Turismo sostenible: ¿Qué es y cómo respeta el planeta?
El turismo sostenible persigue desarrollar su actividad generando un impacto mínimo sobre el medioambiente. La clave principal es que la explotación de un recurso sea por debajo del límite de renovación del mismo. Es decir, se trata de fomentar un turismo respetuoso con el ecosistema, con mínimo impacto sobre el medioambiente y la cultura local. Además, el aspecto económico busca la generación de empleo e ingresos de la población autóctona.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) considera que una de las claves para desarrollar el turismo es “dar un uso óptimo a los recursos medioambientales”. Por este motivo, es necesario mantener los procesos ecológicos esenciales y ayudar a conservar la biodiversidad y los recursos naturales.
¿Cuáles son las claves del turismo sostenible?
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha fijado tres claves para alcanzar este nuevo modelo de turismo:
- Optimizar los recursos medioambientales. Sin ecosistema no hay turismo, por ello es importante cuidar el entorno natural. Sólo conservando los recursos naturales y cuidando la diversidad biológica es posible que pueda haber turismo.
- La autenticidad de la cultura local. Un factor fundamental para entender un lugar son sus gentes, los valores tradicionales de la comunidad anfitriona, su cultura, la arquitectura… Sin el respeto hacia la cultura, el turismo no puede ser sostenible.
- Distribución de la riqueza. La economía es otro de los factores fundamentales dentro del turismo: garantizar actividades económicas que perduren en el tiempo y que haya equilibrio en la distribución de los beneficios socioeconómicos. Uno de sus objetivos es generar oportunidades de empleo estable, obtener ingresos y servicios sociales, y reducir la pobreza en las comunidades locales.
¿Cuál es el origen del turismo sostenible?
La OMT es la primera piedra para entender el recorrido que ha tenido el turismo a lo largo de los años. Su fundación se remonta a 1975 y desde entonces se han incorporado a este organismo más de 150 Estados. Uno de los primeros objetivos fijados por la organización ha sido el del cuidado del medioambiente, de hecho en 1978 establecieron un Comité Ambiental.
El nacimiento del turismo sostenible como tal se puede situar cronológicamente durante la década de los 90, cuando el impacto provocado por el turismo comienza a tener efectos socioeconómicos en la sociedad. Distintos organismos e instituciones como el Consejo de Europa o la Organización de Naciones Unidas promulgan recomendaciones por un turismo respetuoso con los recursos naturales.
Los principales motivos por los que el turismo sostenible ha ganado peso se deben, en mayor parte, al impacto negativo que ha tenido a lo largo de los años un turismo desestructurado y masificado. La destrucción del medioambiente o la estacionalidad laboral son algunos de los impactos que el turismo sostenible puede mitigar.
A su vez, la concienciación sobre los temas y políticas ambientales, consumidores que valoran cada vez más los esfuerzos que realizan las empresas en materia de responsabilidad social corporativa y el esfuerzo de las instituciones han logrado que el turismo sostenible sea una realidad.
Objetivos para el turismo sostenible
En 2005 la Organización Mundial del Turismo y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente establecieron 12 objetivos que constituyen un modelo:
- Económico: asegurar la viabilidad económica para que haya prosperidad y beneficios a largo plazo.
- Prosperidad local: orientar y maximizar la contribución del turismo a la prosperidad económica del destino anfitrión.
- Calidad del empleo: consiste en fortalecer la calidad de los puestos de trabajo, tanto cualitativamente como numéricamente. Además de asegurar las condiciones se tiene en cuenta que no exista ningún tipo de discriminación por raza, género, discapacidad u otras formas.
- Equidad social: consiste en que haya una justa distribución de la riqueza generada por el turismo en toda la comunidad receptora.
- Satisfacción del visitante: proporcionar una experiencia segura y satisfactoria de todos los visitantes sin ningún tipo de discriminación social.
- Control local: se trata de involucrar a la población local en la toma de decisiones que conciernen a la gestión y el desarrollo futuro del turismo en su área.
- Bienestar de la comunidad: mantener y mejorar la calidad de vida del lugar anfitrión. Para ello es necesario dotar a estas comunidades de los recursos necesarios y que puedan necesitar, tanto a nivel logístico en infraestructuras como servicios. Es fundamental que esto no suponga una degradación o explotación del ecosistema ni de su sociedad.
- Riqueza cultural: respetar y mejorar el patrimonio histórico o respetar la cultura local y su carácter distintivo es fundamental.
- Integridad del ecosistema: mantener y mejorar los paisajes, los núcleos urbanos o rurales. Se trata de evitar la degradación del entorno.
- Diversidad biológica: apoyar la conservación de áreas naturales y minimizar su daño.
- Eficiencia de los recursos: consiste en minimizar al máximo el uso de recursos escasos y no renovables.
- Pureza ambiental: reducir la contaminación al máximo tanto en aire, agua y tierra como en reducir la generación de residuos.
El impacto del turismo sostenible
La eclosión del turismo se debe en buena parte a la mejora de las infraestructuras, proliferación de hoteles sostenibles y el desarrollo de los medios de transporte. Este hecho ha provocado que su impacto se manifieste en el ámbito económico, ambiental y sociocultural.
- Económico: es uno de los principales beneficios del turismo en la sociedad. La creación de empleo, la mejora de las infraestructuras y el aumento de la actividad productiva de la región son claros ejemplos de prosperidad. Sin embargo, este impacto también viene aparejado de un coste. En el apartado económico, el impacto se puede apreciar en el turismo estacional donde los empleos pueden ser inestables. Incluso la creación de nuevas estructuras puede estar vinculada a necesidades generadas únicamente por el turismo y no por criterios locales que favorecen a la población autóctona.
- Ambiental: es el motor de todo. El principal reclamo turístico es el paisaje, pero es el más frágil. La construcción de infraestructuras o la contaminación pueden impactar directamente sobre el entorno. Por ello, es necesario que el turismo sirva como herramienta a la hora de velar por la reposición de los recursos naturales y la protección y conservación de la biodiversidad.
- Sociocultural: el turismo impacta sobre la sociedad anfitriona. Las necesidades de los turistas en muchas ocasiones se imponen sobre la cultura local. El turismo sostenible se basa en el respeto de las sociedades locales y fomenta que el turismo que se genera sea a partir de lo que caracteriza a una sociedad.
El respeto a las culturas locales es un eje fundamental para conseguir un turismo sostenible.
Ejemplos de turismo sostenible
Un ejemplo destacado de turismo sostenible es el ecoturismo en la Reserva Nacional Tambopata en Perú. Aquí, los operadores turísticos trabajan en estrecha colaboración con las comunidades locales para ofrecer experiencias que protegen la biodiversidad única del lugar y respetan las tradiciones indígenas. Los visitantes pueden participar en programas de educación ambiental, contribuyendo así a la conservación mientras disfrutan de la belleza natural del Amazonas peruano.
En España, un ejemplo notable de turismo sostenible es el Parque Nacional de Doñana en Andalucía. Este parque es reconocido por su biodiversidad única y por ser un importante hábitat para aves migratorias. La gestión del turismo en Doñana se centra en minimizar el impacto ambiental a través de senderos guiados, visitas controladas a áreas sensibles y programas de educación ambiental. Los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre la conservación del medio ambiente y apoyar económicamente a las comunidades locales mediante la contratación de servicios de guías locales y el consumo de productos regionales. Este enfoque no solo protege el ecosistema frágil de Doñana, sino que también promueve un turismo responsable que beneficia tanto a la naturaleza como a las comunidades locales.
¿Cómo medir el turismo sostenible?
"Medir el turismo sostenible es fundamental para mejorar la acción política para el desarrollo sostenible, y promoverá un lenguaje estadístico común que pueda compararse entre países y diferentes sectores económicos, y hacer que se escuche la voz del turismo al abordar decisiones clave", aseguró el Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, durante la 18ª Reunión del Comité de Estadísticas y Cuenta Satélite de Turismo en la OMT.
La OMT define una serie de indicadores destinados a ayudar a gestores de empresas y destinos turísticos para tomar mejores decisiones. A su vez, se establecen puntos de referencia para poder establecer comparativas que sirvan a establecer mejoras. Las principales referencias del sector turístico son:
- Consumo de electricidad y energía en kilovatios hora (kWh) por metro cuadrado de espacio atendido.
- Consumo de agua dulce en litros o metros cúbicos (m3) por huésped por noche.
- Producción de residuos (kg. por huésped por noche y/o litros por huésped por noche).
Estos índices hacen que el turismo sostenible sea algo tangible y los actores implicados pueden tener una referencia clara a la hora de enfocar el negocio. De hecho, dentro del sector hotelero hay un cambio real para que sus negocios sean cada vez más sostenibles. La principal diferencia entre un hotel sostenible y otro convencional es la puesta en práctica de medidas orientadas a reducir la huella de carbono, el consumo eléctrico y de agua, la conservación del ecosistema y sus recursos naturales. Por ello, muchos hoteles reflejan en su actividad diaria este tipo de acciones para conservar tanto la flora como la fauna y potenciar la economía local.
Estrategia de turismo sostenible de la Agenda 2030
El turismo es una de las mayores industrias globales. El sector supone casi la décima parte del PIB y del empleo del mundo, según datos facilitados por la Organización Mundial del Turismo y del Informe sobre Población Mundial de Naciones Unidas. A su vez, las previsiones (antes de la pandemia provocada por la COVID-19) para 2030 es que el número de viajeros alcance los 1.800 millones, y por primera vez, Asia se convertirá en el principal mercado y destino del mundo.
Este incremento se debe a un crecimiento de la población hasta alcanzar los 8.600 millones de personas en 2030. Además, el 85% de la población vivirá en economías emergentes y la clase media englobará a 5.000 millones de personas en todo el mundo. Este aumento de la población se relaciona directamente con el cambio climático, puesto que su incremento provoca una mayor explotación de los recursos naturales. Las previsiones para 2030 prevén que la demanda de energía crezca un 50% y las extracciones de agua un 40%. Los efectos pueden impactar directamente sobre los destinos turísticos modificando muchas de sus características.
Sin embargo, el turismo sostenible puede contribuir directa o indirectamente en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por los Gobiernos en la Agenda 2030.
Aprovechar los beneficios del turismo será clave para alcanzar la Agenda 2030. La OMT establece cómo el turismo impacta directamente sobre los 17 ODS:
- Fin de la pobreza. El desarrollo del turismo sostenible y su incidencia en las comunidades puede ser una buena herramienta para lograr una mejor distribución de la riqueza.
- Hambre cero. El sector turístico puede estimular la producción agrícola, venta y uso de productos locales.
- Salud y bienestar. La riqueza generada por el turismo se puede reinvertir en la comunidad anfitriona para mejorar sus servicios sanitarios u otros que garanticen su bienestar.
- Educación de calidad. Una de las claves para que el turismo prospere de forma estable es la cualificación de sus trabajadores. Por ello, es importante que las sociedades receptoras puedan cualificar al personal.
- Igualdad de género. El turismo es uno de los sectores con un mayor porcentaje de mujeres empleadas y emprendedoras, según la OMT.
- Agua limpia y saneamiento. El uso eficiente del agua o la gestión de las aguas residuales es otra clave para poder alcanzar este objetivo, el turismo puede ser un importante actor en el desarrollo de este ODS.
- Energía asequible y no contaminante. El sector turístico requiere de una demanda energética importante para su desarrollo. Por ello, es un actor clave a la hora de realizar una transición energética hacia las renovables.
- Trabajo decente y crecimiento económico. Es uno de los objetivos donde el turismo genera un impacto directo: uno de cada 11 trabajos generados en el mundo proviene del turismo. Así lo reconoce la meta 8.9: “Hasta 2030, elaborar y poner en práctica políticas encaminadas a promover un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”.
- Industria, innovación e infraestructura. El desarrollo del sector turístico va muy ligado a este objetivo. Por ello, es importante para la OMT que el crecimiento industrial sea sostenible, puesto que impacta de forma directa sobre el medioambiente.
- Reducción de desigualdades. La OMT concibe el turismo como una herramienta de progreso que sirve para disminuir desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles. “Una ciudad que no está acondicionada para sus ciudadanos, no lo está para recibir turistas”, según la OMT. Es importante esta premisa para lograr alcanzar ciudades más inteligentes y sostenibles. Por ello, el prisma cambia: no son ciudades para turistas, son ciudades amables con sus habitantes.
- Producción y consumo responsable. La meta 12.B del objetivo 12, es imprescindible para la consecución de este objetivo: “Elaborar y aplicar instrumentos para vigilar los efectos en el desarrollo sostenible, a fin de lograr un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”.
- Acción por el clima. Reducir el consumo energético y utilizar energías renovables, son prácticas en las que el turismo sostenible puede jugar un papel clave.
- Vida submarina. La OMT establece que el turismo debe formar parte de una ordenación integrada de las zonas costeras, ayudando a conservar los ecosistemas marinos. La meta 14.7 de los ODS lo establece de la siguiente forma: “Hasta 2030 aumentar los beneficios económicos que los pequeños estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados obtienen del uso sostenible de los recursos marinos, en particular mediante la gestión sostenible de la pesca, la acuicultura y el turismo”.
- Vida de ecosistemas terrestres. En la misma línea que el anterior punto, el turismo sostenible puede ayudar al respeto de la biodiversidad y la renovación de los recursos que se explotan.
- Paz justicia e instituciones sólidas. El turismo involucra a millones de personas a lo largo de todo el mundo. La tolerancia y el entendimiento multicultural son piedras angulares de su actividad.
- Alianza para lograr los objetivos. El sector turístico tiene la capacidad de reforzar asociaciones público-privadas y de involucrar a múltiples actores internacionales.