¿Qué es el 'vamping'? La respuesta la encontrarás justo antes de irte a dormir
El 'vamping’ es un término que proviene de las palabras en inglés ‘vampire’ (vampiro, animal activo por la noche) y ‘texting’ (envío de mensajes) y se refiere a la práctica, llevada a cabo en su mayoría por adolescentes, que consiste en hacer un uso excesivo de los aparatos electrónicos como el móvil, el portátil, la ‘tablet’, la consola... justo antes de dormir. De esta manera, el descanso se ve mermado debido a la reducción de horas necesarias de sueño y a los efectos en nuestro cuerpo que produce la luz de las pantallas. Este fenómeno está provocando que muchos jóvenes sufran de insomnio precoz.
¿Qué es lo último que vemos antes de ir a dormir? Si la respuesta es el móvil, es muy probable que tengamos trastornos del sueño y bajo rendimiento. Así de tajante nos alertan los especialistas de lo nocivas que son las luces de las pantallas en los minutos previos a irnos a dormir. La dra. Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra, así lo explicaba tras una investigación llevada a cabo en 2018, en el que se realizaron 625 estudios de sueño.
La luz de onda corta emitida por los aparatos que utilizamos antes de dormir es la que provoca los problemas al usar pantallas en ese momento. Nuestro cuerpo segrega melatonina para poder conciliar el sueño y lo hace dos horas antes de irnos a dormir. Como advertía la doctora, “si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas. Es lo que llamamos insomnio tecnológico”.
La salud empeora
El uso excesivo de dispositivos puede provocar ciertas adicciones tecnológicas como la llamada 'nomofobia': miedo a estar sin celular o a desconectarse de cualquier dispositivo móvil con internet. Los efectos que produce en nuestro cuerpo el uso de las pantallas al irnos a dormir son diversos. El más grave es el no poder volver a dormir bien y no poder descansar mejor. Pero no es el único: el ‘vamping’ no aporta nada positivo a nuestro cuerpo y para muestra todos los posibles efectos que puede ocasionar:
- Una subida de peso puede deberse a los cambios en los hábitos de sueño. La reducción de los niveles de melatonina produce alteraciones metabólicas que hacen que aumente el apetito y las ganas de comer alimentos dulces y ricos en grasas. Además, con menos actividad física debido al cansancio provoca que se reduzca el gasto calórico favoreciendo aún más el exceso de peso.
- Estrés. Podemos despertar al día siguiente con la sensación de no haber descansado profundamente; de no haber podido desconectar debidamente de los problemas o situaciones del día anterior.
- Cansancio y debilidad física.
- Cambio en nuestra personalidad: nos volvemos más irritables a causa de no dormir lo suficiente o no dormir bien.
- Problemas para realizar procesos sencillos, lentitud en el aprendizaje, así como una alta falta de concentración en tareas diarias.
- Existe gran relación con la ansiedad provocada y algunos cambios en la conducta personal.
- Fatiga visual. Nuestros ojos cansados se ven perjudicados con la luz de las pantallas y a largo plazo pueden provocar problemas de visión.
- Dolores musculares y de cabeza debido a las posturas que adoptamos al mirar la pantalla mientras estamos tumbados en la cama o mal sentados en el sofá.
Los efectos que produce la luz de las pantallas en nuestro cuerpo perjudica nuestro descanso. Este fenómeno está provocando que muchos jóvenes sufran de insomnio precoz.
Recomendaciones para conseguir un mejor descanso
- Alejar el móvil de la mesilla de noche; así no podremos echar mano de él de manera recurrente.
- Ponernos unas rutinas y horarios fijos que no conlleven el uso de aparatos tecnológicos, como por ejemplo leer en papel, hacer listas de lo que pretendemos realizar al día siguiente, realizar tareas en familia o juegos para los más pequeños, escuchar música relajante o relajarnos en la cama intentando dejar la mente en blanco.
- Es bueno tener el hábito de estar 10 minutos en la cama sin hacer nada, relajados para que nuestra actividad cerebral sepa que es momento de descansar.
- Apagar la wifi en los comienzos para desconectar y no tener la ‘tentación’ de echar un ‘último vistazo’ al móvil.
- Para los más jóvenes se pueden instalar controles parentales para limitar el uso nocturno de los dispositivos.
- Ser un buen ejemplo. Los niños imitan lo que ven en sus padres, si ellos hacen ‘vamping’ es muy probable que esos pequeños cuando crezcan tengan los comportamientos de sus progenitores.
Y por si todo esto no fuera suficiente, el pensar que una buena calidad de sueño previene la hipertensión, los ictus, los infartos y hasta la depresión, quizá nos haga dejar a un lado las pantallas en un momento tan importante como es nuestro descanso.