¿Qué es el mix energético de un país? El equilibrio de las fuentes de energía
Este concepto se refiere a la naturaleza de la mezcla energética de una región o país. Dependiendo de las diferentes energías que utilice, se podrá saber qué posición ocupa en el ideal de la generación 100% renovable y en el compromiso global con la sostenibilidad. Aún queda mucho terreno que conquistar a las fuentes de energía más contaminantes.
El profesor titular en el departamento de Ingeniería Industrial y Aeroespacial de la Universidad Europea de Madrid, Francisco de Asís Cabello Galisteo, considera que el término ‘mix energético’ como ambiguo porque “le falta el apellido”. "Se habla de mix energético en energía primaria si nos referimos a la forma en la que el recurso se encuentra en la naturaleza, antes de ser transformado en energía", mientras que "mix energético de energía final se refiere a su uso en cualquiera de los sectores en los que opera: residencial, transporte, industrial...", aclara el experto. Aunque lo normal, añade, es que los medios de comunicación se refieran "al mix energético eléctrico", que describe como "el aporte porcentual que cada tipo de energía realiza sobre el sistema de generación nacional eléctrico".
Hacia el dominio renovable
"Lo ideal sería un mix energético 100% renovable, configurado por diferentes tecnologías (solar fotovoltaica y térmica de alta temperatura, hidroeléctrica, biomasa o eólica, entre otras) de forma que tengamos un sistema robusto, fiable y diversificado que pueda enfrentar posibles fallos en la generación eléctrica y siempre apoyado en el hidrógeno verde, de origen renovable, como vector energético clave para el almacenamiento y el transporte de energía", señala el experto.
Por su parte, este artículo de David García Howell, publicado en enero de 2021 en el ‘Boletín de Política Comercial y Ambiental’ de la fundación alemana Konrad-Adenauer-Stiftung, no habla de mix sino de matriz energética. "Los combustibles fósiles —petróleo, gas natural, carbón—, las numerosas fuentes de energía renovable —hidráulica, eólica, solar, geotérmica, biomasa— y la energía nuclear son fuentes de energía primaria que suelen componer una matriz energética y se utilizan para generar electricidad, el transporte o la climatización de instalaciones residenciales o comerciales, entre otros usos".
Según García Howell, las variables que influyen en la composición del mix son "la disponibilidad de recursos utilizables a nivel nacional o la posibilidad de importarlos", el alcance o tipo de energía que se necesita y “las opciones de política determinadas por factores históricos, económicos, sociales, demográficos, ambientales y geopolíticos". En 2020, "la matriz energética mundial dependía de combustibles fósiles en un 81.3%", de acuerdo con los datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA). "Las fuentes de energía renovables —solar, eólica, marítima— representan, por el momento, el 2%", apunta.
Latam y China
En América Latina, "los países que más han avanzado en políticas públicas estructuradas y regulaciones que permitan desarrollar el sector eléctrico de forma eficiente y sostenible, con especial énfasis en recursos renovables", son Brasil, México, Uruguay, Argentina, Chile, Panamá, Perú y Nicaragua, enumera García Howell. En progreso se encuentran Honduras, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Paraguay. Y entre los más rezagados figuran Venezuela, Guyana, Belice, Bolivia y Surinam.
El mix energético de Latinoamérica está "a caballo entre la madurez de la transición energética europea y la que existe en China", ha añadido Cabello Galisteo. Dicho de otro modo, se sitúa entre el liderazgo de la Unión Europea en políticas de eficiencia energética y sostenibilidad y el enorme consumidor de energía fósil que es China. "El posterior desarrollo industrial chino respecto de Occidente, la gran concentración de fábricas deslocalizadas y procedentes precisamente de países europeos y norteamericanos, su migración de un modelo económico comunista al capitalista... Todo esto unido a que emplea sobre todo carbón como recurso energético, que emite más dióxido de carbono (CO2) que el petróleo y el gas natural, hace que su huella de carbono represente el 27% del total de las emisiones de CO2 mundiales", ha argumentado.
Como nota positiva, "en China se empiezan a ver 'brotes verdes' en cuanto a la sostenibilidad energética", ya que la aportación de las renovables al mix energético eléctrico ya es del 27%. Aunque lejos aún, es cierto, del 43,6% alcanzado por un país como España, recuerda Cabello Galisteo.
El termómetro sostenible
A su juicio, el mix energético es un buen indicador de sostenibilidad. "Es importante saber que avanza la penetración de las energías renovables en el sistema de generación eléctrico". También destaca como indicador "la intensidad energética nacional, que es la relación o el cociente entre las emisiones de CO2 y el PIB. Es una medida de sostenibilidad más completa que el propio mix energético eléctrico, ya que aporta información sobre cuán descarbonizado está el progreso económico de un país, y por tanto su sostenibilidad, no se refiere exclusivamente al sector eléctrico, sino que engloba de una manera más amplia también al transporte, la industria o el parque de viviendas".
"Yo hago mucho hincapié con mis alumnos del grado en Ingeniería en Sistemas Industriales en que las energías renovables son el vértice de una pirámide de políticas energéticas eficaces para la llamada transición ecológica", apunta el profesor. "En la base de la pirámide estaría la limitación de las necesidades o demanda, y a continuación la eficiencia energética de los equipos e instalaciones de bajo consumo, apoyados también por sistemas de gestión inteligente de la demanda manual o automatizada".