Reciclaje y reutilización de los materiales de la construcción para avanzar en economía circular
Fabricar los materiales que se utilizan en el sector de la construcción consume ingentes cantidades de agua, energía y materias primas. Sin contar los residuos que generan los edificios. Por ello, reciclar y reutilizar esos materiales es importante para lograr una sostenibilidad regenerativa, además de una relevante oportunidad de mercado que la consultora McKinsey calcula en más de un billón de dólares solo en Europa en 2050.

Pasaban pocos minutos de la una de la tarde de un día de septiembre de 2017 cuando un terremoto sacudió el estado mexicano de Puebla. Numerosos edificios de urbes como Ciudad de México, Morelos y Puebla se convirtieron en escombros. Materiales que daban forma a viviendas, colegios u hospitales pasaron a ser, en cuestión de minutos, un montón de residuos.
En situaciones como la vivida en México, la minería urbana, el reciclaje y la reutilización se presentan como una oportunidad para dar una segunda vida a los materiales y facilitar la reconstrucción de la ciudad. Entidades como el Centro Avanzado de Reciclaje Eficiente (CARE) reintroduce en el mercado mexicano los materiales, muchas veces de la construcción, que antes terminaban en el vertedero, sin una segunda vida.
El reciclaje y la reutilización de los materiales puede jugar un papel fundamental a la hora de descarbonizar el sector de la construcción. También puede favorecer la transición hacia un sistema más sostenible. Los desafíos, hoy, están más ligados a la realidad de los mercados que al desarrollo de las tecnologías y los métodos que ya hacen posible los procesos.
El camino para reciclar y reutilizar los materiales de construcción
El principal motivo para integrar materiales reciclados en el ámbito de la construcción es reducir el impacto que este sector genera sobre el medioambiente. “Este impacto es importantísimo. Entre otras cosas, porque para fabricar los materiales se consume muchísima agua, energía y materias primas”. Así lo señala Mercedes del Río Merino, catedrática de Construcción en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

“También se generan muchos residuos durante todo el ciclo de vida de los edificios, sobre todo en las labores de reforma, rehabilitación o demolición. Es muy importante empezar a entender que ese residuo se puede convertir también en materia prima y no solamente acabar en el vertedero. Es la idea que estamos trabajando ahora mismo en el sector y que tiene mucho que ver con la economía circular”, añade Del Río.
De acuerdo con la catedrática de la UPM, actualmente se están realizando un gran número de investigaciones y proyectos, muchos integrados en el ecosistema de las tecnologías limpias (‘cleantech’), para avanzar en el reciclaje y la reutilización de estos materiales. Uno de los materiales de la construcción al que más se presta atención es al cemento, debido a que los complejos procesos para fabricarlo tienen una altísima huella de carbono.
En esta búsqueda de métodos para reciclar el cemento, ha llamado la atención un reciente estudio realizado por la Universidad de Cambridge. Un grupo de investigadores ha desarrollado un método que usa los hornos de arco, utilizados para reciclar el acero, para reciclar simultáneamente cemento. Esto es interesante porque el cemento es un componente del hormigón cuyo procesado consume muchísimo carbono.
“Los investigadores descubrieron que el cemento usado es un sustituto eficaz del fundente de cal, que se utiliza en el reciclaje de acero para eliminar impurezas y que normalmente termina como un producto de desecho conocido como escoria. Pero al reemplazar la cal con cemento usado, el producto final es cemento reciclado que puede usarse para hacer concreto nuevo”, explican desde la Universidad de Cambridge.
El método, que los propios investigadores consideran “un milagro absoluto”, podría servir para encontrar una forma rentable de reducir las emisiones del cemento y al mismo tiempo satisfacer la demanda global.
Al del cemento se unen otros métodos e iniciativas para hacer posible el reciclaje y la reutilización de ladrillos, acero, vidrio, escombros y otros restos de la demolición. “Cuando se fabrica un ladrillo, por ejemplo, hay sobrantes por falta de calidad, excesos que actualmente ya se están reincorporando a la propia cadena de fabricación”, explica Del Río, para añadir que actualmente el reto está en reducir la cantidad de energía utilizada en estos procesos.

Beneficios, retos y oportunidades de construir con materiales reciclados
Las ventajas de añadir materiales reciclados a la rueda de la economía circular son principalmente medioambientales y económicas. “El beneficio medioambiental es muy alto –señala Del Río–. Pasamos de hablar de sostenibilidad, que es tener un impacto cero, a hablar de sostenibilidad regenerativa, que es conseguir un impacto positivo”.
“¿Y cómo se consigue este impacto positivo? Funcionando como digestor de los residuos de otras industrias. Con el reciclaje y la reutilización de los materiales de construcción se da uso al residuo de otros sectores, consiguiendo impacto positivo. Este es el verdadero objetivo, porque quedándonos en el impacto cero no se va a llegar a ningún lado”, señala la catedrática de la UPM.
Desde el punto de vista económico, se abren nuevos horizontes para empresas que pueden dedicarse a gestionar estos residuos como recursos y generar una nueva economía. De acuerdo con la consultora McKinsey, el objetivo principal de la circularidad en el sector de la construcción es reducir las emisiones y prevenir los residuos, pero también representa una importante oportunidad de mercado. Según sus análisis, existe una oportunidad de ingresos de más de un billón de dólares solo en Europa en 2050, seis veces más que en 2021.
Actualmente, para alcanzar estos beneficios es necesario superar algunos retos. Desafíos que, de acuerdo con Del Río, hoy están más relacionados con temas de mercado que con el desarrollo de las tecnologías y los métodos de reciclaje y reutilización. “Uno de los desafíos que tenemos es que el mercado acepte estos materiales, que no tienen tanto recorrido ni tanta validación como los tradicionales. Detrás debe haber una administración que, de alguna manera, impulse el uso de este tipo de materiales”, explica la catedrática.
Los datos de McKinsey muestran también cómo la investigación y la tecnología avanzan, pero los números de la construcción se atascan. De acuerdo con la consultora, la circularidad de los materiales se ha reducido del 31% en 2018 al 20% en 2023. Los factores que contribuyen a esta disminución podrían incluir el aumento de los desechos debido a la rápida urbanización y el crecimiento de las poblaciones, realidades que están aumentando las tasas de extracción y de uso de materiales.

Para dar la vuelta a esta realidad, diferentes proyectos e iniciativas trabajan con el objetivo de acelerar la transición hacia un sector de la construcción en el que los materiales reciclados y reutilizados sean protagonistas. Del Río destaca Arpada, una empresa constructora que ha implicado a fabricantes y gestores de residuos en proyectos de gestión de los restos producidos en las obras.
La filosofía de Arpada se basa en que ambos agentes colaboren para que los residuos de la obra vuelvan a la fábrica, para reincorporarse a la línea de producción. Actualmente, Arpada tiene proyectos con empresas como Saint-Gobain Placo (para la recuperación de restos de placa de yeso laminado), Rockwool (para dar una segunda vida a los restos de aislamiento de lana de roca que se utilizan en las fachadas de los edificios) o Mondi (para la reutilización de restos de plástico de embalaje de los materiales de obra).
En palabras de los expertos de McKinsey, “no hay tiempo que perder”. Debido al significativo impacto medioambiental de la construcción, avanzar hacia la circularidad en el sector de la construcción es crucial para lograr la reducción de emisiones.