Ser o no ser sostenible, esa es la cuestión
Cada persona de manera individual puede incidir de manera más o menos directa en la lucha contra el cambio climático. Con pequeños gestos diarios es posible contribuir a la conservación del medioambiente. También las grandes corporaciones, a través de los diferentes instrumentos de deuda, bonos o incluso operaciones transaccionales, apoyan esta lucha que concierne a toda la sociedad. Más concretamente, ¿qué impacto tienen las empresas en el medioambiente y qué pueden hacer para compensarlo?
“Decís que amáis a vuestros hijos por encima de todo y, sin embargo, les robáis su futuro ante sus ojos”. Son palabras de Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que ha impulsado un movimiento internacional de jóvenes y adolescentes que reclaman a los líderes mundiales que reaccionen y actúen en materia climática. Greta se ha convertido en una de las voces prominentes de la lucha contra el cambio climático y ha cargado contra la inacción de la clase política. Desde la Unión Europea las medidas para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones de gas de efecto invernadero se han convertido en una prioridad.
El mundo empresarial también ha tomado conciencia de esta problemática. Más allá de un punto de vista estratégico, de una actividad de diversificación o de una simple cuestión reputacional que empuja a las empresas a querer implicarse en cuestiones medioambientales, cada vez son más las corporaciones que buscan fuentes de financiación sostenibles. Además, son numerosas las compañías que, debido a la naturaleza de sus negocios, consumen altas cantidades de energía y por lo tanto, su contribución en la emisión de CO2 a la atmósfera es elevada.
Un ejemplo son las empresas de telecomunicaciones cuyas emisiones, según los expertos, supondrán un 2% del total de gases de efecto invernadero en 2030, una cifra comparable con la industria de la aviación. Hoy en día, la transmisión de datos implica un elevado consumo de energía. No obstante, las mejoras progresivas en este campo permiten transportar más datos en menor tiempo. Son precisamente este tipo de empresas las que disponen de un alto potencial de mejora así como de equipos especializados para medir el impacto de sus actividades a terceros (su huella). Según el equipo de bonos sostenibles de BBVA, será precisamente este sector, consciente de esta problemática, el que protagonizará la próxima oleada de emisiones verdes.
Las emisiones de las telecos supondrán un 2% del total de gases de efecto invernadero en 2030, una cifra comparable con la industria de la aviación
En el caso de España, las empresas cotizadas están “muy lejos” de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) según el informe realizado por la escuela de negocios de ESADE. Dicho informe indica que sólo el 14 % de las compañías informan actualmente sobre las medidas que adoptan para cumplir con estas metas por lo que es “urgente” que “aceleren y asuman de forma muy comprometida" los objetivos de la agenda de desarrollo de Naciones Unidas.
Desde la Unión Europea las medidas para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones de gas de efecto invernadero se han convertido en una prioridad
BBVA pone al alcance de sus clientes soluciones sostenibles
El banco está comprometido con facilitar la transición de la economía hacia un modelo con menores emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a sus clientes en la toma de decisiones. BBVA aprobó en 2018 su Compromiso 2025, por el cual movilizará 100.000 millones de euros hasta 2025 en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera.
En el negocio de préstamos sostenibles BBVA ha sido pionero e impulsor fundamental, y es hoy una de las entidades más activas a nivel global y líder en España. El banco ha liderado en 2018 un total de 17 operaciones en Europa y América para clientes de diversos sectores y ha sido la entidad que ha actuado en más ocasiones como coordinador y/ o agente sostenible. A cierre de mayo de 2019 ha liderado otras 9 operaciones.
2018 ha demostrado ser el año de la consolidación de los bonos verdes, sociales y sostenibles. Como emisor BBVA ha aprobado su marco para la emisión de bonos sostenibles vinculado a los ODS de Naciones Unidas y ha concluido con éxito las emisiones verdes inaugurales de BBVA y BBVA Bancomer y el primer bono de género de Garanti. Como estructurador y colocador, BBVA ha mantenido su liderazgo en este mercado, participando como bookrunner en 13 operaciones.
También el pasado año el banco dio un paso más en su objetivo de apoyar a sus clientes corporativos en sus estrategias de financiación sostenible al desarrollar un marco de producto transaccional sostenible vinculado a los ODS de Naciones Unidas sin precedentes en la industria. Esta nueva metodología permite clasificar las operaciones de banca transaccional de sus clientes como verdes, sociales o sostenibles.