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Premio a los padres de la revolución farmacológica contra la diabetes y la obesidad

La Fundación BBVA ha reconocido con el Premio Fronteras del Conocimiento el trabajo de los cuatro investigadores que sentaron los fundamentos biológicos de una nueva generación de fármacos eficaces tanto para el tratamiento de la diabetes de tipo 2, como para lograr pérdidas sustanciales de peso en personas obesas y reducir su vulnerabilidad a problemas cardiovasculares.

Premio a los padres de la revolución farmacológica contra la diabetes y la obesidad

El trabajo de Daniel Joshua Drucker (Hospital Monte Sinaí, Canadá), Joel Habener (Universidad de Harvard, EE. UU.), Jens Juul Holst (Universidad de Copenhague, Dinamarca) y Svetlana Mojsov (Universidad de Rockefeller, EE. UU.) ha revelado la función biológica de la hormona  GLP-1, que tiene un papel fundamental tanto en el mantenimiento de los niveles de glucosa como en la regulación de la sensación de apetito. “Estos hallazgos”, según resalta el acta del jurado del Premio Fronteras en Biología y Biomedicina, “se han aprovechado para desarrollar nuevas terapias para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad”.

Dentro del campo de investigación sobre las claves biológicas de la obesidad, los hallazgos de los cuatro premiados se complementan con los descubrimientos de Douglas Coleman y Jeffrey Friedman sobre el papel de otra hormona, la leptina, en la regulación del apetito y el peso corporal, que ya fueron reconocidos en 2013 por el Premio Fronteras del Conocimiento en Biomedicina.

Además, los tratamientos basados en la hormona GLP-1 también han mostrado un gran potencial para combatir enfermedades neurológicas como el párkinson y el alzhéimer, así como trastornos de adicción, cuya eficacia se está investigando en la actualidad.

Daniel Joshua Drucker (Hospital Monte Sinaí, Canadá), Joel Habener (Universidad de Harvard, EE. UU.), Jens Juul Holst (Universidad de Copenhague, Dinamarca) y Svetlana Mojsov (Universidad de Rockefeller, EE. UU.)

El descubrimiento de una hormona fundamental

En las dos últimas décadas, el GLP-1 ha supuesto un avance trascendental en el tratamiento tanto de la diabetes tipo 2 como de la obesidad. Para la diabetes ya existían diversos medicamentos, pero, gracias al hecho de que el GLP-1 solo estimula la producción de insulina cuando el nivel de azúcar en sangre es elevado, se reduce drásticamente el riesgo de que este nivel descienda por debajo del límite seguro. Por ello, los pacientes ni siquiera necesitan medir continuamente su nivel de azúcar, ya que el medicamento es capaz de regularlo por sí mismo.

Además, el sobrepeso tiene un impacto negativo sobre la diabetes tipo 2 y, paradójicamente, la gran mayoría de los medicamentos anteriores provocaban un aumento de peso, con lo que su eficacia global era moderada. Con el GLP-1, este efecto secundario no solo desaparece, sino que el propio medicamento ayuda a los pacientes a perder peso y el pronóstico de la enfermedad mejora por partida doble. Por otra parte, en los últimos años se está observando que estos nuevos medicamentos reducen también el riesgo de otras posibles complicaciones de la diabetes tipo 2, como la ceguera, las enfermedades renales o los infartos.

En cuanto a la obesidad, por primera vez se han logrado reducciones de entre el 15 y el 20% en la masa corporal, algo nunca visto con los tratamientos anteriores. Al igual que con la diabetes, los medicamentos basados en el GLP-1 consiguen reducir además los riesgos asociados a la obesidad, como las enfermedades cardiovasculares.

Un gran potencial frente a trastornos neurodegenerativos y adicciones

El jurado ha resaltado también que el impacto de los descubrimientos fundamentales de los cuatro galardonados no se ha limitado únicamente al desarrollo de tratamientos contra la diabetes y la obesidad, sino que han abierto un nuevo campo de investigación que explora su potencial frente a otras enfermedades. “Actualmente”, apunta Svetlana Mojsov, “se está evaluando en ensayos clínicos el uso farmacológico de medicamentos análogos al GLP-1 para el tratamiento de los trastornos neurológicos y la adicción”.

Por un lado, se ha comprobado que los medicamentos basados en la hormona GLP-1 tienen un potente efecto antiinflamatorio, y se cree que por este motivo podrían tener un gran potencial contra enfermedades neurodegenerativas que Drucker está investigando en la actualidad con el equipo que lidera en el Hospital Monte Sinaí de Toronto. “Estamos explorando a fondo los efectos de estos fármacos contra los procesos de inflamación, una línea de investigación que a mí me ilusiona especialmente”, resalta el premiado. “Queremos comprender este mecanismo para comprobar, por ejemplo, si podría ser eficaz para reducir la inflamación en el cerebro y combatir así la enfermedad de Alzheimer y el párkinson. La ciencia aquí es muy prometedora y ya tenemos un gran número de ensayos en marcha que están evaluando si los medicamentos basados en GLP-1 serán potencialmente útiles para estos trastornos. Estoy deseando ver los resultados”.

Holst, por su parte, señala que los fármacos basados en GLP-1 también podrían ser útiles para combatir los trastornos de adicción a las drogas, ya que “tienen un efecto sobre el centro de recompensa del cerebro”. Por ello, explica, “de la misma manera que estos tratamientos inhiben la recompensa de la comida para suprimir el apetito y lograr así una reducción de peso, también podrían servir para inhibir la dependencia del alcohol y otras sustancias adictivas”.

”De cara al futuro”, concluye Drucker, “lo que más me entusiasma son las nuevas innovaciones en este campo que puedan abaratar los costes de estos medicamentos y llevarlos a muchos millones de personas que actualmente no pueden acceder a ellos, permitiendo que los beneficios para la salud se extiendan no sólo a los países ricos que pueden permitirse estos fármacos, sino a personas de todo el mundo que se enfrentan a trastornos de salud de los que, de hecho, podrían beneficiarse si se ampliara su acceso”.