Senegal: cuando el capital natural supera al económico
Senegal posee un capital natural que supera en valía a su PIB. Esta característica única en el mundo le convierte en el candidato perfecto para formar parte del programa de ARIES for SEEA, una herramienta de IA cuyo objetivo es estandarizar y personalizar la contabilidad del capital natural a nivel mundial. Puedes profundizar más sobre este proyecto en el monográfico de BBVA ‘‘Capital natural, freno para el cambio climático’.
La desembocadura de los ríos Siné y Saloum es el refugio de uno de los mayores manglares de África Occidental. Junto al bosque de mangle del delta del Casamance, también en Senegal, supera las 185.000 hectáreas de manglar.
Tras décadas de destrucción, desde inicios de siglo el tamaño de estos manglares ha aumentado su extensión entre un 2% y un 6%.
El ejemplo de Senegal, único en el mundo
Senegal es un país en vías de desarrollo, dependiente de la pesca y de la agricultura y muy vulnerable al cambio climático, dado que más de la mitad del territorio tiene un clima semiárido marcado por las escasas precipitaciones y las esporádicas lluvias torrenciales que aumentan la erosión del suelo. Su PIB, según el Banco Mundial, lo coloca en la zona media-baja de la tabla de riqueza a nivel global. Sin embargo, su capital natural es mucho más valioso de lo que señalan las estadísticas oficiales.
Además de lo que ya posee, en un contexto global de degradación y retroceso de la naturaleza, los manglares del Siné, el Saloum y el Casamance se han expandido. Según datos del observatorio terrestre de la NASA, tras décadas de destrucción, desde inicios de siglo han aumentado su extensión entre un 2% y un 6%. Esta recuperación se debe, en gran medida, a los esfuerzos conservacionistas y a los proyectos de restauración desarrollados con el objetivo de proteger los inmensos almacenes de carbono que suponen los manglares.
Tecnología para contabilizar el capital natural
Esta diferencia entre capital natural y económico de Senegal es una de las razones por las que el país ha decidido participar en el programa de ARIES for SEEA. Esta herramienta de IA desarrollada bajo la dirección del Centro Vasco para el Cambio Climático (BC3) tiene como objetivo estandarizar y personalizar la contabilidad del capital natural a nivel mundial.
“Allí, hemos usado ARIES para analizar y armonizar los mapas que había producido las agencias ambientales nacionales, un análisis que ayudó a reconocer y corregir algunas incongruencias en los datos”, detalla Alessio Bulckaen, economista especializado en capital natural y medio de ARIES y del BC3. “Luego hemos podido contabilizar la extensión de las diferentes coberturas del suelo, un primer paso clave para empezar la mayoría de los análisis ambientales”.
El equipo de ARIES y de la división estadísticas de la ONU están ahora recabando datos para mapear los diferentes tipos de ecosistemas y a lo largo de 2023 desarrollará, con la ayuda de expertos y ecologistas, un modelo más avanzado para analizar el almacenamiento de carbono de Senegal. El G7 ha anunciado su apoyo a los países para que implementen el SEEA.
“Esperamos, dada la naturaleza interoperabilidad de los contenidos que estamos produciendo, que este mismo modelo pueda ser aplicado a países vecinos o en la misma región bioclimática y sirva como base para desarrollar modelos más avanzados en otros países”, añade Bulckaen.
“Antes de que se desarrollase esta metodología, la mayoría de los países no contabilizaba el capital natural. Ahora si quieren pueden tener una idea de base sobre su capital natural gastando pocos recursos, tienen una primera visión con datos de buena resolución con unos pocos clics”, añade Ferdinando Villa.
¿Qué es el proyecto ARIES por SEEA?
ARIES es una tecnología pensada para conectar diferentes disciplinas de conocimiento y, al mismo tiempo, estandarizar el trabajo de contabilidad del capital natural de cada país. La herramienta está disponible en la plataforma global de Naciones Unidas, como un servicio que promueve la colaboración entre países mediante el intercambio de conocimientos, datos, tecnología y métodos científicos. Contribuye a mejorar la toma de decisiones de gestión del capital natural, facilita el intercambio de conocimientos y su reutilización, permite reducir la brecha técnica y tecnológica entre países y genera informes transparentes, rápidos y económicos.
“El papel de Naciones Unidas ha sido elaborar un estándar que limite la variabilidad de tratamientos de datos y algoritmos para contabilizar el capital natural. Nosotros tuvimos que implementar los algoritmos del estándar dentro de ARIES y hacer que pudiesen funcionar con las oficinas de estadística de los países. Así, las oficinas meten sus datos en el sistema y este los convierte en resultados de contabilidad de capital natural”, detalla Stefano Balbi, experto en economía ambiental y desarrollo sostenible y también investigador de ARIES.
La implementación de la herramienta todavía tiene mucho camino por recorrer, pero ARIES se ha convertido en un aliado clave de la ONU en su estrategia para llevar la contabilidad del capital natural a medio centenar de países en los próximos tres años. Además de Senegal, ARIES mantiene una colaboración oficial con otros seis países africanos (Botsuana, Kenia, Ghana, Ruanda, Uganda y Sudáfrica), así como con Filipinas. Estudia también posibles colaboraciones con Perú, Gabón, Bélgica y EE. UU.
“Una contabilidad robusta del capital natural ayuda a los países a entender la contribución de la naturaleza a la economía y al bienestar de su población. Así, a la hora de tomar decisiones que implican la degradación de un ecosistema se entienden mejor las consecuencias y las pérdidas que conlleva”, concluye Alessandra Alfieri, de la oficina de estadística de la ONU. “La idea final es promover la conservación de ecosistemas y, sobre todo, llegar a entender que los ecosistemas y la biodiversidad nos proveen de servicios importantes que a menudo no se perciben”.