¿Qué tipos de placas solares existen y para qué se utilizan?
Todas las placas solares utilizan los rayos del sol para generar energía. Dependiendo de su funcionamiento, existen tres tipos principales: las placas solares térmicas, que generan calor; las fotovoltaicas, que generan electricidad; y las híbridas, que combinan las dos anteriores.
Las renovables serán en 2025 la primera fuente global de energía eléctrica, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Las placas solares reciben energía del sol y la convierten en energía utilizable por las personas, lo que permite hacer del planeta un lugar más sostenible. Esa energía puede ser térmica o eléctrica. “Es decir que dependiendo de la aplicación, se puede usar un tipo de placa u otra”, afirma la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).
Existen dos grandes tipos de placas solares, según la UNEF. Por un lado, están las que generan calor, que se suelen llamar ‘captadores solares térmicos’. Por otro, las que generan electricidad. Estas últimas se suelen llamar módulos, paneles o placas solares. “Los captadores solares térmicos se pueden utilizar para el agua caliente sanitaria de una vivienda o comercio, para la calefacción o para generar calor de un fluido a nivel industrial hasta los 400 grados. Los paneles fotovoltaicos generan electricidad en plantas solares o para autoconsumo a nivel residencial, comercial e industrial”, indican.
Comparar estos paneles puede ser complicado, según la Unión Española Fotovoltaica, puesto que se utilizan para aplicaciones diferentes. No obstante, también existen las placas híbridas, que pueden hacer las dos cosas a la vez. La UNEF señala que realmente se trata de un panel fotovoltaico al que se le añade por la cara posterior un circuito de fluido, que absorbe calor del panel. De esta forma, se consigue la doble función de generar electricidad y calor.
Placas solares fotovoltaicas
Dentro de los paneles fotovoltaicos a través de los cuales se genera energía solar, es posible distinguir entre tres principales variantes: monocristalinas, policristalinas y amorfas.
“Los paneles fabricados con células monocristalinas son los que tienen un mayor rendimiento y son más estables a lo largo del tiempo. Lógicamente también suelen ser los más caros”, cuentan desde el departamento técnico de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier).
Mientras tanto, las células policristalinas se fabrican a partir del silicio metalúrgico mediante procesos de solidificación menos exhaustivos que en el caso de las monocristalinas, según Anpier: “El crecimiento de los cristales de silicio no se controla por lo que se forman distintas estructuras cristalinas. Esto permite la fabricación de lingotes de forma rectangular que facilita la posterior conformación de las celdas fotovoltaicas”. Los paneles con células policristalinas tienen “rendimientos un poco inferiores a costes más reducidos”.
Por último estarían las células amorfas. Para fabricarlas, “se depositan de forma controlada delgadas capas de material fotovoltaico sobre distintos materiales que actúan como soporte”. El silicio, teluro de cadmio, cobre, galio y selenio se fijan a plásticos, vidrios o tejidos permitiendo la fabricación de células flexibles o integradas en distintos materiales de construcción, según Anpier. De esta forma, la asociación indica que se reduce hasta cincuenta veces el espesor de las celdas, lo que trae consigo ahorros considerables de materias primas. “Esto permite un abaratamiento de los paneles que integran este tipo de células y aplicaciones diversas: módulos fotovoltaicos integrados en tejas o vidrios, paneles flexibles, transparentes o de distintos colores”, añade.
Independientemente del tipo de variante, es importante tener en cuenta que para instalar placas solares para autoconsumo es necesario un equipo de profesionales.
Placas solares térmicas
En el caso de los paneles térmicos, se pueden diferenciar por la temperatura a la que funcionan sus colectores (componentes encargados de capturar la radiación solar y transformarla en energía térmica). El fabricante de paneles solares Endef diferencia tres grandes grupos en la clasificación de los colectores.
Por un lado, estaría el colector de baja temperatura: “Alcanzando hasta un máximo de 50 grados, este tipo de paneles se utilizan principalmente para la calefacción y para el agua caliente sanitaria en sistemas domésticos”, apuntan desde la compañía.
El colector de media temperatura, según explican, es igual que el anterior pero incorpora una cubierta transparente que evita la pérdida de calor del panel. De esta forma, puede llegar hasta los 90 grados.Por último, el colector de alta temperatura se consigue con una cubierta más. En este caso, “la temperatura puede llegar a alcanzar hasta 150 grados”: “Se utilizan, generalmente, para producir vapor capaz de mover turbinas que permitan la generación eléctrica”.
Ventajas y desventajas de todos los paneles solares
Tanto los paneles térmicos como los fotovoltaicos, tienen sus ventajas y desventajas. Entre los beneficios de los paneles térmicos, Anpier menciona que pueden aprovechar hasta un 70% de la energía solar incidente. Además, destaca que la instalación de un kit de placas solares es sencilla y el mantenimiento es mínimo. No obstante, reconoce que en los meses de invierno pueden tener problemas de congelación. Además, a día de hoy “sus aplicaciones son muy limitadas”. “Solamente sirven para calentar agua”, añade.
Mientras tanto, los paneles fotovoltaicos “pueden suponer un ahorro de energía en una casa de entre un 50% y un 60%”. Además, el mantenimiento que necesitan es mínimo y “si son de buena calidad, pueden funcionar durante 30 años o más”. A diferencia de lo que ocurre con los paneles térmicos, no tienen problemas de congelación y valen para cualquier tipo de aplicación eléctrica. Para Anpier, las desventajas de estos paneles son que suponen una inversión inicial elevada y que existe un exceso de oferta en el mercado con niveles de calidad muy dispares.