¿Qué es el voluntariado y cómo puedes ser voluntario?
Las personas que participan en el voluntariado hacen trabajos o acciones que ayudan a la comunidad o al medioambiente de forma solidaria y gratuita. Para hacerse voluntario se requieren cinco pasos: reflexionar y descubrir las razones, identificar las necesidades en el entorno, decidir el compromiso, buscar la entidad y seguir sus directrices.
A Pilar los días se le hacen largos. Tiene dificultades de movilidad y de visión y no le quedan familiares ni amigos que vivan cerca con los que pasar el rato. Apenas recibe llamadas. Por eso, su vida ha cambiado desde que conoció a Adri, Pepe y Natacha, voluntarios de la Fundación Grandes Amigos de Madrid. La visitan para charlar, salir a tomar un café o a dar un paseo y acompañarla al médico. El de Pilar es solo uno de los muchos casos en los que el voluntariado social se convierte en la mejor herramienta para mitigar la soledad y la vulnerabilidad de las personas mayores.
Eulalia celebró hace poco su 99 cumpleaños con Marian y Cristina, dos voluntarias de la organización Nadiesolo, también de Madrid, que la visitan todas las semanas. También Aurora, de Barcelona, recibe desde hace años el acompañamiento del programa de voluntariado de personas mayores Grans Actius de la Federació Catalana de Voluntariat Social. No lejos de su casa, en el barrio de Sant Andreu, el proyecto Paraules que uneixen (Palabras que unen) puso en marcha durante el curso pasado un sistema de cartas entre estudiantes de primaria y gente mayor que vive sola, para sensibilizar sobre su situación y reducir la sensación de soledad. Y es que la lista de personas, proyectos y entidades que trabajan para mejorar la vida de las personas a través del voluntariado social es casi infinita.
¿Qué es el voluntariado?
Bajo el paraguas del término voluntariado se agrupan todos aquellos trabajos o acciones que sirven a una comunidad o al medioambiente y que están llevados a cabo por voluntarios, es decir, personas que no cobran, ni reciben honores o gratificaciones de ningún tipo por sus tareas. Según la guía ‘Quiero hacer voluntariado’, de la Plataforma del Voluntariado de España, compuesta por 81 entidades, el voluntariado debe ser solidario y gratuito, debe partir de una decisión libre de la persona voluntaria y debe estar organizado a través de una entidad de voluntariado.
Existen a su vez varios ámbitos en los que se pueden hacer acciones de voluntariado que la Ley del Voluntariado de España, aprobada en 2015, clasifica en 10 categorías: voluntariado social, voluntariado internacional y de cooperación para el desarrollo, voluntariado ambiental, voluntariado cultural, voluntariado deportivo, voluntariado educativo, voluntariado socio-sanitario, voluntariado de ocio y tiempo libre, voluntariado comunitario y voluntariado de protección civil.
“El voluntariado social es la implicación de personas en problemáticas de otras personas, en el trabajo por los derechos sociales y por la dignidad de las personas y en la lucha contra las desigualdades y las causas de exclusión social”, explica Mar Amate, directora de la Plataforma del Voluntariado de España. “Sus objetivos son trabajar por la dignidad de las personas, paliar las consecuencias de la exclusión social y de la vulneración de derechos y dar visibilidad a todos los elementos que causan esta exclusión, las barreras estructurales que hacen que las personas, en determinados momentos de nuestra vida, podamos estar en un lugar o en otro”.
La regulación del voluntariado
El voluntariado es una actividad organizada y, además, en cada vez más países está también regulada. España cuenta con una ley de voluntariado desde 1996, aunque la que está actualmente vigente se aprobó en 2015 e incorpora, entre otras cosas, un estatuto propio del voluntario. La reglamentación de la acción en el resto de países de habla hispana no está muy desarrollada, salvo en los casos de Colombia (que cuenta con una ley desde 2001), Perú (aprobada en 2019 y modificada el año pasado) y Argentina (que cuenta con una norma específica para el voluntariado social). Otros países, como México, tienen leyes locales o regionales, pero ninguna norma estatal.
El voluntariado y los ODS
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la asamblea de la ONU en 2015, reconoce explícitamente la labor esencial de los voluntarios en la estrategia para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De acuerdo con la resolución de la ONU ‘Integración del voluntariado en la paz y el desarrollo: plan de acción para el próximo decenio y años posteriores’, el voluntariado es clave para lograr un acercamiento a los ODS a largo plazo que sea estratégico y colectivo.
El plan de la ONU busca, entre otras cosas, consolidar el sentido de apropiación de las personas sobre la Agenda 2030 fomentando el compromiso cívico y creando espacios de acción ciudadana, integrar el voluntariado en las estrategias de implementación de la Agenda 2030 y avanzar en la cuantificación del voluntariado para comprender mejor el impacto del compromiso de las personas en el desarrollo sostenible.
Los beneficios de participar en el voluntariado
Más allá de los beneficios evidentes que el voluntariado tiene para el conjunto de la sociedad, participar en la acción voluntaria también aporta muchas cosas a la persona voluntaria. “Es un ejercicio de solidaridad y de empatía, una forma de percibir el mundo de otra manera y de entender todo lo que hace que como seres humanos vayamos pasando por diferentes etapas en nuestra vida”, añade Amate. “Y también nos forma como personas y como ciudadanos, nos enseña a trabajar en equipo, a asumir responsabilidades y a reforzar nuestra conciencia social”.
A la hora de ser voluntario, el primer paso es identificar el campo en el que queremos trabajar, la causa que nos motiva. De acuerdo con la directora de la Plataforma del Voluntariado de España, existen todo tipo de entidades que trabajan con temas tan diversos como la infancia, las personas con discapacidad, los migrantes, las personas mayores, las personas enfermas y diferentes colectivos en situación de exclusión social, desde las personas sin hogar hasta la gente que está en la cárcel o sufre adicciones.
“Para hacerse voluntario nosotros hemos establecido cinco pasos: primero reflexiono y descubro las razones con las que estoy más comprometido, después identifico las necesidades de mi entorno y de mí mismo, en tercer lugar decido hasta qué punto puedo comprometerme, a continuación busco la entidad con la que voy a hacer el voluntariado y ya por último sigo las indicaciones de la organización y empiezo con la actividad”, explica esta experta. La directora añade que en la plataforma que dirige han desarrollado una aplicación móvil que conecta de forma sencilla a personas voluntarias con demandantes de servicios de voluntariado y facilita la búsqueda de entidades.
“Por último, diría que es muy importante que, cuando una persona se inicia en el voluntariado, sea muy consciente de que no está dando lo que le sobra, sino que está haciendo un ejercicio de mirar de frente a las causas de los problemas y de ponerse de igual a igual con el resto de las personas”, concluye Amate. “Ante todo, está siempre la dignidad de las personas con las que vamos a trabajar”.