Proceso de paz en Colombia: bienestar, crecimiento y desarrollo
No solo se silenciarían los fusiles, se detendría la lluvia de muerte, se frenarían los secuestros y se acabarían los bombardeos y los ataques a la población civil e inocente, sino que también sería el inicio de un proceso de cambio y de transformación del país, que traería bienestar, crecimiento y desarrollo para todos los colombianos.
Beneficios del acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
Esa es la gran expectativa que se tiene con la firma del acuerdo de paz que está negociando el gobierno de Juan Manuel Santos con la guerrilla de las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), luego de un conflicto de más de 50 años que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados y que ojalá también se logre con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), otro de los grupos armados ilegales que operan en Colombia.
El fin del conflicto armado en Colombia traería grandes beneficios económicos para el país, que se podrían traducir en un crecimiento adicional del Producto Interno Bruto, PIB, de 0,2 puntos porcentuales según los analistas más pesimistas o de 1,5 puntos porcentuales según los más optimistas. Lo más viable es un crecimiento adicional de 0,7 puntos porcentuales, según Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, quien advierte que eso solo se vería cuatro o cinco años después de firmada la paz. “Lo que sí podría suceder a partir de 2018 es un aumento del potencial de la economía”.
La productividad agrícola de Colombia es una de las más bajas de América Latina y de firmarse la paz, los mayores beneficios estarían concentrados en este sector, que vería incrementar su productividad de manera importante, dice Juana Téllez. La Misión para el Campo, que lidera el economista José Antonio Ocampo, señala que los campesinos no cultivan las tierras ante la zozobra de ser objeto de desplazamiento por parte de los grupos ilegales. El proceso de paz en Colombia pondría fin a este problema y a otros relacionados con la concentración de la propiedad, el financiamiento y la comercialización de productos, temas tratados en este proceso de negociación.
Con la firma de la paz, los ojos del mundo podrían dirigirse hacia Colombia y se verían inversiones de todo tipo. Quizá, el de más rápido crecimiento sería el comercio, que impulsaría un aumento de la clase media en centros urbanos más pequeños y ciudades intermedias. Pero también, aumentaría el turismo en este país rodeado de dos mares, que ofrece la mayor diversidad de flora y fauna y en el que se puede encontrar selva, desierto, llanuras, montañas, nevados y ríos que atraviesan todo su territorio.
Esto, aunado con el gran proyecto de infraestructura que adelanta el gobierno y que va a facilitar la conexión entre los diferentes centros urbanos y los puertos, también beneficiaría el desarrollo industrial y el comercio internacional.
Lo anterior se traduciría, a su vez, en más fuentes de empleo, mayor formalización económica y la incorporación de regiones desarticuladas de la economía nacional que permitirán una mayor bancarización, más acceso y mejor distribución del crédito, como lo señala un estudio de Planeación Nacional. Todo esto sin mencionar los beneficios sociales y medioambientales que traería el proceso de paz.
Colombia es un auto de alto cilindraje con el freno de mano puesto, dijo en su momento el presidente de BBVA Colombia, Óscar Cabrera Izquierdo; pero si se firma el acuerdo de paz, podrá coger una velocidad de crucero óptima.