Referentes femeninos para las científicas del futuro
Los números han hablado: menos del 30% de las matriculaciones superiores en el campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) pertenece a mujeres. Los datos de la UNESCO cifran en un 28% a las científicas a nivel mundial. Una brecha que comienza desde los primeros años de educación de las niñas, que ya desde muy pequeñas empiezan a tomar distancia con la ciencia. ¿Cómo podemos cambiar esta tendencia?
“Hoy vamos a programar una nave espacial”. Así comienza el taller ‘Mujeres en ciencia y tecnología’ organizado por BBVA y #girlsgonna, la iniciativa educativa del grupo Everis para luchar contra la brecha de género en el sector digital. Un grupo de 23 niños y niñas, acompañados de uno de sus padres, se dispone a enfundarse su traje de astronauta imaginario para conquistar la Luna. De la mano de la figura de Margaret Hamilton, líder del equipo que programó el código para que el Apolo 11 llegara a la Luna, los niños se acercan al mundo de la programación con una mujer como protagonista.
La ausencia de referentes femeninos en los ámbitos STEM, es uno de los motivos que desanima a las niñas a imaginarse en ese tipo de profesiones. Darles a conocer a las mujeres en la historia de la ciencia y la tecnología que han roto con esos estereotipos puede acercarlas a estas materias y que contemplen estudiar una carrera científica o tecnológica.
Los talleres son una experiencia de aprendizaje en la que jóvenes, de entre 7 y 12 años de edad, programan de forma divertida un pequeño viaje lunar junto a sus padres. Simples códigos de comando que les permiten el alunizaje de su personal nave espacial con la ayuda de un circuito construido por ellos mismos.
Esta actividad está enmarcada en el programa de diversidad e inclusión de BBVA, que pretende fomentar las profesiones STEM entre las niñas y romper los prejuicios de género asociados a determinadas áreas del conocimiento. En total, BBVA ha desarrollado seis talleres como este por el que han pasado más de un centenar de hijos e hijas de empleados de la sede madrileña de la entidad. Y habrá más. La iniciativa se repetirá en España y viajará en las próximas semanas a México para llegar a 60 familias.
No sabemos cuántas de esas niñas serán las astronautas, programadoras o científicas del futuro. Lo que es seguro es que, con una educación que rompe con los estereotipos y los sesgos de género, podrán llegar a donde ellas quieran. Incluso a la Luna.