Superpoblación y sostenibilidad, una combinación de alto riesgo
El planeta acaba de llegar a los 8.000 millones de habitantes. El dato positivo de la superpoblación es que las mejoras en salud han logrado reducir la mortalidad y aumentar la esperanza de vida. Lo preocupante es que se producen trastornos ecológicos y colapsos graves. Algunos países han comenzado por cambiar la ubicación de su capital.
La fecha que cambió el mundo fue el 15 de noviembre de 2022. Justo ese día, martes para más detalles, el planeta llegó a los 8.000 millones de habitantes. La ONU lo anunciaba junto con una gran advertencia: la humanidad necesita mirar más allá de este registro y cumplir con la responsabilidad de proteger a las personas y al planeta.
La buena noticia fue que las mejoras en salud pública fueron esenciales para alcanzar esta cifra, puesto que lograron reducir la mortalidad y aumentaron la esperanza de vida. La mala, que debemos tomar medidas drásticas para ser más sostenibles o destruiremos el planeta: La ONU calcula que en el año 2080 seremos 10.400 millones de personas viviendo en el planeta Tierra.
Hay quienes dicen que el ser humano tiene ahora 8.000 millones de razones para hacerlo mejor. Y están en lo cierto. Se presenta ante él una oportunidad para concienciarse más que nunca de que creciendo de esta manera es necesario mirar nuestro entorno con una visión protectora.
En 1952 –hace solo 70 años– había 2.500 millones de habitantes. Únicamente es necesario hacer números para darse cuenta de lo que la población ha crecido en este tiempo y que el espacio sigue siendo el mismo.
Hoy en día el 61 % de la población vive en Asia, el continente más poblado. China es el país con más habitantes del planeta, con una población que supera los 1.400 millones de personas. Sin embargo, según el informe de la ONU ‘Perspectivas de la población mundial 2022’, presentado el pasado 15 de noviembre, probablemente India supere en habitantes a la potencia asiática en 2023. Juntos representan el 40 % de los habitantes del planeta.
Cuando utilizamos el término “superpoblación” nos referimos específicamente a una situación en la que la Tierra no puede regenerar los recursos utilizados por la población mundial cada año. Esto ha ocurrido todos los años desde 1970, y cada año sucesivo ha sido más perjudicial. Para ayudar a moderar esta situación tan insostenible, hay que entender qué está contribuyendo a la superpoblación y el consumo excesivo y cómo estas tendencias están afectando a todo, desde el cambio climático hasta el malestar sociopolítico.
Una idea de este impacto la aporta este estudio científico: una familia con un hijo menos podría reducir las emisiones en 58,6 toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) al año en los países desarrollados. El aumento de la población generará una mayor deforestación, una menor biodiversidad y un aumento de la contaminación y las emisiones, lo que agravará el cambio climático. Los investigadores creen que el estrés adicional sobre el planeta dará lugar a trastornos ecológicos y colapsos tan graves que amenazan la viabilidad de la vida en la Tierra tal y como la conocemos.
Pongamos como ejemplo Egipto, país que presenta un crecimiento exponencial de la población. Sus más de 100 millones de habitantes viven en el 3,5 % de la superficie, ocupando tanto el delta del Nilo como su ribera. Esta situación es aún más significativa en su capital, El Cairo, y en sus inmediaciones más próximas,donde se concentra más de la quinta parte de la población. Existen incluso campañas gubernamentales para limitar el número de hijos por familia, como la supresión de ciertas ayudas estatales a partir del tercer hijo.
Ligado a esta superpoblación está el problema de la escasez del agua. El Nilo es el portador de más del 95 % del agua fresca de todo Egipto y su recorrido ha limitado las zonas habitadas del país. El Cairo es, por otro lado, una de las ciudades más contaminadas del mundo, con unos índices de polución ambiental, acústica y lumínica grandísimos. Esta problemática en términos de población, restricciones y contaminación ha convertido a El Cairo en una capital poco eficiente, no solo en el aspecto medioambiental, también en lo que se refiere al aprovechamiento de los espacios. Por eso, para prevenir el colapso se está construyendo una nueva ciudad, la Nueva Capital Administrativa (NCA) de El Cairo (nombre temporal).
Algo similar ocurre en Indonesia. Hace meses el Parlamento aprobó el traslado de su capital a Nusantra, en Borneo, debido a la superpoblación de Yakarta, a la contaminación y al enorme tráfico que hay en la ciudad.
La ONG Intermon Oxfam recomienda algunas soluciones ante este problema que está amenazando a nuestro entorno:
- Reducir el consumo de recursos naturales: cambiar el coche por la bicicleta, disminuir el consumo de carne en favor de los vegetales, reducir el número de prendas de ropa que compramos al año u optar por las energías renovables, entre otras muchas acciones.
- Producir de manera eficiente y optimizar los procesos de producción: invertir en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) con el fin de poner en marcha nuevas tecnologías para producir de forma más eficaz.
Este momento de la historia del ser humano es un punto de inflexión, una alarma que debe hacer recapacitar a esos 8.000 millones de habitantes de que si seguimos tratando el planeta como lo estamos haciendo al final, ya no habrá sitio en él para todos.