¿Qué es una moto eléctrica? Movilidad sostenible sobre dos ruedas
Una moto eléctrica es un vehículo eléctrico de dos ruedas que precisa para su funcionamiento de un motor eléctrico con el que se pueden realizar recorridos de entre 70 y 100 kilómetros. En los últimos años, cada vez están siendo más protagonistas del paisaje urbano como opción de movilidad sostenible.
Las motos eléctricas han evolucionado mucho en sus dos siglos de vida. Los modelos modernos que se comercializan aportan una serie de ventajas a sus usuarios. Estas van desde la movilidad hasta su vida útil, además de ser vehículos de emisiones cero.
Al igual que en el caso de sus hermanos de cuatro ruedas, los primeros prototipos datan del siglo XIX. Sin embargo, su comercialización no se inició hasta la primera década del XX. La menor potencia y autonomía frente a las motos de gasolina las condenaron a un largo letargo que finalizó en 2007, cuando se puso a la venta un modelo alimentado por una batería de ion litio, que logró alcanzar los 270 km/h en Estados Unidos.
¿Cómo funciona una moto eléctrica?
Las motos eléctricas requieren para poder circular de un motor eléctrico que les permite realizar hasta 70 kilómetros sin recargar, en sus modelos más convencionales (con batería de plomo). Los más modernos, de batería de litio, pueden superar los 100 kilómetros de autonomía, doblando, además, su número potencial de cargas, hasta el entorno de las 2.000. Cada día existen más puntos de recarga públicos en las ciudades, habilitados para que, a través del cable de conexión, sea posible cargar rápida y cómodamente la moto. Además, las baterías son extraíbles, lo que permite poder llevarlas a casa y cargarlas, por ejemplo, durante la noche.
La autonomía de los vehículos eléctricos viene determinada, principalmente, además de por su carga energética, por el peso que soportan, por la manera de conducir del usuario y por las condiciones de la carretera. De este modo, siempre que se tenga especial cuidado en relación a estos factores, la moto no solo dispondrá de una mayor autonomía sino que, también, aguanta un mayor número de cargas mejorando su vida útil.
Por otro lado, y debido a que este vehículo suele tener un menor número de averías, los seguros de moto suelen ser más económicos para las motos eléctricas.
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Ventajas de usar una moto eléctrica
Entre sus ventajas, en relación al resto de motocicletas que se comercializan en el mercado, está el que no producen contaminación acústica ni atmosférica. Además, a largo plazo, son mucho más rentables para el bolsillo del conductor teniendo en cuenta el coste del ciclo de vida de la moto (adquisición, mantenimiento, gasto de combustible, seguros e impuestos).
Las ventajas de conducir una moto eléctrica
Cada país dispone de unas características específicas en cuanto a normativa de circulación así como a las ventajas vinculadas al uso de la moto eléctrica. Normalmente, las motos eléctricas se utilizan en las ciudades. En este sentido, el aumento de la contaminación en los últimos años (producido, entre otros factores, por el monóxido de carbono que emiten los vehículos de motor de combustión) ha llevado a un incremento de la preocupación por el medioambiente desde el ámbito público. Tanto es así que, en virtud de la Normativa Europea de la Calidad del Aire, muchas urbes de este continente están poniendo en marcha de manera periódica protocolos anti contaminación, limitando la circulación de los vehículos con motores de combustión. Las motos eléctricas, al ser de cero emisiones, siempre podrán circular con total libertad independientemente de los niveles de contaminación que existan.
En cuanto a la normativa de circulación, en España, por ejemplo, cualquier persona con el permiso B de circulación habilitado puede conducir una moto con una cilindrada de hasta 125 centímetros cúbicos. En relación a las eléctricas, un conductor que disponga de un permiso B con, al menos, tres años de antigüedad, podrá llevar una de hasta 11 kW (kilovatios). Dado que una amplia mayoría de conductores está en condiciones de utilizarlas, desde hace unos años las grandes ciudades han impulsado redes de motos eléctricas que se pueden alquilar. Todo ello con el objetivo de reducir la contaminación así como de estimular a la población acerca de su uso para mejorar la congestión de las principales arterias de circulación.
Si este vehículo dispone del distintivo de la Dirección General de Tráfico (DGT), puede incluso evitar el abono de tasas como el impuesto de circulación, además del ahorro en impuestos especiales que se evita al no tener que adquirir carburantes (tampoco hay que comprar aceites o lubricantes, por lo que el conductor se ahorra el IVA que soportan estos productos).
El Plan Moves incentiva la compra de motos eléctricas en este país, con subvenciones de hasta 750 euros por vehículo, bajo la premisa de impulsar la movilidad sostenible. Para poder acceder a estas ayudas, la moto eléctrica tiene que poseer una potencia igual o superior a 3 kW, junto a una autonomía mínima de 70 km. Además, su precio en el mercado no puede ser superior a los 10.000 euros.
Comprar o alquilar una moto eléctrica
Moverse de manera sostenible en moto eléctrica puede llevarse a cabo a través de la compra o el alquiler de este vehículo. Quienes apuesten por comprar una moto eléctrica, es importante que tengan en cuenta a la hora de adquirirla las prestaciones de la misma o la cercanía de los puntos de recarga.
También es posible desplazarse con una moto eléctrica alquilada. Son muchas las empresas que ofrecen el 'moto sharing' para que los usuarios que quieran moverse en este vehículo de dos ruedas eléctrico puedan alquilarlo por minutos y recogerlo y dejarlo en la zona que necesiten,