, la negociación colectiva o la libertad de asociación, y faciliten el emprendimiento.
  • La transición energética. Las políticas de mitigación del cambio climático y de adaptación, y en particular las estrategias de transición energética, deben alinearse con objetivos sociales como crear trabajo de calidad. La transformación económica necesaria para hacer frente al cambio climático conlleva importantes oportunidades de creación de empleo.
  • La cooperación internacional. La crisis generada por la covid-19 ha vuelto a probar la importancia de la asistencia y la cooperación internacionales. Según el informe, deben reforzarse y prestar especial atención a fortalecer la atención médica y el acceso a vacunas, para así evitar restricciones y barreras innecesarias al comercio y la migración.

En los últimos dos años, la presión sobre los países menos desarrollados se ha multiplicado por culpa de la pandemia y las crisis de salud y suministros. En este 2022, la guerra en Ucrania ha complicado todavía más los pronósticos de recuperación en estas naciones, afectadas sobremanera por la subida de los precios de los alimentos y la energía.

“Sin embargo, con las medidas adecuadas de política macroeconómica y de empleo, se pueden crear nuevos puestos de trabajo tanto en los sectores tradicionales como en los nuevos, además de aumentar la productividad y la innovación a través de inversiones en oportunidades económicas verdes y digitales”, concluyó tras la presentación del informe Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo.