Visibilizar a 'los invisibles' desde la filantropía: Se buscan líderes para construir el futuro
2,5 billones de dólares, todos los años, hasta 2030. Esa es la cantidad necesaria para que los países en desarrollo no se queden atrás. Una cifra que Naciones Unidas calculó antes de la pandemia, y que hoy, es mayor. Una brecha que solo puede cerrarse con el compromiso del sector privado. The Trust for the Americas, la entidad sin ánimo de lucro afiliada a la Organización de los Estados Americanos (OEA), inaugura una nueva edición de la serie ‘Líderes de las Américas’, protagonizada por filántropos, emprendedores sociales y organizaciones, para inspirar a otros actores a acompañarlos en la construcción de un futuro más inclusivo.
“Lamentablemente América Latina es una de las regiones más desiguales del planeta, mucho más desigual que el África subsahariana o el sudeste asiático”, comenta el director general de la Fundación Microfinanzas BBVA, Javier M. Flores, en esta primera entrevista de la serie, con la vicepresidenta de la corporación energética AES y miembro del directorio de The Trust, Scarlett Álvarez. Brechas de género, digitales, de acceso a capital, a formación… El desafío es enorme: “Es imposible que un actor privado filantrópico por sí solo se pueda comprometer con un reto de este calibre”, asegura Flores.
De hecho, según él, los organismos públicos deben “generar las condiciones para que la economía, el mercado y el sector privado puedan ir apoyando los avances”. Además, también ha hecho referencia al papel de los multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial, y a otras organizaciones privadas, que comparten el propósito de promover el desarrollo sostenible en la región: “Siempre estamos abiertos a alianzas y a buscar formas de hacerlo mejor”.
En el encuentro, se habló mucho sobre la digitalización de las personas con pocos recursos: “Hay amplísimas zonas en la región que a día de hoy carecen de infraestructuras que les dé acceso a internet, que es como la energía eléctrica del siglo XXI”. Un ámbito en el que la FMBBVA trabaja ya, por ser una “oportunidad inmensa” para incluir a los que se están quedando atrás. Todo, para garantizar una mayor igualdad: “En la medida en la que esta desigualdad no se corrija, cualquier crecimiento que vayan a tener las economías en el futuro, no va a terminar de llegar a estos segmentos de población”, afirma el director general de la Fundación.
Visibilizar a ‘los invisibles’
Hacía más de diez años que América Latina no veía unos niveles de pobreza tan altos: en 2020, 209 millones de personas vivían en esta situación, 22 millones más que en 2019, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Unas cifras que podrían ser más altas, si no fuera por las medidas financieras tomadas por los gobiernos para llegar a las personas más vulnerables con el apoyo del sector privado. Es lo que dice la CEPAL, que calcula que estas ayudas llegaron a casi el 50% de la población, unos 326 millones de personas.
“Hemos distribuido estos bonos universales de primera necesidad, que en muchos casos son entre 45 o 70 dólares mensuales, a medio millón de personas. Y de ellas, ayudamos a localizar a cerca de 300.000, que no estaban en los censos públicos”, cuenta Javier M. Flores. Precisamente, fue en Colombia donde el trabajo de geolocalización y de apertura de cuentas de la entidad de la FMBBVA hizo que miles de personas pudieran acceder a las ayudas públicas. “Estas personas han dejado de ser invisibles. Muchos de ellos son pequeños emprendedores a los que vamos a apoyar con créditos, en la medida que lo vayan a necesitar”, comenta Flores. Porque la inclusión financiera, puntualiza, va más allá de tener una cuenta corriente: “Tienen que usar de manera recurrente los servicios financieros”.
Experiencia bancaria y conocimiento local para llegar donde nadie llega
“Ponemos el conocimiento que BBVA ha ido implementando en las últimas décadas, y lo adaptamos a las necesidades de la población a la que atendemos”, asegura el director general de la FMBBVA. Para eso, cuenta, hay que trabajar con actores que conozcan las peculiaridades de los cinco países en los que está presente (Colombia, Perú, República Dominicana, Chile y Panamá): “Hemos sido capaces de identificar a ‘partners’ locales, que son las antiguas instituciones de microfinanzas en las que la fundación entró y que normalmente son ONG”.
A partir de ahí, asegura Javier M. Flores, el reto es ser capaces de adaptarse a las necesidades de las personas en vulnerabilidad, y no al revés: “En la banca tradicional, los clientes van a la oficina bancaria. En la banca que nosotros hacemos, somos nosotros los que vamos al domicilio o al negocio de estas personas a ofrecerles servicios que les ayuden a mejorar su capacidad productiva”. En este último punto, Flores insiste en el propósito de la FMBBVA, que es promover el desarrollo sostenible a través de las finanzas productivas; es decir, apoyar a emprendedores para que salgan adelante con los beneficios de sus pequeños negocios: “No hacemos crédito de consumo”, asegura.
El futuro de la filantropía
2,5 billones de dólares, todos los años, hasta 2030, para construir, juntos, una sociedad más justa, que tenga en cuenta a los más de siete mil millones de personas que hay en el mundo, y más verde, que proteja los recursos naturales. Si el reto es mayúsculo, la responsabilidad de las futuras generaciones también lo es.
Para el director general de la Fundación Microfinanzas BBVA, los líderes del mañana están preparados: “La generación que viene es mucho más sensible y está más concienciada con los retos que tenemos como sociedad y con los que tenemos a nivel del planeta”. Ellos, dice, “van a cambiar definitivamente el mundo”. ¿Cómo? Siendo innovadores: “Si queremos solucionar este problema tan grande, tenemos que pensar fuera de los estándares normales”. Sin duda, innovación para un futuro que ya se conjuga en presente.
Entrevista al director general de la FMBBVA, Javier M. Flores, en la serie 'Líderes de las Américas' de The Trust for the Americas