La pobreza coyuntural ocurre cuando una persona o familia atraviesa dificultades económicas durante un periodo limitado, sin llegar a una exclusión social o política.
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La pobreza coyuntural ocurre cuando una persona o familia atraviesa dificultades económicas durante un periodo limitado, sin llegar a una exclusión social o política.
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La pobreza material se manifiesta cuando una persona no dispone de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. En los países desarrollados, este concepto también se refiere a la imposibilidad de alcanzar un nivel de vida considerado digno.
La pobreza social es la situación de aislamiento y exclusión social que sufre una persona por factores económicos y extraeconómicos (educación, salud o acceso a internet, etc.). El problema afecta a personas o colectivos a los que se les cierra la puerta por no poder alcanzar la calidad de vida que se percibe como habitual en el contexto social al que pertenecen.
La pobreza va más allá de la falta de ingresos: es la escasez de recursos esenciales como educación, salud, energía y oportunidades. Para medirla, es necesario considerar múltiples factores que afecta a la calidad de vida y la exclusión social.social
Reducción de las desigualdades
Para analizar el emprendimiento social es esencial considerar el contexto social, económico y político de cada país o región. En el caso de América Latina, este tipo de empresas abordan desafíos que van desde la falta de agua hasta la erradicación de la pobreza. BBVA, en un nuevo monográfico sobre sostenibilidad, reflexiona sobre los avances en este tipo de emprendimiento en esta región del mundo.
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El informe de Impacto 2024, presentado por Financiera Confianza y la Fundación Microfinanzas BBVA, revela mejoras en ingresos, ahorros, salida de pobreza, salud financiera, pobreza multidimensional y adaptación al cambio climático de sus clientes
En este episodio de Blink, Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto de la Fundación Microfinanzas BBVA, analiza los resultados más destacados del Informe de Impacto 2024, que demuestra cómo las microfinanzas pueden ser una herramienta clave para salir de la pobreza.
La pobreza infantil afecta a más de 333 millones de menores en todo el mundo, según UNICEF. Con causas que van desde las guerras o el cambio climático hasta la desigualdad social y falta de acceso a servicios básicos, sus consecuencias son devastadores.
Los desastres naturales como el huracán Otis o la DANA de Valencia evidencian la delgada línea entre la pobreza y la vulnerabilidad. Mientras que la pobreza implica la falta de recursos básicos, la vulnerabilidad expone a las personas al riesgo de caer en ella. Mejorar la protección social es clave para mitigar estos impactos.
Más de 1.200 millones de personas en 111 países viven en pobreza multidimensional, una realidad que va más allá de los ingresos. Acceso a educación, salud, vivienda y participación social son factores clave para entender su impacto.
La pobreza urbana y la pobreza rural son muy distintas. En las ciudades se aprecia más la desigualdad y la supervivencia depende en mayor medida del dinero. En los pueblos existen dificultades para acceder a mercados y servicios y los empleos son más inestables. Sus causas y consecuencias varían entre países y regiones.
La pobreza infantil marca la vida de 300 millones de niños y niñas en todo el mundo. De hecho, 1 de cada 5 menores son criados con recursos limitados o nulos en los países desarrollados. Esta realidad conecta distintas dimensiones, desde las carencias económicas a las nutricionales, de salud, educación o vivienda.
La erradicación de la pobreza es el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y una prioridad para 2030. Sin embargo, además del ODS1, otros objetivos también están relacionados con la lucha contra la pobreza, abordando desigualdades económicas, educación, acceso a la salud y condiciones de vida dignas.
La pobreza energética es una condición en la que las personas no pueden satisfacer sus necesidades energéticas básicas, como calefacción, refrigeración y electricidad, debido a la falta de acceso a los recursos o a la capacidad de pagarlos. Esta, además, puede tener un impacto significativo en la salud, la educación y el bienestar económico de las personas.
Durante más de tres décadas, el economista Oded Galor se ha centrado en el estudio de las diferencias del crecimiento económico y la desigualdad en el mundo, llegando a la conclusión de que es posible revertirlas. La inversión en educación es clave para el impulso de la diversidad y, por ende, del progreso de las sociedades. Así lo señala Galor en ‘Aprendemos juntos 2030’ de BBVA.
Todos los esfuerzos de América Latina para reducir los niveles de pobreza y avanzar en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No.1 de Naciones Unidas se verán opacados por los efectos del coronavirus sobre la actividad económica.
Con el fin de contribuir a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº1 de Naciones Unidas (el fin de la pobreza), BBVA apuesta por uno de los mecanismos que más contribuye a erradicar la misma y que tiene que ver con la inclusión financiera. Por ello, la entidad promueve la educación financiera a través de su Centro para la Educación y Capacidades Financieras, como un elemento clave para la inclusión social y económica. En este punto, la labor de la Fundación Microfinanzas BBVA es, también, fundamental.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
2019 se presenta lleno de retos que supondrán una oportunidad para los emprendedores sociales. Los expertos hablan de nuevos nichos de negocio en temas relacionados con el cuidado del planeta, el ‘big data’, la salud, la alimentación ecológica… que van a protagonizar la agenda emprendedora del año.
En una columna de opinión publicada por 'El Espectador', la economista jefe de BBVA Colombia, Juana Téllez, da cuenta de los avances en materia de disminución de los índices de pobreza en el país, y la importancia de mantener bajo control las variables que promueven su disminución.
El nivel de pobreza en América Latina alcanzó el 30,7% de su población en 2016, cifra que se mantendría estable en 2017, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Y si bien la pobreza viene en aumento desde 2015, el balance a mediano plazo es positivo ya que se redujo en 15,2 puntos porcentuales en los últimos 14 años.
La pobreza en Colombia ha disminuido gradualmente, se ha mejorado el acceso a los servicios públicos, la educación es gratuita, la salud se aseguró, se redujo el gasto de bolsillo y un 50% de la población esta subsidiada. Aunque el panorama luce bien, todavía es necesario mejorar el Sisbén, las vías al interior del país, los sistemas de riego y el transporte público, y para seguir reduciendo la tasa de pobreza es necesario priorizar el gasto.
Más de 700 millones de personas son extremadamente pobres según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esta situación no se elige, por ello, organizaciones como la Fundación Microfinanzas de BBVA trabajan por ayudar a estas personas a salir de esta situación extrema.
Un simple móvil puede marcar una gran diferencia en la vida de los cientos de millones de personas que viven en los países menos desarrollados del planeta. Allí, las apps no son sólo recursos para el trabajo y el ocio, sino herramientas para mejorar la salud, la seguridad o los ingresos de los más pobres.