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Radiografía de la inversión socialmente responsable (ISR)

Un inversor socialmente responsable es aquél que incluye cuenta criterios éticos, sociales y ambientales en sus decisiones de inversión. Sin poner en riesgo la rentabilidad de la inversión, busca crear valor a largo plazo e impulsar negocios que puedan resultar beneficiosos para la sociedad. Aunque en la actualidad son los grandes inversores institucionales los más activos en este tipo de inversiones, el interés de los millennials permite presagiar que, a mediados de este siglo, las oportunidades en este sector de inversión podrían llevar a transferencias de riqueza superiores al 4% del PIB mundial.

Fotografía inversión socialmente responsable- Recurso

¿Cómo funciona la Inversión Socialmente Responsable?

La inversión socialmente responsable (ISR) pretende dar una respuesta a aquellos inversores más sensibilizados con variables ligadas al desarrollo tanto social como medioambiental. Parte de la base de que el comportamiento de una compañía puede ser un indicador de la calidad de su gestión y permitir que esté mejor preparada para gestionar potenciales riesgos y oportunidades a largo plazo.

Para ello, clasifica las inversiones en función de tres criterios (conocidos por sus siglas como criterios ASG) que analizan la relación de la empresa con el medio ambiente (A), la sociedad (S) y el buen gobierno corporativo (G).

Dependiendo del sector al que pertenezca la empresa, tiene más importancia a uno u otro factor. En el sector financiero las variables más sensibles son aquellas relacionadas con prácticas correctas con clientes y proveedores, gobierno corporativo y relación con la sociedad (que incluye también el grado de satisfacción de los empleados), aspectos en los que BBVA destaca por encima de competidores.

¿Quién puede invertir en ISR?

La inversión socialmente responsable es relativamente reciente aunque su crecimiento, especialmente a lo largo de los últimos años, está siendo exponencial. De acuerdo con datos publicados por la Alianza Global de la Inversión Sostenible (GSIA), a finales de 2014, el importe de fondos ISR a nivel mundial habría superado los 21.000 miles de millones de dólares, con una tasa de crecimiento del 61% al compararlo con los 2012 (GSIA publica el informe cada dos años).

Cualquier tipo de inversor (tanto de naturaleza institucional como individual) puede ser socialmente responsable. Normalmente, se trata de un tipo de inversor que no busca obtener retornos elevados en el corto plazo. La inversión socialmente responsable favorece las rentabilidades sostenibles a largo plazo.

Hasta el momento están siendo los grandes inversores institucionales (principalmente franceses y nórdicos), los que están impulsando en mayor medida su crecimiento. Sin embargo, la entrada en los mercados de dinero de los millennials (inversores jóvenes más predispuestos a combinar retornos con beneficios sociales y ambientales) permite prever una presencia cada vez mayor del inversor individual.

La mayoría de los grandes inversores institucionales cuentan con analistas especializados en ISR que emiten opiniones acerca de la adecuación y el cumplimiento de las variables críticas ASG de las empresas que están bajo su seguimiento. Aquellos inversores que no cuentan con este tipo de analistas, toman como referencia las calificaciones de agencias de rating especializadas. Algunos ejemplos de estas agencias son: RobecoSAM, MSCI, Vigeo y Sustainalytics.

Los ratings emitidos por estas agencias son también determinantes a la hora de formar parte de los llamados Índices de Sostenibilidad, que realizan una selección de aquellas empresas que tienen un desempeño destacado en materia ASG.

La inclusión en alguno de estos índices y la puntuación o ranking obtenido, puede ser determinante para un inversor a la hora de tomar una decisión con relación a una determinada compañía. Entre los más influyentes se encuentran Dow Jones Sustainability World Indexes (DJSWI), MSCI World ESG o FTSE4Good.

BBVA es una de las empresas españolas incluida en el Anuario de Sostenibilidad 2016 que elabora anualmente RobecoSAM, que es la agencia que realiza las valoraciones para entrar en el Dow Jones Sustainability Index.

Asimismo, BBVA ha creado un índice sintético de banca responsable que permite la comparabilidad entre entidades en términos de desempeño en ASG. En el período comprendido entre 2012 y 2014, BBVA ha pasado del tercer al primer puesto de este ranking al compararlo con un grupo de 19 bancos europeos que son sus directos competidores.

Tipos de inversiones socialmente responsables

Tradicionalmente, los inversores especializados lideraban la ISR al tomar la decisión de invertir tanto en fondos temáticos, como en empresas concretas vinculadas a objetivos o sectores de desarrollo sostenible.

Los criterios que se analizan en la inversión socialmente responsable se han ido incorporando gradualmente a decisiones de inversión más generalistas.

La fórmula más común es la estrategia de exclusión, que descarta la inversión en determinados sectores o empresas por no cumplir o ser contrarios a los criterios de la inversión socialmente responsable.

Por otro lado, la integración de criterios ASG como una variable más en la gestión clásica de inversiones (complementaria a los tradicionales criterios de rentabilidad, liquidez y riesgo), es cada vez más frecuente.

Otras estrategias aplicables a la ISR son la selección “best in class”, el screening basado en normas internacionales, los fondos temáticos, el engagement o voting y las inversiones de impacto.