Renovables: única alternativa para poblaciones aisladas y excluidos
Además de ser una oportunidad para invertir, una necesidad inaplazable para la sostenibilidad del planeta y un cambio que mejorará nuestras vidas, las energías renovables pueden rescatar a las poblaciones remotas de su aislamiento y paliar, en parte, sus dificultades. Las micro redes avanzan en todos los rincones del mundo, aúnan voluntades y movilizan intereses.
Según explica Elías Fereres Castiel, presidente de la Real Academia de Ingeniería en el informe Tecnologías para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas, la innovación tecnológica es fundamental para cambiar la situación de estos asentamientos humanos. “El uso de tecnologías apropiadas y adaptadas a las condiciones locales ha sido útil para alcanzar los objetivos establecidos, dentro de un contexto en el que predominan los aspectos sociales, institucionales, económicos, culturales y legales”, dice Fereres Castiel refiriéndose a aquellos proyectos que han ayudado a la inclusión de las CRA (Comunidades Rurales Aisladas). El experto opina que “crear oportunidades para los que están aislados y lejos de todo menos de la pobreza, está justificado porque es en las CRA donde la tecnología tiene un mayor recorrido para promover el bienestar de las personas y el desarrollo de los pueblos”.
Micro redes para tomar mate
A pesar de que entre los países con grandes zonas rurales y de difícil acceso, Argentina no es de los casos más graves, unas 750.000 personas (la mayoría pertenecientes a comunidades indígenas) no tienen acceso al suministro eléctrico, lo que limita sus oportunidades sociales y económicas y, según Lucia Spinelli, especialista en energía del Banco Mundial, es muy difícil llegar a ciertas zonas con el servicio tradicional de electricidad. “La ventaja de las energías renovables es que pueden conectarse en estos lugares aislados. Una vez instalado el sistema, puede operar y no hace falta un flujo de combustible para asegurar el acceso a la electricidad”, señalaba la experta en un artículo publicado por El País
A fecha de hoy unas 150.000 personas usan las energías renovables —paneles solares, sistemas hidroeléctricos y energía eólica— en zonas remotas de Argentina para tareas diarias como iluminar sus casas, cargar un teléfono móvil o incluso escuchar la radio. Según Victoria Ojea, productora online del Banco Mundial, el viento, el sol y el agua son “la nueva electricidad de los pueblos remotos”.
Pero Argentina es sólo un ejemplo; desde las comunidades Mapuches de Chile que generan energía limpia, barata y sin cortes hasta Entasopia, una pequeña y polvorienta localidad en el Valle del Rift, en Kenia, a cinco horas de la capital, Nairobi, y a unos 48 kilómetros de la red eléctrica más cercana que ahora dispone de energía fotovoltaica, los proyectos de micro redes se multiplican. Y conllevan efectos que van más allá de la simple disponibilidad de luz y energía.
Micro redes rentables en África
La empresa Powerhive (que cuenta en su consejo de dirección con el actor y activista Leonardo DiCaprio) manifiesta que el negocio de las micro redes le está resultando rentable y este crecimiento será aprovechado para extender proyectos en nuevas regiones de África y Asia.
Powerhive África oriental Ltd. es la primera empresa privada en la historia de Kenia que recibe una concesión de servicios públicos para generar, distribuir y vender electricidad.
“El gobierno de Kenia reconoce que el enfoque más rápido y menos costoso para llegar a 100% de acceso a la electricidad es permitir la inversión privada en infraestructura de generación distribuida”, explica Zachary Ayieko, director general de Powerhive África Oriental en un comunicado de la compañía. La empresa viene tendiendo redes en el país africano desde el año 2012, abasteciendo de energía limpia a poblaciones de unos 200 habitantes. Antes de este despliegue, solo un 23% de la población de Kenya tenía acceso a la electricidad; con este proyecto se pretende ofrecer energía limpia a más de 200.000 hogares.
“La luz suministrada por los sistemas instalados en los tejados puede mejorar la calidad de vida, pero sólo las micro redes pueden sacar a las personas de la pobreza”, comenta Emily Moder, gerente de software en SteamaCo, en una publicación de la Universidad de Yale publicado en la empresa que instaló la primera micro red en Kenya. Y añade: “Son el siguiente paso; al permitir a la gente construir negocios y otras fuentes de ingresos, mejoramos la resiliencia de las comunidades rurales frente a la sequía o el cambio climático”.
También en Europa la energía limpia es rentable
Wildpoldsried es un pequeño poblado agrícola de Baviera, en Alemania, que se ha convertido en un pueblo eficiente en la producción y uso de energías renovables. Wildpoldsried produce un 321% más de energía de la que necesita, genera anualmente 5,7 millones de dólares gracias a la producción de energía renovable y ha sido galardonado con el premio de oro concedido por la European Energy Award en 2014.
El pueblo ha desarrollado su proyecto basado en tres principios: energía renovable y ahorro de energía; utilización de materiales ecológicos y protección de los recursos hídricos. Sobre esta base se han construido -un sistema de ACS ecológico mediante 4 plantas productoras de biogás que utiliza como materia prima el estiércol de vaca y que complementan con la utilización de estufas de pellets; -siete molinos de viento que produjeron en el año 2014 un total de 16.798 Mwh y se han añadido otros dos molinos en 2015. También se ha dotado a todas las casas del pueblo, incluidos los edificios oficiales, con paneles solares, se han creado tres pequeñas hidroeléctricas, un sistema de aguas residuales ecológico y un sistema ecológico de control de inundaciones. Además, el pueblo exporta sus excedentes.
Los expertos coinciden en que las micro redes son la herramienta para alcanzar el objetivo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se fijó en la cumbre del clima de 2014, de hacer llegar la electricidad a los 1.300 millones de personas de todo el mundo, mayoritariamente de las zonas rurales, que actualmente carecen de ella.