Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

¿Reciclaje o nueva vida?: Qué hacer con tu móvil viejo

Hay varias opciones a la hora de dar una nueva vida a los viejos móviles y evitar que acaben en una basura común. Apostar por la reducción del consumo, la reutilización o el reciclaje puede servir para evitar que un mal uso de sus componentes tenga un impacto medioambiental negativo.

A veces dejan de funcionar con el uso; otras, su capacidad de memoria deja de ser suficiente. Los móviles tienen una vida cada vez más corta en manos de los usuarios y las nuevas prestaciones cada vez llegan con más rapidez. Es algo habitual: la venta mundial de móviles alcanzó en 2016 los 1500 millones según datos del Fondo Monetario Internacional.

Cuando se adquiere ese nuevo modelo, es común olvidarse del antiguo. En cualquier casa existe un cajón de un escritorio donde conviven los viejos móviles con los mandos a distancia del DVD y el lector de ‘compact disc’. Un pequeño cubículo de basura tecnológica (‘e-waste’) como si de la película ‘Wall-E’ de Pixar se tratara. Todos los dispositivos electrónicos (móviles, ordenadores, computadores, neveras, etc.) que no se usan generaron en 2017 un total de 47,7 millones de toneladas de residuos tecnológicos en el planeta, según datos de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) . Y se espera que para el año 2021 aumente hasta los 52,2 millones de toneladas.

“Existe una jerarquía a la hora de tratar los residuos tecnológicos: la reducción, la reutilización y el reciclaje de los aparatos”, señala Gabriel García, director general y de operaciones de Recyclia, una entidad administradora de residuos eléctricos y electrónicos que cuenta con Tragamovil, fundación para el reciclaje de terminales telefónicos.

Reducir el consumo

Nuevos modelos de móviles llegan al mercado cada pocos meses y los usuarios se lanzan a por el nuevo terminal. Reducir la frecuencia con la que se compran nuevos terminales también ayuda a generar menos residuos tecnológicos. “La generación del residuo es fruto de querer estar actualizado. El móvil suele cambiarse cada año o dos años. Creo que no es tanto por una obsolescencia electrónica que no podemos demostrar y sí por tener terminales a precios asequibles con prestaciones novedosas y mejores que las que tenemos”, apunta García, de Recyclia.

Reutilizar: una nueva vida

Antes de que ese antiguo móvil acabe en el cajón y entable amistad con el reproductor Compact Disc, es posible darle una nueva función. No es costoso. Esa función puede ser la de ‘móvil de guerra’. Si con el nuevo móvil se tienden a cuidar los daños, con el viejo ya no importa tanto. Puede servir para salir a correr, hacer deportes de riesgo o ser el acompañante idóneo en unas vacaciones en el extranjero.

También es posible convertirlo en un reproductor multimedia para el hogar. Con la conexión wifi y sin necesidad de tarjeta SIM, el viejo teléfono puede servir  para reproducir contenido multimedia que esté almacenado en el mismo o a través de una ‘app’.

Reciclaje, la opción verde

Una de las opciones para deshacerse de todos los aparatos tecnológicos que ya no se usan es el reciclaje, puesto que varios componentes de los móviles (hierros, minerales, plásticos) son difícilmente biodegradables y altamente contaminantes si no se tratan de forma adecuada.

Existen puntos de recogida en lugares públicos, puntos verdes o incluso centros comerciales y tiendas de telefonía en los que se recogen terminales y sus accesorios (cargadores, auriculares, etc).

Una vez recogidos, son transportados a plantas especializadas donde se produce un primer paso de descontaminación (separación de la batería que se llevará a otra planta) y se procede con el terminal. Éste pasa por un proceso de triturado en el que se separan los materiales: plásticos, metales (hierro, cobre) y fibras de vidrio. Un 90% de los materiales de un móvil se puede reciclar, según señalan desde Recylcia, y los materiales acaban en un ciclo productivo para volver a utilizarse.

“Creo que hay que informar y motivar a los ciudadanos a no tirar aparatos electrónicos a la basura común. Hay que incidir y concienciar en trabajar estos residuos de forma idónea,” señala García.