¿Qué son los pellets y qué tipos existen?
Los pellets son pequeños cilindros compactados que se han posicionado como una fuente de energía limpia y sostenible, aunque también pueden ocasionar problemas medioambientales como el ocurrido con los pellets de plástico en el litoral del norte de España. Utilizados originalmente en estufas para calefacción, han evolucionado ampliando su presencia en diversas aplicaciones que van desde la generación de energía hasta su uso a nivel industrial.
En la búsqueda de fuentes de energía más sostenibles, los pellets han emergido como una solución versátil y respetuosa con el medioambiente. Estos diminutos cilindros compactados se fabrican a partir de materiales como la madera, la biomasa o el plástico reciclado. En su evolución, han pasado de servir como combustible para calderas de biomasa a desplegar todo su potencial en un abanico de aplicaciones que va desde la industria hasta la medicina.
El proceso de fabricación de los pellets es clave para entender su impacto. Desde la selección de la materia prima hasta la compactación de la misma, este método contribuye no solo a la eficiencia del producto resultante, sino también a la reducción de residuos y al fomento de la economía circular. En el caso de los pellets de biomasa, se aprovecha residuos agrícolas, forestales u orgánicos. Si hablamos de los de plásticos, estos pueden provenir de desechos, otorgándole una nueva vida mediante el reciclaje.
Tipos de pellets
Dependiendo de su fabricación y, sobre todo, de la materia prima utilizada, existen varios tipos de pellets:
- Pellets de plástico: Estos pueden ser creados a partir del petróleo o de plástico reciclado. En esta segunda opción, el beneficio es doble pues no solo se obtiene un producto a partir de un desecho, sino que es una posible solución ante la problemática que supone el uso inconmensurado del plástico y su posterior reciclaje. En ambos casos, este tipo de pellets no se utilizan como fuente de energía, sino como materia prima para fabricar productos plásticos como botellas.
- Pellets de madera: Estos son la variedad más común y se fabrican a partir de serrín y virutas de madera. Este tipo de pellets destaca por su eficiencia a la hora de generar calor. Además, es una de las opciones más populares para estufas y sistemas de calefacción doméstica.
- Pellets de biomasa: Este tipo de pellets aprovechan residuos orgánicos, agrícolas o forestales, lo cual no solo ofrece una fuente de energía renovable, sino que también contribuye significativamente al fomento de la economía circular al transformar desechos en combustibles. La versatilidad de la biomasa como materia prima resalta la importancia de esta alternativa en la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles.
¿Para qué se utilizan los pellets?
Los pellets, con sus diversos tipos, han encontrado aplicaciones prácticas en distintos sectores, contribuyendo significativamente a la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad. En el ámbito de la calefacción, los pellets han ganado terreno. Según el Informe estadístico anual sobre producción y consumo de pellets en España publicado por la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM), en 2023 se consumieron un total de 890.000 toneladas de pellets de madera, una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años. Según este mismo informe, el 91,3% de ellos se destinaron al uso doméstico, mientras que el 8,3% fue industrial.
En la industria, se suelen emplear pellets de plástico, sea reciclado o no. Estos pequeños polímeros se pueden fundir y moldear para dar lugar a productos como bolsas de plástico, botellas, juguetes o utensilios de cocina.
También existen otro tipo de usos de los pellets que abarcan desde convertirse en arena para gatos aprovechando su capacidad de absorción de la humedad, hasta abono de jardín o combustible para encender barbacoas.
Ventajas e inconvenientes de usar pellets
El uso de los pellets, ya sea en el ámbito industrial o como fuente de combustible para el hogar, conlleva una serie de ventajas que han impulsado su popularidad, pero también plantea desafíos que no deben pasar desapercibidos. En términos de sostenibilidad,los pellets derivados del plástico reciclado o de fuentes renovables como la biomasa presentan una ventaja clara pues su origen contribuye a la reducción de desechos y a la promoción del cuidado del medioambiente. Además, se presentan como una importante alternativa a los combustibles fósiles, reduciendo la dependencia de recursos no renovables.
Sin embargo, también es importante evaluar la procedencia de aquellos que derivan de la madera o el petróleo. En el primer caso, estos pueden contribuir a la deforestación de los bosques para obtener combustible. Con respecto al segundo, además hay que tener en cuenta la posibilidad de que estos pellets de plástico se fragmenten en microplásticos y lleguen en forma de residuo a nuestros mares, afectando a los ecosistemas acuáticos y a la biodiversidad de los mismos. Por todo ello, a pesar de que las ventajas que presentan los pellets en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles son muchas, es crucial abordar estos desafíos para evitar problemas medioambientales.
El problema de los pellets de plástico
Si los pellets de plástico llegan al mar, pueden ocasionar un gran problema medioambiental como el ocurrido en el litoral del norte de España a finales del 2023. Estos microplásticos también son conocidos como granza, pues es la forma en la que llega la materia prima a la industria de los transformadores de plásticos para ser modelada en forma de objetos.
A principios del mes de diciembre, seis contenedores transportados en un buque de mercancías cayeron al mar cerca de Portugal. Uno de ellos iba cargado de pellets o granza de plástico que se ha expandido por toda la costa gallega y norte de España, lo que se ha convertido en una grave amenaza para la biodiversidad marina y la salud de este ecosistema.
Por otra parte, este vertido puede llegar a afectar a la seguridad alimentaria. Debido a su tamaño, los peces no son capaces de distinguirlos de su alimento y los ingieren, por lo que es factible que lleguen al consumo humano.
Para revertir esta situación, autoridades locales, equipos de emergencias y cientos de voluntarios trabajan mano a mano para limpiar las playas y contener la propagación de los pellets.
Aplicaciones innovadoras de los pellets
La continua investigación y desarrollo en el campo de los pellets promete abrir nuevas fronteras de aplicaciones más allá del ámbito de la generación de energía.
En el ámbito de la medicina, los pellets fabricados con medicamentos se utilizan como cápsulas de liberación lenta que se implantan bajo la piel y liberan paulatinamente un principio activo. De esta manera, se puede conseguir una absorción lenta y sostenida que puede ser muy útil a la hora de suministrar ciertas hormonas. Este avance podría transformar la manera en la que se abordan enfermedades crónicas.
Si hablamos de la industria alimentaria, la aplicación de pellets como fuente de calor eficiente está siendo explorada para procesos de cocción y secado, lo que puede desempeñar un papel crucial en la sostenibilidad de la cadena alimentaria, ofreciendo una alternativa más verde y eficiente.
Por último, otro sector en el que los pellets están generando un impacto notable es el de la impresión 3D, pues estos gránulos ofrecen una gran versatilidad en la fabricación de objetivos y componentes. La capacidad de transformar pellets en material de impresión 3D no solo diversifica las opciones de fabricación, sino que también contribuye a la reducción de residuos si estos provienen de materiales reciclados.