¿Qué es el certificado GOTS? Un sello de sostenibilidad en nuestra ropa
El Global Organic Textile Standard (GOTS) es un sello creado en 2006 para garantizar que una prenda o un producto textil ha sido confeccionado con fibras orgánicas, sin utilizar pesticidas o sustancias tóxicas y respetando los derechos laborales. La supervisión se hace a lo largo de toda la cadena.
En el año 2002, poco después de comenzar el milenio en el que conoceríamos el verdadero impacto que nuestro consumo tiene en el planeta, representantes y consumidores de la industria textil se reunieron en la ciudad alemana de Dusseldorf. Su objetivo principal era crear un certificado que unificase, por fin, las características y los estándares de los materiales textiles orgánicos.
Lo cierto es que la situación lo demandaba: la industria de la moda rápida no paraba de crecer, dejando tras de sí un reguero de graves consecuencias medioambientales y sociales. Como resultado, comenzaron a aparecer diferentes sellos que prometían materiales creados por medios más sostenibles, pero que causaban confusión entre empresarios y consumidores. La nueva situación pedía a gritos un estándar reconocido en todo el mundo.
Tras la reunión de Dusseldorf se inició un proceso que terminó en 2006, cuando se creó el Global Organic Textile Standard (GOTS). Te contamos qué es el certificado GOTS, qué garantiza y qué puedes esperar cuando encuentras su sello en una prenda. Este es el reconocible círculo verde con una camisa blanca en el centro.
Sostenibilidad social y medioambiental en las prendas
Global Organic Textile Organics (más conocido por sus siglas, GOTS) es un certificado que garantiza que una prenda o un material ha sido realizado con fibras orgánicas. Para que un producto textil lleve el sello GOTS en su etiqueta, debe contener, al menos, un 70 % de fibras orgánicas certificadas. Si el sello es GOTS Organics, este porcentaje aumenta hasta el 95 %.
Una de las características más interesantes del certificado GOTS es que tiene en cuenta criterios tanto medioambientales como sociales. Así, garantiza que sus tejidos han sido producidos sin utilizar ningún tipo de pesticida o sustancia tóxica para el medioambiente y también respetando los derechos de las trabajadoras y los trabajadores.
El proceso de verificación de GOTS para avalar que las fibras que terminan en nuestros armarios son orgánicas comienza justo después de la recogida del material. “Las características de la plantación no se tienen en cuenta en este certificado”, explica Santi Mallorquí, CEO de Organic Cotton Colors. “Si quieres certificar que la fibra, por ejemplo, de algodón, ha crecido bajo los parámetros que marcan los cultivos orgánicos, sería necesario encontrar otro certificado”.
Tal y como señalan desde GOTS, el cultivo de fibras orgánicas está bajo el alcance de los estándares de agricultura orgánica, muchos de ellos definidos por los gobiernos nacionales. De este modo, GOTS entra en juego en las siguientes etapas de la larga y compleja cadena de producción del sector textil. Si continuamos con el ejemplo del algodón, el proceso comenzaría durante el desmonte, el proceso en el que se quitan las semillas al algodón, y continuaría con otros como el hilado, el tejido o el teñido.
“GOTS busca garantizar procesos sostenibles y éticos en toda la cadena”, explica Mallorquí. “Es una certificación que hace tiempo marcó un estándar muy alto, porque no solo asegura que no se usen ciertos químicos o se utilicen en un porcentaje muy bajo en comparación con lo que hacía en aquel momento la industria, sino que también tiene en cuenta ciertos aspectos sociales. No puede haber trabajo infantil, esclavitud o trabajo forzoso, por ejemplo”.
Los protagonistas de la cadena
¿Y cómo funciona el proceso de verificación? Tal y como explica el CEO de Organic Cotton Colors, este involucra a empresas certificadoras de diferentes partes del planeta. “GOTS es un estándar, una entidad que marca los parámetros. A lo largo del proceso de certificación entran en juego otras entidades que se encargan de hacer todas las inspecciones pertinentes para garantizar que se cumplan los requisitos”, explica.
Todos los operadores (desde los que preparan las fibras hasta los que confeccionan las prendas, pasando por importadores y exportadores) deben estar certificados como GOTS y además someterse a un ciclo de inspección anual.
Pongamos por ejemplo el caso de Organic Cotton Colors, una empresa que produce algodón orgánico colorido de forma natural, sin tóxicos ni químicos. “Como comercializadores, si queremos vender a otra empresa una camiseta certificada como GOTS, tenemos que registrar el producto con todas sus especificaciones. A su vez, nuestro cliente también debe estar certificado como GOTS para comercializar el artículo en su propia página web, aunque no lo manipule”, explica Mallorquí.
“Sin embargo, la realidad es que muchísimas empresas no están certificadas como GOTS y lo que hacen es indicar que el producto sí lo está. Teóricamente no se podría hacer esto, pero es habitual, porque lo cierto es que estar certificado supone un coste importante”, añade el CEO de Organic Cotton Colors.
GOTS, un sello de calidad
En octubre de 2020, GOTS confirmó casos de fraude en el sistema de certificación de producción de algodón orgánico por parte del Gobierno indio y la detección de al menos 20.000 toneladas de material falso. Esto hizo que su credibilidad se viese afectada y hoy no sea tan alta como hasta entonces; sin embargo, sigue siendo uno de los sellos de referencia en un sector en el que cada vez se presta más atención a los procesos de creación de los productos.
Un ejemplo de este compromiso lo encontramos en Organic Cotton Colors, una empresa que comenzó a comercializar productos de algodón orgánico, sin tintes ni estampados, en 1992. Es decir, 10 años antes de que los líderes del sector se reuniesen en Dusseldorf para dar forma a un certificado que se convirtiese en referencia a nivel global. Tres décadas después, la empresa ha dado un paso más allá apostando por la agricultura regenerativa, aquella que, como su propio nombre indica, busca regenerar la tierra para que esta pueda capturar más carbono y sostener más biodiversidad.
Mientras tanto, en 2023 GOTS cuenta ya con miles de empresas certificadas y sus estándares determinan las condiciones de trabajo de más de tres millones de trabajadores en 72 países de todo el mundo.