Programa de Compras Responsables en la empresa: qué es y cómo ayuda
Una empresa no es solo lo que vende, también es lo que compra. Si de verdad quiere mejorar su compromiso sostenible debe extender ese criterio a su cadena de suministro. Las compras responsables pueden traducirse en beneficios económicos, ambientales y sociales que revalorizan la marca.
En 2009, la Asociación Francesa de Normalización (AFNOR) publicó una guía de recomendaciones para poner en marcha una política de compras responsables en las empresas. Desde entonces, se ha convertido en un texto de referencia a la hora de precisar ese concepto y su paso a paso.
"Las compras responsables preservan de una manera equilibrada y duradera el interés medioambiental, social y económico del conjunto de los grupos de interés y tienen en cuenta la actuación de la empresa a corto, medio y largo plazo", explica esta otra guía de consulta, 'Creación de valor a través de la compra responsable'.
Su definición de compra o licitación responsable: "Aquella que considera las implicaciones económicas, éticas, sociales, laborales y ambientales de las características del producto, producción, logística, uso, mantenimiento, reutilización y reciclaje, así como de los suministros contratados —como equipos materiales, productos y servicios— y valora el comportamiento y la capacidad de respuesta de los proveedores".
"Es un marco de políticas, procedimientos y comportamientos diseñados para mejorar el lugar de trabajo y beneficiar a las personas, a la empresa y a la comunidad", apunta, desde Ciudad de México, Daniela Lazovska, consultora de experiencias responsables, experiencia de cliente y empleados y 'relationship marketing'. La experta enumera estas características fundamentales:
- Apoya el desarrollo de una economía sostenible.
- Preserva el medio ambiente y lucha contra el cambio climático.
- Da ejemplo en la manera de hacer las cosas y en las relaciones con las partes interesadas.
- Se compromete con las comunidades humanas.
Ventajas competitivas
"La lista de los beneficios de un programa de compras responsables es muy larga, va mucho más allá de la reputación de la empresa", argumenta Lazovska. También aporta ventajas internas como el orgullo de pertenencia a esa compañía por parte de los empleados y una mayor satisfacción de los consumidores traducida en valor de marca. "Los clientes prefieren dar su dinero a empresas responsables y los empleados quieren trabajar en compañías que se preocupan por las personas, por el medio ambiente y tienen un propósito social claro", apunta la experta.
Los programas de compras responsables favorecen a las comunidades locales al ahorrar desperdicios a través del reciclaje y evitar emisiones de carbono mediante el uso de energía renovable. También implican ventajas económicas y comerciales gracias a la mejor gestión del cambio climático, el posible aumento de las ventas, la mejora de la reputación, la reducción de costes mediante el reaprovechamiento de materiales, el uso de productos y servicios más eficientes y la atracción de inversores.
En este sentido, Blackstone, el mayor inversor global en Bolsa, dobló en 2020 sus activos sostenibles, mientras Deloitte predice que para 2025 la mitad de las inversiones gestionadas en EE. UU ., el mercado de valores que marca el paso a los demás, elegirán proyectos con criterios ASG: ambientales, sociales y de buen gobierno.
El informe citado arriba considera que las compras éticas mitigan riesgos y generan ventajas competitivas porque:
- Fomentan la competitividad. Repercuten directamente en el posicionamiento y en la confianza entre cliente y proveedor. Pueden facilitar nuevos procesos más eficientes y productos ajustados a los cambios del mercado y a los nuevos perfiles de consumo.
- Eficiencia de procesos y ahorro de costes. De acuerdo con el informe anual Global Fraud Report, las empresas han perdido un promedio del 2,1% de ganancias debido al fraude en solo un año: el 20% sufrió fraude y el 19%, corrupción y soborno. Las compras responsables y por lo tanto de supervisión de los proveedores puede reducir ese riesgo.
- Estimulan las relaciones a largo plazo con los proveedores. Una actitud colaborativa con las empresas de la cadena de suministro puede asegurar la continuidad de ese suministro.
- Mitigan el impacto ambiental. Una mayor eficiencia en el uso de recursos por parte de los proveedores reduce los costes productivos que benefician al cliente y hacen más competitiva la empresa.
- Consolidan el impacto social. En los últimos años, los entes públicos incorporan criterios medioambientales, sociales, económicos y éticos en sus procesos de compras públicas.
- Mejoran la reputación y la identidad. La visibilidad de las marcas y su exposición cada vez mayor al mercado provocan que cualquier comportamiento de sus proveedores repercuta directamente en su prestigio profesional y social.
Responsabilidad en cadena
El informe defiende que introducir criterios de sostenibilidad en las compras de una compañía pública o privada o de las administraciones "es una forma efectiva de extender el comportamiento responsable a las cadenas de suministro".
Se trata de "redes de múltiples capas y altamente dinámicas", es decir, son un complejo ecosistema de productores, comerciantes, exportadores, distribuidores y minoristas en diversas localizaciones, y todo esto dificulta el control más allá del primer eslabón. Por eso "la trazabilidad y el seguimiento de la cadena de suministro requiere cambios importantes en la infraestructura de compra, además de información que permita medir y gestionar los riesgos y los impactos", advierte. En esta tarea, la tecnología digital de recopilación, análisis y gestión de datos es una herramienta clave.