Las positivas perspectivas de la energía eólica en América Latina
La energía eólica se ha expandido rápidamente en los últimos años. Desde 2007 se ha quintuplicado su capacidad de producción y su coste de producción se ha reducido considerablemente.
BBVA Research publicó en julio de 2017 un informe en el que se analiza la situación actual de la energía eólica en las diferentes geografías y regiones, entre ellas América Latina. Tanto las políticas de ayuda pública y privada como la transformación digital han sido puntos clave para acelerar el uso de fuentes renovables.
Todos los países en los que la energía eólica ha florecido han recibido apoyo gubernamental"
De hecho, tal y como cita el informe, “todos los países en los que la energía eólica ha florecido han recibido apoyo gubernamental: subastas de capacidad, contratos a largo plazo, subvenciones, créditos fiscales, tarifas reguladas y normas de la cartera de renovables”. De esta manera se ha atraído una mayor inversión privada, aparte de reducir las emisiones de efecto invernadero, crear empleo y fomentar el crecimiento económico.
La transformación digital ha permitido que las turbinas eólicas funcionen en situaciones adversas y que puedan alcanzar vientos más fuertes y más estables. Este aumento de la productividad gracias a la tecnología ha permitido que el coste de la energía eólica se haya disminuido un 66% en los últimos ocho años y el precio de las turbinas un 26% en el mismo periodo.
El sector privado argentino llevará a cabo 16 proyectos locales en relación con la energía eólica.
Argentina
Argentina se encuentra en una de las mayores superficies con potencial eólico sin explotar. A pesar de que la mitad sur del país es idónea para el desarrollo de instalaciones de este tipo, solo el 2% de la energía total procede de fuentes renovables. El sector privado ha mostrado especial interés por la energía eólica terrestre con 16 proyectos locales que se financiarán a través de deuda con garantías. En relación con el Acuerdo de París, Argentina ofrece incentivos fiscales para alcanzar la generación del 20% de energía renovable en 2025.
Brasil
La mayor economía latinoamericana es también el octavo país generador de energía eólica del mundo. De hecho, esta fuente representa un 7,1% de la energía total generada durante el 2016 en Brasil, lo que ha supuesto un fuerte avance en los últimos diez años, cuando apenas llegaba al 0,2%. Se invirtió un total de 5.400 millones de dólares en dicha renovable, aunque se espera un crecimiento más lento en los próximos años dada la desaceleración de la economía brasileña. El mayor hito en cuanto a las políticas públicas fue en 2002 con la creación de Proinfa, un programa que promueve el uso de energías alternativas.
El gobierno colombiano ha firmado un compromiso con las Naciones Unidas para reducir sus emisiones de gas invernadero.
Colombia
Únicamente el 0,1% de la energía renovable procede de energía eólica en Colombia. La implantación de los parques eólicos es aún muy baja ya que no se ha realizado ninguna inversión desde el año 2004. Actualmente solo un parque eólico está en funcionamiento aunque existen tres proyectos en evaluación que ayudarán a alcanzar el crecimiento fijado por Colombia para 2030.
La tendencia del país a sufrir sequías ha fomentado el apoyo a los proyectos de energías renovables no hidráulicas por encima del resto. Para ello el gobierno colombiano ha concedido beneficios fiscales a los desarrolladores y se ha comprometido con las Naciones Unidas a reducir un 20% las emisiones de gas invernadero para el año 2030.
Chile
La energía eólica de Chile ha pasado de suponer el 0,6% de la energía total generada en 2010, a superar el 3% durante el pasado año, con inversiones de hasta 3.400 millones de dólares a lo largo de este periodo. El mercado eléctrico, por su parte, destaca por ser competitivo, aunque con pocas compañías que generan energía y con un gobierno encargado de la supervisión y regulación de dichas empresas, efectuando cambios en las leyes para que exista una mayor diversificación de fuentes de energía en el país.
El pasado mes de abril de 2017, BBVA firmó un ‘green loan’ con Acciona (un préstamo 'verde') para poder financiar con 100 millones de euros la construcción de proyectos fotovoltaicos y eólicos dentro del país andino. De esta manera, el Grupo financiero reafirma su compromiso con la participación en los mecanismos financieros que reconocen y certifican la sostenibilidad de las compañías y sus proyectos.
La energía eólica mexicana ha aumentado un 5,5% en los últimos seis años.
México
En México, la energía eólica ha sido la encargada de impulsar la utilización de fuentes renovables para generar electricidad y ha llegado a representar un 6,5% del total de energía generada en el país en 2016, mientras que en 2010 el porcentaje no alcanzaba el 1%. Este incremento se debe a las fuertes inversiones de las compañías productoras de energía durante ese periodo, asegurando que en los próximos dos años, las inversiones serán mucho mayores.
Perú
La producción peruana de energía eólica ha ido aumentando en los últimos años. Actualmente representa el 2% de la energía producida por el país y el 4% del total de renovables. Los diferentes proyectos de energía limpia son llevados a cabo por empresas extranjeras, entre ellas italianas y españolas con inversiones de hasta 200 millones de dólares.
Uruguay
La energía eólica se ha convertido en un pilar fundamental para Uruguay. La capacidad de producción es 30 veces superior que hace cinco años y suministra el 30% de la demanda total de electricidad. Esto se debe principalmente a la nueva política energética elaborada en 2010 donde se posicionó esta fuente de energía entre las prioridades políticas.
BBVA firmó en julio del 2017 con la energética italiana Terna la primera financiación verde en formato ‘project finance’ a escala mundial. Esto permitirá construir una línea de transmisión entre las ciudades uruguayas de Melo y Tacuarembó, conectando proyectos de generación de energía renovable con el sistema de distribución eléctrico del país.
BBVA, referente mundial en financiación verde
BBVA tiene la capacidad y el conocimiento para proveer a sus clientes con un asesoramiento superior de soluciones de financiación sostenible, tanto en bonos como en préstamos, y está jugando un papel clave en el desarrollo de este mercado. El banco ha sido el 'bookrunner' más activo en el mercado de bonos verdes en 2016 y es ya un jugador líder en el mercado de préstamos verdes, y ha cerrado diferentes operaciones de referencia a escala mundial en 2017.