¿Qué es la educación inclusiva? Cuando todo el mundo se siente bienvenido
La educación inclusiva va más allá de atender las necesidades de un determinado colectivo de estudiantes para abrazar la diversidad del aula en cualquiera de sus manifestaciones. Los expertos no hablan de asimilar, sino de respetar las características sociales, culturales y personales de todo el alumnado.
“Educación inclusiva es aquella que se adapta a todos y a todas”. La definición que hace Elias Said-Hung parece algo obvio. Sin embargo, el director del máster en Educación Inclusiva e Intercultural e investigador principal del Grupo SIMI (Inclusión socioeducativa e intercultural, Sociedad y Medios) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) va mucho más allá de incluir a alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE) o con diferente lengua materna. Esto significa respetar las características individuales y abrazar la diversidad en cualquiera de sus manifestaciones: funcional, socioeconómica, cultural, étnica “o del tipo que sea”.
Tal y como denuncia la UNESCO, todos los educandos son igual de importantes. No obstante “millones de personas siguen siendo excluidas de la educación por razones tales como el género, la orientación sexual, el origen étnico o social, la lengua, la religión, la nacionalidad, la situación económica o de discapacidad”. La agencia de Naciones Unidas especializada en educación concibe la educación inclusiva como aquella que “se esfuerza en identificar y eliminar todas las barreras que impiden acceder a la educación y trabaja en todos los ámbitos. Desde el plan de estudios hasta la pedagogía y la enseñanza”.
Said-Hung considera que se ve si un centro atiende a la diversidad ya desde su proyecto educativo. Este no es otra cosa que el marco general que favorece (o no) que todo el mundo se sienta bienvenido. El equipo directivo asume los objetivos y principios de inclusión, mientras que un claustro competente aplica el concepto desde sus estrategias de enseñanza-aprendizaje.
La educación inclusiva y los ODS
La Convención de la Unesco contra las discriminaciones en la enseñanza, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 sobre educación de calidad y el Marco de Acción Educación 2030 son las brújulas mundiales que guían por este sendero. Estos “marcan un horizonte retador para los sistemas educativos”, según señala el experto de la UNIR. Ellos defienden un modelo educativo que entienda la diferencia no desde la asimilación sino como enriquecimiento. “No responde a la máxima de que a los pobres hay que enseñarlos a integrarse. La condescendencia es excluyente”, sentencia Said-Hung.
Cada vez más expertos entienden que la inclusión no solo es integración, también significa ofrecer “un espacio seguro y amable” que favorezca el encuentro e intercambio de todo el alumnado. A juicio del sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, hay que pasar del “modelo de educación de masas”, el imperante en el siglo XX, a una educación especializada, innovadora y disruptiva, sustentada en metodologías activas que favorezcan el encuentro.
Hay muchos profesores que hacen un trabajo disruptivo atendiendo a las realidades y contextos sociales, culturales e incluso más personales de sus estudiantes, “pero actúan de manera callada, subterránea, sin tener relevancia social”, constata Said-Hung. Aunque cada vez más numerosas, no dejan de ser acciones individuales –de docentes o de equipos directivos–, en el marco de un modelo educativo tradicional.
Educación inclusiva en las aulas
Said-Hung menciona el caso de una maestra de matemáticas de un colegio público de Estrato 1 (sin apenas servicios básicos) de Colombia que, ante la imposibilidad de muchas de sus familias de pagarse los libros, llegó a un acuerdo con ellas: cada semana le entregaban suplementos dominicales, y con ellos enseñaba. ¿Cuántos párrafos tiene este artículo?, ¿cuántas palabras en cada párrafo? Multipliquemos, dividamos... Atendió a la diversidad de su aula, trabajó con ella por competencias y llamó la atención de todo el país por sus buenos resultados en la materia.
En España, Víctor Muñiz utiliza el fútbol como herramienta didáctica en sus clases de Historia en Secundaria, y también como elemento de cohesión social (impulsa campañas contra la homofobia y programas de inserción laboral junto al equipo Burgos CF). El deporte es una buena puerta de entrada a procesos históricos actuales como la Guerra Civil o la Transición, que trabaja por proyectos, según acota Said-Hung.
Recursos para conseguir una educación inclusiva
También son importantes leyes que empujen e infraestructuras y recursos suficientes para poder ofrecer una educación inclusiva. Pero la clave es el factor humano. En España, 6 de cada 10 profesores consultados en la última encuesta TALIS (estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje) afirmaron tener competencias y medios para afrontar la gestión de la diversidad en sus aulas. “Si tomamos el dato al revés, un 40% no las tienen”, hace notar Said-Hung, que cree que la formación inicial que reciben los educadores no ahonda lo suficiente en interculturalidad e inclusión. Tampoco ayudan las ratios altas ni las vorágines administrativas en las que se ven enredados, según precisa.
Durante la pandemia, hubo centros en los que lo urgente, que era dar clase, tapó lo importante, que era buscar mecanismos de aproximación a las familias y de comprensión de las características de sus estudiantes. “Se lanzaron a mandar enlaces de Zoom como si no hubiera un mañana”, comenta, sin tener en cuenta que no todos los niños contaban en casa con los mismos recursos socio-tecnológicos. La consecuencia fue que una parte del alumnado –mayoritariamente vulnerable– quedó excluida por una enorme brecha digital.
Los centros educativos deberían estar más imbricados en la sociedad, defiende el docente. “¿Conoces Cartagena de Indias o Puerto Rico? Según su urbanismo tradicional, en la plaza principal de una población se encuentra el ayuntamiento y el colegio. Los poderes básicos”, explica Said-Hung. Una buena imagen para ilustrar ese escenario tan necesario de encuentro entre la sociedad y la escuela.