Salud y clima: 45 millones de médicos piden medidas contra la emergencia climática
Es una epidemia silenciosa. Cada año, la emergencia climática y medioambiental causa millones de muertes. Es la mayor amenaza para el bienestar humano, según han denunciado 450 organizaciones médicas. La Organización Mundial de la Salud asegura que mejorar la calidad del aire y la dieta de las personas salvaría muchas vidas.
Hace ya más de dos años que un nuevo virus irrumpió en nuestras vidas y puso el mundo patas arriba. Mientras se buscaban las primeras soluciones para detener los contagios, resonaba siempre un mismo mensaje: la aparición de la COVID-19 y la crisis medioambiental están estrechamente relacionadas. El deterioro del mundo natural, la destrucción de hábitats y el tráfico de vida silvestre crean el cóctel perfecto para la formación de nuevas zoonosis.
La COVID-19 es solo la punta del iceberg de otra pandemia silenciosa: la que dejan las consecuencias de la emergencia climática y medioambiental. Cada año, la contaminación del aire y los fenómenos meteorológicos extremos causan millones de muertes a nivel global, y se prevé que las cifras aumenten a lo largo de esta década.
Para poner fin a esta situación, más de 450 organizaciones médicas de todo el mundo han redactado una carta conjunta instando a los gobiernos a actuar ya contra la crisis ambiental. En total, la firman más de 45 millones de sanitarios que viven en primera línea los efectos del cambio climático y no tienen ninguna duda: en términos de salud, se trata de la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad.
Un planeta enfermo
Ninguna región del mundo es inmune a los riesgos del cambio climático: las olas de frío y de calor, los incendios forestales y los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando y, por consiguiente, dañando cada vez más la salud de las personas. Además, los cambios en el clima aumentan la transmisión de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la malaria o el cólera.
“Allí donde prestamos atención médica, estamos enfrentándonos a los daños que el cambio climático causa en la salud”, señalan los firmantes de la carta. Estas son algunas de las relaciones que existen entre salud y cambio climático:
- La contaminación del aire, en gran parte propiciada por la quema de combustibles fósiles, causa más de siete millones de muertes prematuras al año. 13 por minuto.
- Los climas extremos ponen en peligro la producción de alimentos y, por tanto, la seguridad alimentaria de millones de personas.
- El aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos destruyen los medios de vida y los hogares, fundamentales para garantizar la salud de las comunidades.
- Los cambios meteorológicos y climáticos incrementan la transmisión de enfermedades por alimentos, agua y vectores.
Entra en juego, también, la salud mental. De acuerdo con el estudio previsto para publicación en The Lancet y titulado Young People's Voices on Climate Anxiety, Government Betrayal and Moral Injury: A Global Phenomenon, el 84% de los jóvenes están preocupados por el cambio climático y cerca de la mitad considera que este afecta a su día a día. La ecoansiedad y la solastalgia (angustia y estrés existencial por el deterioro medioambiental) son problemas de salud cada vez más comunes en una sociedad que se siente impotente y, a su vez, vulnerable ante las amenazas del cambio climático.
Salud, igualdad y clima
La carta, publicada antes de la cumbre del clima que se celebró en Glasgow en noviembre de 2021 (COP26), hace un llamamiento a los líderes de todos los países para limitar el calentamiento global a 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales y evitar, así, una catástrofe sanitaria. Pide, también, que se tengan en cuenta la salud y la reducción de las desigualdades en las políticas climáticas.
Y es que la salud del planeta y la salud humana no recorren caminos separados: en su publicación, el escrito acompañaba a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que resalta la conexión entre bienestar humano y medioambiente. Según el informe, alcanzar los objetivos del Acuerdo de París salvaría millones de vidas cada año al mejorar la calidad del aire o la dieta de las personas.
Vivir en un mundo más sano ha dejado de ser, además, un privilegio. Una de las noticias más esperanzadoras de 2021 es que la ONU dictaminó que tener un medioambiente limpio es un derecho de todos, independientemente de su edad, condición social o lugar de nacimiento.
