¿Qué es la biocrastinación y cuáles son sus consecuencias?
La biocrastinación es un concepto emergente que describe la tendencia a posponer acciones frente a la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas. Ignorar este riesgo tiene consecuencias devastadoras para el planeta y la supervivencia de las personas.
La biodiversidad, la variabilidad de la vida en todas sus formas en la Tierra, es esencial para el funcionamiento de los ecosistemas y –en última instancia –para la supervivencia humana. Sin embargo, la pérdida de biodiversidad ha aumentado a un ritmo alarmante en las últimas décadas.
Según el Informe Planeta Vivo 2022 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), las poblaciones de vertebrados han disminuido un 69% en promedio desde 1970. América Latina y las regiones de agua dulce son las más afectadas, con caídas del 94% y 83%, respectivamente. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) destaca que más de 42.000 especies están en peligro de extinción. Estas cifras no son solo números: cada especie perdida representa un hilo arrancado del delicado tejido de la vida en la Tierra.
La extinción de especies puede desencadenar efectos en cadena que desestabilizan ecosistemas enteros, afectando los servicios ecosistémicos de los que dependemos, como la polinización de cultivos, la regulación del clima y la purificación del agua.
El Foro Económico Mundial (WEF) publica anualmente el Informe de Riesgos Globales (Global Risks Report), que evalúa las amenazas más significativas para la economía mundial. En su edición de 2023, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se destacaron como el cuarto riesgo más importante a largo plazo (10 años). Sin embargo, este mismo riesgo ocupa solo el puesto 18 en la lista de preocupaciones a corto plazo (dos años).
Esta discrepancia refleja una peligrosa tendencia: la subestimación de los riesgos inmediatos asociados con la pérdida de biodiversidad. Esta actitud de posponer la acción, especialmente en el contexto de la biodiversidad es lo que se denomina ‘biocrastinación’.
Definición de biocrastinación
La ‘biocrastinación’ es un término que describe la demora en tomar medidas significativas para abordar la pérdida de biodiversidad. A pesar de las claras señales de alarma, este problema no se ha priorizado como una amenaza inmediata. Esto se debe fundamentalmente a la percepción de que los impactos de la pérdida de biodiversidad se sentirán en el futuro lejano, y no en el presente.
Este fenómeno se ve agravado por una falta de reconocimiento de la interdependencia entre la biodiversidad y otros riesgos globales. Por ejemplo, la crisis climática, la escasez de recursos naturales y la inseguridad alimentaria están intrínsecamente vinculadas a la salud de nuestros ecosistemas. Ignorar estas conexiones exacerba otros problemas globales.
Indicadores de biodiversidad
Varios indicadores destacan la magnitud de la crisis de biodiversidad:
- Índice Planeta Vivo (LPI). Este índice, desarrollado por el WWF, rastrea las tendencias de las poblaciones de vertebrados. Desde 1970, el LPI ha mostrado una disminución global promedio del 69%. Esta caída es aún más pronunciada en regiones específicas y tipos de hábitats.
- Índice de Hábitat de Especies (SHI). Monitorea los cambios en la calidad, tamaño y conectividad de los hábitats de las especies. Desde 2001, más de 150 países han experimentado una disminución en la calidad de los hábitats.
- Abundancia Media de Especies (MSA). Este indicador mide la integridad de la biodiversidad local. Valores bajos de MSA indican una significativa pérdida de biodiversidad, lo que tiene repercusiones directas en la estabilidad de los ecosistemas.
Uno de los principales desafíos en la lucha contra la pérdida de biodiversidad es la percepción de la responsabilidad. Solo el 10% de los encuestados en el Informe de Riesgos Globales del WEF cree que la gestión de los riesgos de biodiversidad es efectiva. La mayoría considera que la responsabilidad recae en los gobiernos y las organizaciones internacionales, no en las empresas.
Sin embargo, el tejido empresarial juega un papel crucial que desempeñar. La actividad de las empresas puede tener impactos directos e indirectos significativos en los ecosistemas. Desde la deforestación para la agricultura hasta la contaminación industrial, las acciones corporativas pueden contribuir a la pérdida de biodiversidad o ayudar a mitigarla.
La necesidad de una acción inmediata para evitar la pérdida de biodiversidad
Para combatir la biocrastinación, se necesita un cambio de paradigma. Los líderes empresariales y políticos deben reconocer la biodiversidad como una prioridad urgente y actuar en consecuencia. Esto incluye:
- Implementar políticas efectivas. Los gobiernos deben promulgar leyes y regulaciones que protejan los hábitats naturales y promuevan prácticas sostenibles.
- Incentivos para la conservación. Ofrecer incentivos fiscales y financieros para las empresas que adopten prácticas de conservación y sostenibilidad.
- Educación y concienciación. Aumentar la concienciación sobre la importancia de la biodiversidad, los riesgos asociados con su pérdida y fomentar la educación ambiental.
- Colaboración internacional. La biodiversidad es un problema global que requiere una respuesta global. Los países deben trabajar juntos para establecer metas y políticas comunes.
La biocrastinación es una peligrosa forma de procrastinación que amenaza el futuro colectivo. Ignorar la pérdida de biodiversidad hoy asegura un mañana más sombrío y menos habitable. Solo a través de una acción decidida y coordinada es posible asegurar un futuro sostenible.